Caracolas y corales compiten por un espacio con envases de poliestireno, envoltorios de alimentos, colillas de cigarrillos y botellas de plástico en algunas de las playas más pintorescas de Filipinas. Además, grafitis con los nombres de los últimos visitantes estropean faros y cuevas.
De lejos, muchos de los destinos turísticos del país son postales perfectas, pero de cerca chocan los rastros de visitantes irresponsables.
El turismo está en auge en Filipinas y contribuye a sacar a millones de personas de la pobreza. Pero el enorme flujo de visitantes tiene consecuencias no deseadas, como estropear, precisamente, lo que hace que valga la pena venir.
"Aunque pongamos contenedores con carteles de biodegradable y no biodegradable, la gente testaruda arroja sus envoltorios y desperdicios en cualquier lado", dijo Lina Rizon, encargada de un centro turístico en la isla de Guimaras, en la región de Bisayas Occidentales.
Además, en los últimos meses comenzaron a circular en las redes sociales fotografías de gente abusando o maltratando animales silvestres terrestres y marinos.
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En una de ellas, una niña aparecía parada sobre un tiburón ballena, en otra un pescador posaba con un delfín que tenía un anzuelo y, en otra más, un grupo de buzos aparecía sosteniendo una tortuga marina bajo el mar.
El malestar que generaron las fotografías publicadas por ciudadanos furiosos logró que dependencias locales o regionales del Departamento de Turismo tomaran rápidas medidas. Pero los agentes turísticos, visitantes y residentes descubiertos alegaron no saber que estaban haciendo algo mal.
"Una vez descubrimos a una visitante tratando de llevarse una bolsa plástica llena de estrellas de mar que había capturado en aguas cercanas al centro turístico. Le dijimos que tenía que pagar una multa de 500 pesos (unos 11,72 dólares) por cada una y optó por devolverlas al mar", relató Rizon.
Aprovechando las redes sociales
Para hacer frente al problema, Yoshke Dimen y Vins Carlos lanzaron la campaña Proyecto Huellas, que promueve el turismo responsable.
Los activistas comenzaron creando el sitio PhilippineBeaches.org para compartir su amor por los viajes y las playas. Su página de Facebook creció hasta formar una gran comunidad de 865.000 miembros.
Iniciativas como esta coinciden con uno de los temas centrales, la gestión de océanos y mares, que se discutirá durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, también conocida como Río+20, que se realizará del 20 al 22 de junio en la ciudad brasileña de Río de Janeiro.
"No basta con viajar. Debemos hacerlo siendo conscientes de nuestras responsabilidades hacia el ambiente", dijo Dimen en el lanzamiento de la campaña, en la segunda semana de mayo.
La iniciativa está dirigida a blogueros interesados en viajes, agentes turísticos y bañistas, a fin de que ayuden a difundir su objetivo.
"Impulsamos a la gente a viajar y a explorar la inmensidad de playas hermosas del país, pero también queremos que cada ciudadano sea un viajero responsable y un administrador activo de la naturaleza", dijo Dimen a IPS.
El objetivo de la campaña es crear conciencia sobre las muchas formas de minimizar el impacto humano sobre el ambiente y ofrecer pautas prácticas y específicas para ayudar a los viajeros a estar más informados, más involucrados y más en contacto con la naturaleza.
El proyecto alienta a los usuarios de Twitter a poner #LeaveNothingButFootprints (no dejes nada salvo huellas) y #ResponsibleTravel (viaje responsable) al compartir hipervínculos turísticos.
En colaboración con las organizaciones Save Philippine Seas y Earth Island Institute Philippine, el Proyecto Huellas apunta a "un ambiente turístico saludable, sostenible y exitoso, que sea disfrutado, promovido y preservado por personas con conciencia, amigables y responsables".
La iniciativa ofrece consejos para viajar de forma responsable y los comparte a través de las redes sociales.
"Los peces no emplean utensilios. Evita llevar artículos desechables a la playa. Lleva tus propios recipientes de alimentos", reza uno de los afiches de la campaña.
"Respeta la vida silvestre. Si realmente quieres un recuerdo, compra productos que no fueron fabricados con plantas ni animales amenazados o en peligro", dice otro.
Anna Oposa, una de las fundadoras de Save Philippine Seas y que aprovecha las redes sociales para abogar por un turismo responsable y por la conservación del ambiente, reclamó la participación de los jóvenes.
"El mayor problema ambiental es la apatía. No basta con que la gente se queje, tenemos que hacer algo concreto. Lo que queremos es alentarla a salvar nuestros mares con sus propias acciones", dijo Oposa a IPS.
Filipinas es el "epicentro del mundo" en materia de biodiversidad marina, es decir que la conservación, la protección y la recuperación de su mar no solo tiene importancia local, sino también internacional, según esa organización.
La entidad lanzó en Google Play, tienda de compra y descarga de aplicaciones para teléfonos móviles con sistema Android, un programa informático para ayudar a la gente a aportar su granito de arena.
En unas semanas tendrá su versión para iTunes, tienda de contenidos de Apple.
"Además de contar con una base de datos sobre sitios para bucear y puntos de venta de implementos para realizar esa actividad, los usuarios tendrán información sobre organizaciones no gubernamentales y podrán denunciar abusos y prácticas ilegales", explicó Oposa.