Durante cinco años, el médico Sharifullah Shah, de la atribulada provincia pakistaní de Waziristán del Norte, entregó 500 dólares al movimiento islamista Talibán en el mes sagrado de Ramadán. Pero esos tiempos se terminaron.
Este año prefirió colaborar con el Centro de Bienestar Edhi porque sabe que su contribución llegará a los más necesitados.
"Sé que el Centro usa el dinero para educar y cuidar a niños huérfanos, mientras que los insurgentes del Talibán solo lo vuelcan a sus acciones violentas", dijo Shah a IPS, y luego explicó que dar al Talibán era equivalente a "ayudar al terrorismo".
En todas las zonas controladas por el Talibán, expartidarios le dan la espalda, molestos por su violencia implacable.
"Le dimos 2,5 por ciento de nuestros ingresos al Talibán durante 10 años porque queríamos que nuestro dinero sirviera a Alá, pero este año se acabó porque mata personas en atentados terroristas con nuestro dinero", dijo Umar Gul, vendedor de ropa de Peshawar, capital de la noroccidental provincia de la Khyber Pakhtunkhwa.
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Asiduo contribuyente del Talibán, Gul desearía nunca haberle hecho donaciones.
A fines de 2001, cuando una coalición de fuerzas internacionales encabezada por Estados Unidos derrocó al gobierno del Talibán en Afganistán, la gente se agolpó en los campamentos de donaciones creados por partidos religiosos en nombre del movimiento islamista, al que tenían gran estima creyéndolo defensor del Islam.
"Ahora se volvieron secuestradores, extorsionistas y asesinos de la humanidad", remarcó Gul.
Una autoridad religiosa local dijo a IPS que el Talibán fue uno de los grandes beneficiarios de donaciones durante el mes de ayuno del Ramadán.
Pero como no cesan sus ataques ni siquiera durante el Ramadán, la gente se muestra cada vez más renuente a hacer donaciones a favor de la violencia.
"Los musulmanes tenemos la firme convicción de que el Ramadán trae una plétora de bendiciones para los seres humanos, y quienes recurren a asesinatos y daños en esta época no tienen relación con el Islam", explicó.
"Mis seguidores solían entregar más de 1.000 dólares a un grupo de yihadistas que operaban bajo el paraguas del Tehreek Taliban Pakistan (TTP) en cada Ramadán, pero ya no quieren seguir haciéndole donaciones", apuntó.
Mian Iftikhar Hussain, portavoz del gobierno del Partido Nacional Awami en esta provincia, y cuyo único hijo fue asesinado por combatientes islamistas en julio de 2010, coincidió con él.
"El Islam predica fraternidad y paz, pero el Talibán hace exactamente lo contrario. Le pedimos que renunciara a su beligerancia durante Ramadán, pero todas las súplicas cayeron en oídos sordos", se lamentó.
Al disminuir las donaciones, los insurgentes del Talibán roban bancos y realizan secuestros extorsivos, añadió.
El periódico Dawn informó el 21 de junio que el policía Raja Tahir había dicho que ladrones de bancos habían dado dinero al Talibán.
"Seguimos la pista de 34 ladrones del distrito de Kohat, en Khyber Pakhtunkhwa, que financiaron al Talibán", declaró.
Comerciantes de esta ciudad dijeron a IPS que notaron un importante aumento de donaciones a organizaciones de beneficencia.
"Ahora tenemos que vaciar la caja de donaciones para el fideicomiso del centro de investigación sobre cáncer Shaukat Khanum Memorial todos los días", dijo a IPS el gerente de Imperial Stores en Peshawar, Imran Ali.
También señaló que muchos comercios no permiten que se pongan cajas de donaciones para el Talibán en sus locales porque "se volvió sinónimo de terrorismo".
El religioso Maulana Mohammad Sattar, exsimpatizante del Talibán, cree que lo más deplorable de su salvajismo es el orgullo que sienten sus miembros por cada atentado terrorista.
Recuerda el ataque contra un bus escolar perpetrado en octubre en esta ciudad que dejó a tres niños muertos y a otros 10 heridos, y que el Talibán se atribuyó de inmediato.
"El asesinato de niños pequeños simplemente es inhumano y ninguna persona en su sano juicio lo aprobaría", apuntó.
Al cruzar esa línea, el movimiento islamista disminuyó de forma significativa su propia base de apoyo.
En la oración del domingo 19, algunas autoridades religiosas condenaron al Talibán y predicaron que hacerle donaciones no es servir al Islam ni a la humanidad.
"Debemos pensar antes de hacer donaciones porque el Talibán adoptó el camino del terrorismo y no es apropiado darle dinero", anunció Maulvi Tabriz Khan, en un sermón dominical con motivo de la festividad musulmana de Eid al-Fitr.
También dijo a su congregación que Pakistán tenía una gran cantidad de filántropos, pero que era un desperdicio darle dinero al Talibán.
El movimiento islamista se volvió el peor enemigo de la humanidad y el dinero solo lo hará más poderoso, remarcó.
"Las personas que le den dinero no recibirán la bendición de Alá, sino que se enfrentarán a la ira divina", añadió.