Derroche de agua «comestible» amenaza al planeta

No es el agua que se bebe, sino la «comestible», la que probablemente constituya uno de los principales problemas para millones de personas en el futuro en todo el mundo.

Torgny Holmgren inaugura el encuentro en Estocolmo. Crédito: Thomas Henrikson, World Water Week/ CC by 2.0
Torgny Holmgren inaugura el encuentro en Estocolmo. Crédito: Thomas Henrikson, World Water Week/ CC by 2.0
"Más de un cuarto de toda el agua que usamos en el planeta se destina a cultivar más de 1.000 millones de toneladas de alimentos que nadie consume", dijo el director ejecutivo del Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI, por sus siglas en inglés), Torgny Holmgren.

"Esa agua y los miles de millones de dólares invertidos en el cultivo, embarque, embalaje y compra de la comida son enviados al sumidero", añadió, al inaugurar este lunes 27 en la capital de Suecia la conferencia internacional de la Semana Mundial del Agua.

"Reducir el desperdicio de comida es la ruta más inteligente y directa para aliviar la presión sobre los recursos hídricos y de la tierra. Es una oportunidad que no podemos darnos el lujo de desaprovechar", añadió.

La conferencia, uno de los más grandes encuentros internacionales de expertos en agua y saneamiento, atrae a más de 2.000 delegados, incluyendo funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), científicos, académicos, activistas del agua y representantes del sector privado, de la sociedad civil y de los medios de comunicación de más de 100 países.

Todos los alimentos consumidos por el hombre requieren agua para su producción. Por ejemplo, según ilustró una exposición en el marco de la conferencia, producir una hamburguesa promedio, con dos rebanadas de pan, carne, tomate, lechuga, cebolla y queso, requiere unos 2.389 litros de agua, contra 140 litros para una taza de café y 135 para un huevo.

Para elaborar un plato promedio de arroz, carne y verduras se necesitan 4.230 litros de agua, mientras que un grueso y suculento bistec de carne puede consumir unos 7.000 litros.

Al hablar ante delegados este lunes, Colin Chartres, director general del Instituto Internacional para el Manejo del Agua (IWMI, por sus siglas en inglés), dijo que será posible proveer de alimentos a los 9.000 millones de habitantes que tendrá el planeta en 2050.

"Pero debemos reflexionar sobre el costo ambiental en términos de extracción de agua y de recursos terrestres", indicó.

Además, eso ejercerá una enorme presión sobre los servicios de los ecosistemas de los que depende la sociedad.

"Ahorrar agua reduciendo el desperdicio de comida, incrementar la productividad, mejorar genéticamente las plantas y reciclar el agua son pasos fundamentales para todos", dijo Chartres, ganador del Premio del Agua de Estocolmo 2012.

Por su parte, el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, dijo que las estadísticas demuestran que el sector agrícola era uno de los más importantes consumidores de agua.

"Pero también significa que la agricultura tiene la clave para el uso sostenible del agua", afirmó.

Invertir en los pequeños agricultores "es clave para alcanzar la seguridad alimentaria y del agua para todos", insistió.

Mientras, un informe de 50 páginas del SIWI, presentado en Estocolmo, indica que casi 1.000 millones de personas todavía sufren hambre y desnutrición, pese a que la producción de alimentos por habitante ha crecido en forma sostenida.

El estudio se titula "Feeding a Thirsty World: Challenges and Opportunities for a Water and Food Secure Future" (Alimentando un mundo sediento: desafíos y oportunidades para un futuro con seguridad alimentaria y de agua).

Lograr la seguridad alimentaria, indica el informe, es un desafío complejo, que implica tener en cuenta varios factores. Dos de los más importantes son el agua y la energía, esenciales para la producción de comida.

El editor principal del informe, Anders Jagerskog, dijo que alimentar a la población mundial es el desafío más grande para este siglo. "La sobrealimentación, la desnutrición y el desperdicio (de comida) van en aumento, y el incremento de la producción podría sufrir en el futuro limitaciones por la falta de agua", alertó.

"Necesitamos una nueva receta para alimentar al mundo en el futuro", indicó.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe