La VI Cumbre de las Américas culminó en esta ciudad de Colombia sobre el mar Caribe sin declaración final de consenso y con los asuntos más espinosos de las relaciones continentales expuestos sobre la mesa.
Argentina, Bolivia y Venezuela abandonaron la reunión formalmente.
El mandatario de Colombia y anfitrión de la Cumbre, Juan Manual Santos, tuvo que limitarse a presentar un resumen verbal de los debates y de los mandatos aprobados sobre los cinco ejes temáticos de la reunión: mitigación de los desastres naturales, cooperación en materia de seguridad ciudadana, integración en infraestructura, uso de tecnologías de la información y las comunicaciones, y erradicación de la pobreza y la desigualdad.
Los dos párrafos de la declaración final que se referían a Cuba fueron rechazados por Estados Unidos y Canadá. El texto daba cuenta del deseo de América Latina y el Caribe de que a los próximos encuentros continentales se invite a esa isla caribeña y manifestaba rechazo al embargo que Washington mantiene contra Cuba desde hace más de 50 años.
Los desacuerdos, tal como había anticipado IPS, giraron también en torno a otros temas no incluidos en la agenda oficial: el reclamo argentino de soberanía sobre las australes Islas Malvinas, tema que aparentemente no fue debatido en las sesiones, y el ostensible fracaso continental de la guerra contra las drogas, que sí se discutió.
En materia de narcotráfico, se acordó crear un Sistema Interamericano de Lucha contra el Crimen Organizado. La Organización de los Estados Americanos (OEA) será encargada de ponerlo en marcha en un año.
El punto de partida serán reuniones de expertos sobre diferentes enfoques para esa lucha, incluida la despenalización que han planteado varios países, encabezados por Guatemala. Se convocará a instituciones como la Organización Panamericana de la Salud para que presenten sus posiciones en materia de salud y consumo de drogas.
La propuesta fue de México, según explicó su presidente, Felipe Calderón. Ese país, que vive una sangrienta guerra al narcotráfico, acogerá y financiará a la entidad que coordine las iniciativas del Sistema.
"Que no se llegue en todo a acuerdos es más que normal, ¿quién iba a pensar que se iba a llegar aquí a un acuerdo sobre Malvinas o Cuba?", justificó Santos en su comparecencia final tras las sesiones de la Cumbre el sábado 14 y el domingo 15 en Cartagena de Indias.
Es probable que Santos firme en solitario el resumen de la cumbre.
La fórmula de la V Cumbre, celebrada en 2009 en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago, fue dejar que el primer ministro de ese país, Patrick Manning, firmara, solo, un resumen de 67 páginas y nueve epígrafes sobre asuntos "importantes, ninguno prioritario", analizó en ese entonces el sociólogo argentino Juan Tokatlián.
Hasta ese momento, todas las cumbres de las Américas, creadas en 1994 y que se han realizado cada tres años, terminaban con una declaración final consensuada.
En Puerto España, el carisma del recién investido presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo que los asistentes reconocieran que el estadounidense había sido el protagonista.
"Es la cumbre de Obama", dijo en esos días el entonces presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Sin embargo, entonces como ahora, el asunto del bloqueo a Cuba atravesó el encuentro.
En esta ocasión, quien dio la alerta temprana sobre la falta de consenso fue el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien decidió no asistir a la reunión. En carta a Santos el 2 de abril, recordó precisamente que la exigencia en torno a Cuba venía desde Puerto España.
"No soy alguien que trae a la mesa todo el peso del pasado, y quiero ver estos problemas de una manera fresca y nueva", dijo Obama el domingo en una conferencia de prensa junto a Santos.
Pero, al parecer no fue así. Además de quedar a la defensiva en cuanto a Cuba, Obama no ha logrado cambios significativos en las relaciones con América Latina. Y en Cartagena de Indias su presencia se vio afectada por el escándalo de 11 agentes de su Servicio Secreto, enviados de regreso a su país por, supuestamente, haber llevado prostitutas a sus habitaciones de hotel.
"Con foto de familia, pero sin declaración final", tituló el domingo 15 el comunicado oficial del gobierno de Argentina, luego de que la presidenta de ese país, Cristina Fernández, se retirara en forma anticipada.
La foto oficial fue tomada a las 10:12 de la mañana hora local junto a la catedral de San Pedro Claver, en el centro de Cartagena, y Fernández se marchó. Fue entonces cuando trascendió el retiro formal argentino de la Cumbre.
El canciller de ese país, Héctor Timerman, aseveró sin embargo que la mandataria "se fue satisfecha" y dio a entender que, como dijo Santos en sus declaraciones finales, ya estaba previsto que Fernández se fuese tras la foto, porque tenía "asuntos importantes pendientes".
Se le unió poco después el presidente de Bolivia, Evo Morales, en "solidaridad", aunque no fue una acción concertada, sostuvo su ministra de Comunicaciones, Amanda Dávila.
También se retiró formalmente la delegación de Venezuela.
"Más que una decepción, es una constatación de que estas cumbres deben tener un manejo distinto y que países como Estados Unidos y Canadá no puedan definir, por su peso económico, lo que piensan más de 30", evaluó Dávila.
Esto produce "inquietud y decepción" para el continente, dijo.
"Hay una sensación positiva por haber mediado entre Estados Unidos y otros países", dijo Santos en la rueda de prensa final, y agregó que no se puede hablar de "fracaso".
La analista uruguaya Laura Gil, ex profesora de la Academia Diplomática San Carlos adscrita a la cancillería colombiana, hizo para IPS un listado de "ganadores" y "perdedores" de la VI Cumbre.
Según Gil, los "ganadores" son, en primer lugar, Cuba, porque sin pedirlo fue la protagonista. Ecuador, porque no estuvo, pero puso sobre la mesa el asunto central. Y América Latina, porque hizo una manifestación de autonomía frente a Estados Unidos.
En tanto, los "perdedores" son Estados Unidos, porque no pudo imponerse, como ha sido usual. Y Colombia, que no logró perfilarse como líder regional, puesto que una cumbre como esta se le salió de las manos.
Para el mexicano Calderón, si bien Cuba y Malvinas son importantes, los temas medulares para el continente y las relaciones hemisféricas son el desarrollo y cómo avanzar hacia él en forma común.
El mandatario citó a la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena, quien en su discurso, el sábado 14, pronunció según Calderón la frase clave de la Cumbre: "El paradigma hoy es igualar para crecer y crecer para igualar".