CAMBIO CLIMÁTICO-CARIBE: Predecir para adaptarse

Científicos cubanos que investigan el recalentamiento planetario y sus consecuencias comparten experiencias desde hace varios años con el resto del Caribe insular, empeño en el que el uso de Precis, un modelo de pronóstico climático regional, resulta fundamental para avanzar en políticas de adaptación.

Precis (Provinding Regional Climates for Impacts Studies) es un sistema de modelado climático regional desarrollado por el Hadley Center, de la Oficina de Meteorología de Gran Bretaña, cuya aplicación en el área comenzó en 2003, explicó a IPS el director científico del Instituto de Meteorología, Abel Centella.

En su opinión, el pronóstico científico es fundamental para definir políticas de adaptación, pero un país no puede enfrentar solo ese reto. Por tanto, Centella viajó a Nicaragua para adiestrar a especialistas de ese país en el uso de este modelo.

IPS: ¿En qué consiste este sistema y cuál es su importancia?

ABEL CENTELLA: Los modelos climáticos son la mejor herramienta de que dispone la ciencia actualmente para explicar qué va a suceder con el clima en el futuro.

Dicho de forma muy breve, un modelo climático es un programa de computadora que representa tridimensionalmente todo lo que sucede en la atmósfera, los océanos, la superficie terrestre y las capas cubiertas por hielo.
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IPS: ¿Diría que a partir de la capacitación y el uso regional de este modelo se fortaleció la integración y el intercambio académico entre Cuba y el resto del Caribe?

AC: Desde el principio promovimos que Precis llegara a toda la región, no solo a Cuba. De modo que, con las relaciones que ya empezaban a fortalecerse mucho con el Centro Comunitario Caribeño de Cambio Climático (CCCCC) y con la Universidad de las Indias Occidentales, acordamos entre todos que esta isla fuera la sede del taller de capacitación para la aplicación del modelo climático.

Vinieron expertos de países de la región y hasta sudamericanos, como Perú, por ejemplo.

Pasado el tiempo, algunos permanecieron, otros no. Pero el soporte ha sido el CCCCC, creado por acuerdo de los jefes de Estado de la Comunidad del Caribe (Caricom) para atender las investigaciones del cambio climático en toda la región. Es un centro que no tiene presupuesto de gobierno, sino que se apoya en proyectos.

Cuba no pertenece al CCCCC porque no es miembro de la Caricom. Sin embargo, tenemos un fuerte vínculo, lo que nos ha permitido agruparnos y compartir experiencias, resultados y hasta frustraciones cuando algo le ha salido mal a alguien. Así es como hemos avanzado hasta hoy.

IPS: ¿Podemos entender este esfuerzo como parte de un sistema de alerta temprana?

AC: No tanto, porque la alerta temprana tiene una escala temporal más inmediata. Lo que nosotros estamos haciendo es producir información para facilitar desde ahora la adopción de acciones que reduzcan los impactos en un futuro y adaptarse al cambio climático.

Es decir que toda esta información puede permitir a quienes toman decisiones empezar desde ahora a pensar y a implementar opciones que impidan o minimicen los impactos del clima futuro. El análisis de toda esta información y las conclusiones que la ciencia pueda aportar desde ahora, sin dudas ayudará en esta dirección.

IPS: ¿Qué países del Caribe insular pueden ser más vulnerables que otros al cambio climático?

AC: Bueno, la vulnerabilidad tiene variables que no son físicas, sino sociales y económicas, porque dependen del nivel de desarrollo. Por ejemplo, la de Haití es terrible.

También cuentan las dimensiones. Es difícil que un solo ciclón tropical impacte a todo el territorio cubano, pero si pasa por encima de cualquiera de las islas pequeñas acaba con todo. A veces este fenómeno es más grande que la propia isla.

En el tema físico, hemos observado ciertas diferencias en cuanto al futuro de las precipitaciones.

Hay zonas del Caribe donde los modelos están concluyendo y coincidiendo con mucha fuerza en que las precipitaciones van a ser mucho menores que las de hoy, es decir que va a haber un impacto grande sobre los recursos hídricos, y hay otras áreas en que no nos indican eso con tanta intensidad.

En el caso del incremento de la temperatura, no hay básicamente diferencia, o sea que a todo el mundo le va a subir de manera importante.

Los resultados que vemos indican que para final del siglo XXI, digamos en 2080, la temperatura puede ser de hasta cuatro grados mayor, hay estimados de que para 2050 llegue aproximadamente a dos grados.

Los modelos también están indicando que, en periodos más cercanos como 2020 o 2040, puede haber incrementos de la temperatura superiores a uno o dos grados en esta región.

IPS: ¿En resumen, hacia dónde apuntan los mayores desafíos del Caribe insular en materia de adaptación al cambio climático?

AC: En mi opinión, el ascenso del nivel medio del mar es el mayor desafío que se puede afrontar, seguido de la sequía.

IPS: ¿En esos casos, qué recomienda la comunidad científica?

AC: Primero, no esperar para empezar a actuar. Yo pienso que Cuba es ejemplo en eso. Los que toman las decisiones crearon facilidades y fortalezas en los procesos de investigación que son los que pueden brindar información para indicar por dónde van las cosas y qué se puede hacer. Lo más importante es que se nos escucha.

Un ejemplo reciente de esto es que el propio presidente de Cuba, Raúl Castro, pidió que se estudiaran los eventuales escenarios, como por ejemplo qué representaría para el país que el mar subiera un metro o 50 centímetros su nivel, qué pasaría con los recursos naturales de las zonas costeras, las playas y con los asentamientos humanos.

También la preocupación era por los recursos hídricos, qué pasaría con los lugares costeros más importantes desde el punto de vista socioeconómico, porque, si bien existen muchos asentamientos de este tipo, no todos tienen la misma importancia ni están habitados.

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