Misión de Unasur teme derramamiento de sangre en Paraguay

La Unasur teme que haya «derramamiento de sangre» en Paraguay si el presidente Fernando Lugo es destituido por un juicio político «sumario e inapelable» del Senado, dijo este viernes 22 el secretario general temporal del bloque, Alí Rodríguez

El excanciller venezolano, quien encabeza una misión de ministros de Relaciones Exteriores de la Unasur (Unión Suramericana de Naciones) llegada a Asunción de emergencia la noche del jueves 21, dijo que el grupo es pesimista sobre su mediación porque «hay una decisión previa ante lo que poco se puede hacer».

En un comunicado, la misión del bloque que conforman los 12 países de América del Sur indicó que «no obtuvo respuestas satisfactorias» en cuanto a la preservación de los procedimientos democráticos, en el juicio político que en menos de 24 horas fue solicitado por la Cámara de Diputados, como parte acusadora, y procesado por el Senado, que ejerce de tribunal inapelable.

El texto alerta, además, que lo que está en proceso en Paraguay podría violar cláusulas democráticas de la Unasur, del Mercado Común del Sur (Mercosur), que ese país integra con Argentina, Brasil y Uruguay, y de otras organizaciones intergubernamentales de América Latina.

En un contacto con la emisora de televisión regional Telesur, Rodríguez dijo que uno de los objetivos de la misión es colaborar a que no se desate «un proceso de violencia», una vez que el Senado de a conocer su fallo, previsiblemente este mismo viernes.

En las inmediaciones de las sedes del parlamento, la Presidencia y la Vicepresidencia en la capital paraguaya, se enfrentaron este viernes ya partidarios y opositores del presidente constitucional.

La Unasur tiene cláusulas democráticas que permiten respuestas a cualquier país parte que se salga del marco institucional, incluido la expulsión o la suspensión de los acuerdos del bloque.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, calificó la crisis institucional paraguaya de golpe de Estado sin paliativos, en una percepción extendida por las cancillerías de la Unasur y que coincide con lo que ha afirmado el propio Lugo.

Los gobernantes de la Unasur que estaban participando en Río de Janeiro en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible decidieron enviar la misión de cancilleres y otros representantes, encabezada por Rodríguez.

El secretario general de la Organización de los Estados Americanos, el chileno Miguel Insulza, también manifestó su honda preocupación por la crisis en Paraguay y por el hecho de que parezca que no se garantice el debido proceso para Lugo.

El canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, integrante de la misión de la Unasur en Asunción, advirtió que el bloque estaría por tomar decisiones «que estremecerán al país» y se preguntó porqué los poderes políticos no esperan a que se realicen las elecciones generales en abril de 2013 y Lugo entregue el poder a su sucesor.

«Podríamos estar ante una situación de hecho, de golpe de Estado», consideró Rodríguez, después que la misión de la Unasur dialogó con Lugo, dirigentes del bicameral Congreso legislativo y tuvo acceso al libelo acusatorio que los diputados elevaron al Senado.

Pero Rodríguez prefirió mantener prudencia, al pedir que «no adelantemos acontecimientos».

Por ello mismo evitó profundizar sobre las medidas que podrían adoptar el grupo o los gobiernos de sus países si se comprueba que el juicio político incoado un día antes por la Cámara de Diputados es un instrumento para romper la institucionalidad y viola el derecho al debido proceso de Lugo.

Lugo, un exobispo católico de izquierda moderada, asumió la Presidencia de Paraguay el 15 de agosto de 2008, poniendo fin a 61 años de poder hegemónico de la Asociación Nacional Republicana, conocida como Partido Colorado.

Fue acusado por la casi totalidad de los diputados de faltar a sus funciones y con base a ello se pidió al Senado su enjuiciamiento inmediato, en un instrumento legal para desalojar al mandatario de su cargo, que la cámara alta acogió de inmediato, en un procedimiento de celeridad extrema, cuyo desarrollo no requiere más de 24 horas.

El presidente, quien debía culminar su mandato en agosto del año próximo, ha calificado el procedimiento como «un juicio exprés» que representa un golpe de Estado. Se negó a renunciar y decidió no concurrir al proceso en el Senado, si bien adelantó que acatará lo que se decida dentro de la legalidad.

Rodríguez explicó que la misión urgente determinada por los presidentes de la Unasur se estableció para contribuir a apoyar la superación de la crisis, con dos objetivos primordiales.

El primero de ellos era la de apoyar el respeto de la institucionalidad en Paraguay, porque su ruptura representaría «una perturbación para las democracias de toda la región», y el segundo es apoyar que el juicio al presidente se haga bajo el «respeto al debido proceso, incluido el derecho a la defensa».

El máximo funcionario de la Unasur dijo que los gobiernos del bloque están muy preocupados porque «el presidente Lugo sufra una situación de indefensión».

Agregó que los miembros de la misión «han chocado contra un muro infranqueable» en su intento mediador, cuando se entrevistaron con las dos principales fuerzas parlamentarias, el Partido Colorado y el Partido Liberal Radical Auténtico.

Este último formaba parte de la alianza que respaldaba a Lugo, hasta que pasó a la oposición recientemente y a el mismo pertenece el vicepresidente Fderico Franco, quien completaría el mandato de Lugo, de ser destituido.

«Observamos una situación de hecho», en un juicio que ya está determinado, y cuyo desenlace se produce «con extrema celeridad» y en «forma inapelable», afirmó.

Rodríguez recordó que ni siquiera la Corte Suprema de Justicia puede analizar la decisión del Poder Legislativo en los casos de enjuiciamiento político contra el presidente de Paraguay.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe