Jamaica gasta más de lo que gana en comprar petróleo para satisfacer la creciente demanda de electricidad, lo que aumenta las emisiones de gases invernadero. Para revertir esta situación, las autoridades convocan a privados en busca de fuentes energéticas renovables.
La mayoría de las instalaciones de generación eléctrica de Jamaica, están dentro de una franja costera de 10 metros que, según especialistas, es la más vulnerable a sufrir eventos climáticos extremos, como el aumento del nivel del mar, acelerado por el recalentamiento planetario.
Pensar fuera de la red eléctrica
Especialistas describen la economía de Jamaica, con 2,7 millones de habitantes, como «muy ineficiente desde el punto de vista energético» porque 95 por ciento de sus necesidades se cubren con petróleo importado.
La generación de electricidad se lleva 23 por ciento del crudo comprado debido, en parte, a la existencia de equipos viejos, al robo y a la ineficiencia del sistema de distribución.
Según el Worldwatch Institute, con sede en Washington, la ineficiencia obedece al alto costo de la conversión de energía y a las grandes pérdidas en la transmisión y distribución. Otro factor determinante es la demanda de la industria de bauxita y de alúmina.
«No producimos suficiente y a este ritmo terminaremos pidiendo más préstamos solo para comprar petróleo», dijo Vincent Wright, de la Universidad del Caribe del Norte.
Jamaica gastó 1.480 millones de dólares en la importación de petróleo entre enero y junio de 2011, mientras que los ingresos dejados por las exportaciones fueron de 1.300 millones de dólares entre enero y septiembre del mismo año.
[related_articles]El Banco Mundial identificó el alto costo de la energía como uno de los principales obstáculos para el crecimiento económico. Las tarifas de electricidad aumentaron 135 por ciento en 10 años, lo que superó el crecimiento anual de uno por ciento al año en igual periodo.
En un intento por aumentar el uso de energías alternativas y recortar el gasto en la compra de crudo, la Oficina de Regulación de Servicios (OUR, por sus siglas en inglés) anunció en noviembre de 2011 la posibilidad de generar electricidad a partir de fuentes renovables en forma privada y de vender el excedente al proveedor local.
Hasta ahora se presentaron 10 solicitudes para vender el exceso de energía, dijo a IPS el director de comunicaciones de OUR, Michael Bryce.
«La Ley de Iluminación Eléctrica permite a las autoridades otorgar licencias a personas que desean suministrar electricidad para cualquier fin público o privado. Quienes estén interesados primero deben tramitar la licencia para poder conectar sus instalaciones a la red nacional», explicó.
¿Plan ambicioso o quimera?
Presionado por la necesidad de recortar el gasto y de amortiguar los efectos del gran aumento del precio del crudo, el ministro de Energía, Ciencia y Tecnología, Phillip Paulwell, prometió en enero reducir las tarifas de electricidad en 50 por ciento en los próximos cuatro años.
La estrategia del ministro apunta a reducir en 60 por ciento las importaciones de crudo, y aumentar de 20 a 30 por ciento la contribución de las fuentes alternativas a la generación eléctrica, ya previsto en la política energética de 2009, para 2030.
[pullquote]1[/pullquote]Pero los tecnócratas consideran que su propuesta es una quimera. Wright, de la Universidad del Caribe del Norte, es uno de los que cree que son objetivos «extremadamente difíciles» de lograr.
«Se necesitará mucha educación, inversión en investigación y voluntad política para alcanzar la meta de 20 por ciento. También debe haber inversiones en tecnología para automatizar los negocios. Además, el sector público y privado deben hacer un uso eficiente de la energía», sostuvo Wright, al frente de la Facultad de Ciencias Naturales y Aplicadas.
Aprovechar el viento y el agua
La granja eólica estatal Wigton Windfarm agregó más de 40 megavatios a la capacidad de la red, es decir 2,6 por ciento de la generación de electricidad del tendido de este país, lo que le permite cubrir las necesidades de 50.000 hogares al mes.
«Wigton contribuye a reducir la huella ecológica del país al disminuir sus emisiones» de gases de efecto invernadero, señaló Nicole OReggio, directora de control de contaminación del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático.
Se espera que sus 32 turbinas reduzcan las emisiones contaminantes en 85.000 toneladas al año, lo que representa un ahorro de 60.000 barriles (de 159 litros) de crudo en el mismo plazo.
Jamaica gasta 77.000 barriles de petróleo por día.
Entre abril y agosto de 2011, Wigton contribuyó a reducir 2,7 millones de dólares el gasto en hidrocarburos.
Frente a la aparición de proveedores de electricidad independientes con costos inferiores, el distribuidor mayoritario Jamaica Public Service (JPS) comenzó a diversificar las fuentes de generación eléctrica.
Hay consenso entre los especialistas respecto del inmenso potencial de Jamaica para desarrollar energías alternativas, pero su explotación puede resultar un gran desafío para un gobierno con pocos recursos. Resultará difícil cumplir con los objetivos planteados.
Jamaica podrá lograrlo si existe un compromiso del gobierno e «incentivos para la instalación de sistemas de energía alternativa, mejor uso de la tecnología, mayor eficiencia en el consumo de la población, así como buenas políticas de conservación», indicó Wright.
A pesar de los desafíos, Worldwatch concluye: «Jamaica está en una posición envidiable pues tiene posibilidades para pasar rápido de ser un país dependiente del petróleo a uno independiente de la energía renovable».
* Este artículo es parte de una serie apoyada por la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN)