EEUU: Campaña por legalización de marihuana alcanza punto clave

Muchos estados de Estados Unidos ya adoptaron leyes para despenalizar la posesión de marihuana o legalizar su consumo con fines médicos. Pero particularmente en las últimas semanas, la campaña a favor de la liberalización del cannabis alcanzó un punto álgido.

Connecticut (noreste) legalizó el consumo de marihuana el 1 de este mes, convirtiéndose en el estado número 17 en hacerlo, además del Distrito de Columbia.

El 12 de este mes, el gobierno del estado de Washington (noroeste) anunció que cuatro dispensarios podrían distribuir cannabis con fines médicos. El uso de esa sustancia con ese destino ya era legal, pero la designación de lugares oficiales para su comercialización fue algo nuevo.

Tres días después, Rhode Island (noreste) despenalizó la posesión de pequeñas cantidades de marihuana.

También a comienzos de junio, el gobernador de Nueva York (noreste) anunció su apoyo a la despenalización del consumo de marihuana a la vista pública (en el ámbito privado no es considerado una violación penal, sino una infracción que solo recibe una multa).
[related_articles]
En Illinois (centro) y Nuevo Hampshire (noreste) se discuten legislaciones de despenalización, mientras que en Colorado (centro) y Washington hay iniciativas de consulta popular, y en otros estados se juntan firmas para referendos similares.

La campaña «28 para 2014», del Proyecto de Políticas sobre Marihuana (MPP, por sus siglas en inglés), busca legalizar el uso médico de esa sustancia en la mayoría de los 50 estados para ese año.

«Para la marihuana terapéutica, creo que las perspectivas son muy buenas», dijo a IPS el jefe de comunicaciones del MPP, Morgan Fox.

«Si hay la misma actividad el año próximo, no creo que sea para nada difícil hablar de 28 estados para 2014», añadió.

Fox señaló que había importantes diferencias entre las leyes sobre el uso clínico del cannabis y las que proponen su despenalización total.

«La despenalización es muy, muy diferente de la ley de marihuana terapéutica, en la que hay un sistema regulado para proveérsela a los pacientes», explicó.

«La despenalización no tiene que ver con el suministro, solo se refiere a (permitir) una pequeña posesión. No afecta el mercado», agregó.

Colorado y Washington, que ya tienen leyes sobre marihuana con fines clínicos y de despenalización de pequeñas cantidades, ahora consideran legislaciones que den un paso más allá, gravando con impuestos a esa sustancia como se hace con el alcohol y el tabaco, de forma que pueda ser vendida en negocios públicos.

«Hemos alcanzado un punto clave. Más de la mitad de los estadounidenses creen que la marihuana debería ser manejada de la misma forma que el alcohol o el tabaco. Al regularla, podremos asegurar que los criminales no controlen el mercado», señaló Fox.

De hecho, encuestas realizadas por las consultoras Gallup y Rasmussen concluyeron que una mayoría de residentes en Estados Unidos apoyan la tributación y la regulación de la marihuana.

Un tercio de la población estadounidense actualmente vive en algún estado donde es legal esa sustancia con fines médicos.

La asamblea legislativa de Nuevo Hampshire aprobó el uso de la marihuana con propósitos médicos, aunque la ley fue vetada a comienzos de este mes por el gobernador John Lynch, del oficialista Partido Demócrata.

Activistas ahora intentan convencer a otros dos senadores estaduales, con los que se podría anular el veto.

Para la representante nacional demócrata Evalyn Merrick, de Nuevo Hampshire, se trata de algo más que un asunto político. La congresista sufre un tipo de cáncer a la sangre llamado mieloma múltiple, y le reconoce a la marihuana el haber salvado su vida.

«Me dieron poco tiempo de vida si no me sometía a un transplante de médula ósea», dijo a IPS.

«Recibí quimioterapia por tres meses en preparación al transplante», contó. «Fue muy intensa, y el transplante exitoso. Pero el impacto fue grande en mi sistema digestivo. No podía comer. Comencé a agonizar de hambre. No podía comer ni beber».

Un amigo de su familia sugirió que Merrick intentara fumar marihuana para estimular su apetito, ya que los medicamentos tradicionales no estaban funcionando.

«Mi esposo (que es médico) tenía todo para perder al introducir marihuana en nuestro hogar. En 10 minutos, fue casi instantáneo, pedí para beber algo», dijo.

«Es tiempo de dejar de negarle a los ciudadanos lo que yo y otras personas consideramos un medicamento que salva vidas. Tenemos que reconocer su valor médico», subrayó.

«Tenemos que ser capaces de hacerla disponible. Debemos ver más allá de los temas políticos porque, honestamente, siento que ya no se trata de una polémica científica. Creo que es, de manera inapropiada, una controversia política», agregó.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe