La policía de Sudán del Sur recluta a la fuerza a jóvenes «ociosos» para que trabajen la tierra con el objetivo de afrontar la grave inseguridad alimentaria.
El comisionado de la Policía Estatal en el norteño estado de Bahr al Ghazal, Akot Deng Akot, dijo a IPS que "no se podía permitir" que hombres jóvenes bebieran té y jugaran cartas todo el día mientras el país padece carestía.
"Cualquiera que no quiera cultivar será detenido y llevado a plantar con nosotros. Aun si eres soldado, policía o guardia en una prisión si decides ponerte tus mejores ropas para holgazanear, te llevaremos a trabajar, quieras o no", señaló.
Unos 4,7 millones de sursudaneses, casi la mitad de la población, sufren inseguridad alimentaria, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"Un millón sufren una inseguridad alimentaria grave, lo que significa que solo pueden tener una comida o dos cada tres días, mientras que otras 3,7 millones sufren inseguridad alimentaria moderada, esto es, que pueden acceder a una comida por día", explicó a IPS la coordinadora humanitaria de la ONU en Sudán del Sur, Lise Grande.
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La inseguridad alimentaria en el sector rural es atribuida a diversos factores, entre ellos la deficiencia en la producción de cereales. Según la ONU, el déficit pasó de 200.000 toneladas métricas en 2011 a 470.000 este año.
El problema se agrava con el aumento de los precios de los combustibles y el debilitamiento de la moneda local.
Según información de la Oficina Nacional de Estadísticas, más de 80 por ciento de los estimados 790.000 habitantes de Bahr al Ghazal sufren inseguridad alimentaria.
Esta situación llevó a las autoridades a tomar medidas drásticas para fomentar la producción agrícola.
Akot incluso advirtió a las personas que no perdieran tiempo en los tribunales locales presentando disputas por temas menores.
"Esto se aplica también a personas que van a tribunales locales para disputas sobre la propiedad de vacas. Esas cortes no funcionarán durante la temporada de cultivo (de octubre a diciembre), así todos podrán ir a sus tierras a producir alimentos", señaló.
Mientras, algunos jóvenes "ociosos" fueron arrestados. Hou Akot Hou, periodista de Bahr al Ghazal, dijo que la policía había detenido a decenas de jóvenes bajo las órdenes de un jefe local, Atak Awan Anei, hermano del gobernador del estado, Paul Malong Awan Anei.
Los arrestos fueron realizados en julio en Warwar, un mercado cercano a la frontera con Sudán.
Algunos residentes apoyan estas medidas drásticas.
"El gobierno debe obligar a trabajar la tierra a los jóvenes que ya son capaces de cuidarse a sí mismos y que están holgazaneando en las ciudades", opinó Justin Ayuer, un residente, en conversación con IPS.
Con él coincidió el adolescente Titotiek Chour: "Nosotros, siendo jóvenes, tenemos energía para producir alimentos. Tenemos la oportunidad de hacer más, y debemos aprovechar esta oportunidad para intentar producir alimentos y así mejorar la vida de nuestra gente".
Pero el estado de Bahr al Ghazal no es el único donde se aplican políticas drásticas para estimular la producción de alimentos.
Desde abril, los funcionarios estatales en los sureños estados de Ecuatoria Oriental y Ecuatoria Central tienen libres los días viernes y sábado, pero solo para ir a cultivar.
El gobernador de Ecuatoria Oriental, Louis Lobong Lojore, amenazó con recortar los salarios de estos empleados si no destinaban sus días francos a trabajar la tierra.
Lojore arguyó que la medida era necesaria porque muchos funcionarios se dedicaban a beber y a jugar a las cartas o al dominó en lugar de plantar.
El ministro de Información de Ecuatoria Oriental, Felix Otudwa, dijo a IPS estar convencido de que estas medidas permitirán incrementar la producción de alimentos este año.
"Ahora uno no ve a personas sentadas debajo de los árboles, bebiendo té o jugando a las cartas, como antes. Todos están cultivando, incluso los fines de semana. El gobernador, el ministro y otros altos funcionarios están involucrados en el cultivo. Este año tendremos una gran cosecha", aseguró.
Pero no todos están cómodos con estas disposiciones. Edmond Yakani, coordinador de la Organización de Fortalecimiento Comunitario para el Progreso, dijo a IPS que estas políticas eran ilegales.
"¿Dónde está la ley que les permite arrestar a personas simplemente porque no trabajan la tierra en horas laborales? ¿Quién aprobó esa ley y cuándo?", increpó.
También consideró ilegal que el gobierno de Ecuatoria Oriental recortara los salarios de los funcionarios públicos que no usen sus días libres para cultivar.
"¿Dónde está la ley que les permite recortar los sueldos?", dijo Yakani.
Para eso "se debe aprobar una ley, y solo puede ser aprobada por la Asamblea Nacional (parlamento) de Sudán del Sur", dijo.
Sostuvo que el gobierno debía, en cambio, promover el trabajo voluntario, facilitando el acceso a tierras, herramientas y semillas.
Un funcionario que habló a condición de mantener el anonimato dijo que la decisión de designar los viernes y los sábados como días de labranza afectará la prestación de servicios de salud.
Pero Isaac Woja, experto en agricultura y en manejo de recursos naturales, opinó que las iniciativas podrían terminar siendo exitosas.
"Creo que la gente ahora se toma en serio la agricultura en comparación con años anteriores. Cuando viajas, ves más plantaciones a lo largo de la carretera, y esto significa que más personas se dedican al cultivo este año", dijo a IPS.
No obstante, solo cuando concluya la temporada de cosechas se podrá determinar si la iniciativa fue exitosa o no, indicó.
El ministro de Agricultura de Ecuatoria Central, Michael Roberto Kenyi, reivindicó las políticas adoptadas, y sostuvo que los empleados del Estado debían asumir in papel protagónico en la lucha contra la inseguridad alimentaria.
"Como funcionario público, debes ser un ejemplo para la comunidad, y no puedes dar un ejemplo si tu granero está vacío", dijo a IPS.