El gobierno de Cuba se mantiene en silencio sobre la evolución de un brote de cólera surgido en una localidad del oriente del país, aunque un importante funcionario insistió en la seguridad y eficiencia del sistema de salud ante contingencias de este tipo.
La única información oficial brindada hasta el momento data del 3 de este mes, cuando se admitió el fallecimiento de tres personas y la existencia de 53 casos con diagnóstico de Vibrión cholerae, la bacteria que provoca el cólera en humanos. La falta de nuevos reportes desde entonces ha dado lugar a conjeturas de todo tipo e intranquilidad en la población.
Ante una pregunta periodística sobre el tema, el jefe de la misión médica cubana en Haití, Lorenzo Somarriba, defendió el sistema de salud de su país como uno de los más seguros del mundo. "Yo creo que, al igual que en otras enfermedades, se puede controlar (el brote epidémico) muy rápidamente", comentó.
En ese sentido, el galeno consideró además que la experiencia del personal de salud que ha trabajado el cólera en Haití es una gran fortaleza de Cuba, que tiene además los medios de difusión para llegar a la población y una organización sanitaria de base como el médico y la enfermera de familia.
Al respecto, una joven madre residente en La Habana confió a IPS que esta semana fue visitada en su casa por la enfermera del consultorio de su barrio. "Me entregó varios sobres de sales de rehidratación, con la orientación de usarlos de inmediato en caso de que la niña presentara diarreas y luego llevarla al hospital", dijo.
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"La mejor forma de evitar el cólera es un buen sistema de vigilancia (epidemiológica) y que las personas adopten las medidas para no contraer la enfermedad", dijo Somarriba, quien al abundar en detalles mencionó mantener las manos siempre limpias y asegurarse de beber agua potable no contaminada.
Somarriba conversó con periodistas luego de la firma el jueves 12 en La Habana de la tercera fase de un acuerdo tripartito de colaboración y ayuda humanitaria entre Noruega, Cuba y Haití. El convenio ya suma 2,5 millones de dólares y en su actual etapa contribuirá a la sostenibilidad de los servicios médicos en territorio haitiano.
Haití fue azotado en 2010 por un devastador terremoto, tras el cual se desató una epidemia de cólera que hasta el momento costó la vida de más de 7.000 personas. "Nosotros estimamos desde hace varios meses que la epidemia pasó a su fase endémica en Haití", indicó el profesional.
Eso quiere decir que hay una reducción considerable en el número de casos, aunque estos se continúan reportando porque la bacteria Vibrión cholerae circula y, cuanto esto sucede, seguramente infecta a pobladores que viven en un país con una mala infraestructura sanitaria y sin un correcto tratamiento de todos los tipos de residuales ni garantía de agua potable, señaló.
Según el profesional, la epidemia en Haití "puede y no puede" tener relación con el brote en Cuba. Recordó al respecto que esa nación comparte la isla La Española con República Dominicana, donde se reportaron casos de cólera un mes después de que comenzó la epidemia en su vecino país. La enfermedad pasó luego a muchas otras naciones.
"De donde vino hoy (a Cuba) no se sabe, pero es un riesgo", indicó. Este país presta asistencia médica a Haití desde 1998 y actualmente mantiene allí 723 colaboradores. Para este personal existen un grupo de medidas de control internacional que se aplican cuando regresan. "Somos muy rigurosos en eso", aseguró la viceministra de Salud, Marcia Cobas.
Todo viajero con residencia en Cuba que regresa de países de riesgo, como Haití o República Dominicana, debe presentarse a su centro de salud más cercano para someterse a análisis de sangre. "Si la persona no viene cuando se le cita, la vamos a buscar a su casa", señaló a IPS la enfermera de un consultorio médico capitalino.
El Ministerio de Salud Pública informó el 3 de este mes que el brote reportado en Manzanillo, localidad de la oriental provincia de Granma ubicada unos 800 kilómetros al este de La Habana, estaba controlado, con tendencia a la reducción de casos, como resultado de las medidas higiénico-sanitarias y antiepidémicas adoptadas.
"Tengo familiares en Bayamo, capital de Granma. Me confirmaron que fueron revisados todos los pozos de agua en Manzanillo y los contaminados se clausuraron", aseguró María Cárdenas, empleada de comunicaciones. "Compré pasajes para ir en agosto de vacaciones, pero con esta situación quizás los devuelva y me quede en La Habana", agregó a IPS.
Cuba afrontó en 2009 una combinación de epidemias como la Influenza A (H1N1), la gripe estacional, el dengue, enfermedades respiratorias agudas u otras, como la conjuntivitis.
Las autoridades de sanidad indicaron que la más complicada fue la desatada por la Influenza A (H1N1), causante del fallecimiento de tres mujeres en estado de gestación.
La peor emergencia que se recuerde en las últimas décadas ocurrió en 1981, cuando una epidemia de dengue hemorrágico, exótico para América hasta ese momento, afectó a más de 300.000 personas y causó la muerte de 158 personas, de los cuales 101 eran niños y niñas.