MAURITANIA: Mujeres crían pollos para luchar contra la pobreza

Fatimetou Mint M’Barkenni espera que el edificio ahora vacío reviva pronto con el suave piar de los polluelos que cría, en el marco de un proyecto piloto para mejorar la seguridad alimentaria en Mauritania.

"La primera camada de pollos que críe la vendí en junio, ahora espero que Prolpraf me dé la segunda, hubo una demanda enorme", relató la mujer, de 53 años, a IPS.

Prolpraf, el Programa de Desarrollo de la Cadena de Valor para Reducir la Pobreza, es un proyecto del gobierno de Mauritania y del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD).

El objetivo es fortalecer la seguridad alimentaria fomentando la producción doméstica de verduras, dátiles, leche, carne roja, junto con productos del bosque y avícolas, entre otros.

"La Unidad de Producción de Pollos de (la localidad rural de) Bourate es un regalo de Dios, en especial en periodos de mucha sequía, cuando hay graves problemas de desnutrición", dijo M’Barkenni.
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"Esta iniciativa es vital para las mujeres porque los hombres se han ido a buscar trabajo a grandes ciudades como Nouakchott y Nouadhibou", añadió.

Mariem Mint Sidi es la responsable de otro criadero avícola en Foum Gleita, en el sureste del país. Está orgullosa de lo que aprendió sobre la cría y el cuidado de los pollos. También está encantada con el precio accesible.

"Uno puede comprar un pollo de 2,4 kilogramos sano y nutritivo por seis dólares", indicó.

Los dos criaderos de Bourate y Foum Gleita recibieron en junio 1.600 pollos recién nacidos importados del vecino Marruecos, explicó Ahmed Ould Sidina, asistente de producción animal de Prolpraf.

Para el proyecto se eligió una variedad de rápido engorde llamada Cobb500, creada en Estados Unidos para reducir el costo de su alimentación.

"Los pollos se adaptaron perfectamente a condiciones de calor extremo (40 grados a la sombra) y solo murieron 34 de los 1.600", apuntó Ahmed Ould Brahim Khlil, veterinario del Prolpraf.

Los pollos fueron inmunizados contra las enfermedades de Gumboro y Newcastle, comunes en Mauritania, y las responsables recibieron capacitación sobre cómo limpiarlos y suministrarles vitaminas, explicó.

Cada una de las unidades costó unos 10.000 dólares entre la construcción del establecimiento, la compra de pollos y su alimento, así como instalaciones de cañerías de agua, el aislamiento térmico y la iluminación y refrigeración a base de energía solar.

Mint Sidi y M’Barkenni son voluntarias honorarias del proyecto, que todavía está en una fase piloto.

Las ganancias de esta etapa permitieron reunir un capital operativo de unos 3.500 dólares, que se utilizará para comprar nuevos pollos y su alimento. La próxima orden de 2.000 ejemplares se espera para estos días, indicó Brahim Khlil.

"La avicultura en zonas de extrema pobreza apunta a garantizar una producción local sostenida, a estimular actividades redituables y a crear empleo", explicó Mohamed Ould Abdallahi, coordinador del Prolpraf.

Con los 4,17 millones de dólares de IFAD, el Prolpraf apunta a reducir la pérdida de divisas reemplazando de forma gradual las importaciones con productos locales.

El objetivo general del programa es fortalecer las condiciones de vida y el ingreso, en particular, de mujeres y jóvenes, indicó Abdallahi.

Según el Ministerio de Desarrollo Rural, los mauritanos comen unas 11.000 toneladas de pollo al año, entre tres y cuatro kilogramos por persona.

La demanda avícola de Mauritania se cubre en parte con la producción local, pero la mayoría de los pollos son importados. Se compran unas 5.000 toneladas de animales congelados y 40.000 ejemplares recién nacidos cada año.

Del mismo modo, solo un tercio de los cinco millones de huevos consumidos al año se producen en el país.

El costo de importar huevos, pollo congelado o en pie y su alimento, así como de equipos y otros insumos se estima en 18 millones de dólares al año, según Moktar Fall, asesor en materia aviar del Ministerio de Desarrollo Rural.

El presidente de la Asociación Nacional de Productores Avícolas, Abdallahi Ould Nabgha, dijo que hay 60 granjas cerca de Nouakchott y de las ciudades de Nouadhibou, en el oeste, y de Rosso y Sélibaby, en el sur.

"La industria avícola emplea a 10.000 personas, sin contar los sectores de subproductos como estiércol, utilizado como fertilizante orgánico, y plumas, empleadas en la fabricación de plumeros para limpiar computadoras", apuntó.

Nabgha también criticó la falta de infraestructura del país, que obliga a importar los pollos, su alimento y equipamiento.

Para paliar esa situación, el gobierno firmó el 22 de julio un acuerdo con un empresario local para construir un complejo avícola en Nouakchott por un monto de 34 millones de dólares.

Cuando concluyan las obras, dentro de 18 meses, el centro podrá producir 20.000 toneladas de pollos, 15 millones de huevos y unas 120.000 toneladas de alimento al año, dijo a IPS el director de inversiones del Ministerio de Finanzas, Yahya Ould Abdeldayem.

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