Jazz pakistaní amplía sus fronteras

La censura a la música en nombre del Islam en Pakistán llevó al violinista Pappu a abandonar su instrumento y a poner un puesto de venta de té. Pero ahora junto a otros músicos integra uno de los conjuntos más sorprendentes que se haya visto en años en este país.

Ensayo en los Estudios Sachal. Crédito: Zofeen Ebrahim/IPS
Ensayo en los Estudios Sachal. Crédito: Zofeen Ebrahim/IPS
Él y otros colegas sobrevivieron al régimen islamista de Mohammad Zia ul-Haq, quien encabezó una dictadura entre 1978 y 1988, y a la persecución del Talibán. Ahora lograron formar un conjunto de músicos exquisito.

Se reúnen en una pequeña calle polvorienta de la oriental ciudad de Lahore, plagada de salones de exposición de automóviles y en la que pocos saben que el grupo sorprendió el año pasado al mundo de la música internacional con su interpretación del tema jazz "Take Five".

Su versión de esa composición de Paul Desmond, popularizada en 1959 por el grupo estadounidense The Dave Brubeck Quartet, ocupó los primeros puestos en la lista de discos de jazz del reproductor de medios de Apple, iTunes, en Gran Bretaña y Estados Unidos.

La nueva versión fue presentada en el marco de un tributo al propio pianista Dave Brubeck por su 90 cumpleaños. "Escuchar esa versión exótica me trae maravillosos recuerdos de Pakistán, donde mi cuarteto tocó en 1958", escribió el veterano músico estadounidense. Fue una "grabación de lo más interesante y diferente" de la original, observó.
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Los músicos tocaron con chelos y violines, pero también con instrumentos membranófonos típicos de Asia meridional como la tabla y el dholak. Así, aportaron al jazz un indefinible pero omnipresente sabor regional, como lo hacen con cualquier género que interpreten.

Los músicos, que ensayan y graban en los Estudios Sachal, actuarán en Londres el martes 17 de este mes en un concierto previo a los Juegos Olímpicos, con entradas agotadas.

A uno de los integrantes del conjunto, Izzat Majid, empresario que volcó todo su dinero en su pasión, no le gusta etiquetar la música que hace. No la considera híbrida ni una fusión. Tampoco es alguien que trate de revivir una música de antaño.

A lo sumo se "la puede llamar contemporánea", dijo a IPS, señalando a los maestros reunidos en el estudio para ensayar bossa nova, género brasileño que mezcla samba y jazz.

Majid, de 60 años, es el dueño del estudio de última generación, empresa a la que se le unió su viejo amigo Mushtaq Sufi, de 62 y jubilado de la estatal Televisión de Pakistán.

Majid es el guitarrista del grupo. Es acompañado por un chelo y un trío de percusionistas, quienes con sus dedos y la base de la palma de la mano crean intricados ritmos con la tabla, el dholak y el mridangam, otro instrumento de percusión de la región. Luego entra un flautista solista.

El conjunto es quizá la "crème de la crème" de la música pakistaní. "No se puede juntar mejores músicos bajo un mismo techo, Sachal lo logró", señaló el ingeniero de sonido, Munir Kaukab.

Juntos crean temas cautivantes en los que Brasil se encuentra con Pakistán.

"Hacemos lo que nos gusta", observó Majid. No le preocupa concentrar la atención de poca gente. "De todas formas el jazz tiene un pequeño mercado" en Pakistán.

Sachal, inspirado en los estudios Abbey Road, de Londres, "recupera viejas formas y les da un color contemporáneo", señaló el crítico Sarwat Ali

El estudio evita lo comercial. "No trabajamos para nadie ni rentamos el lugar", señaló Sufi. "El que trabaja aquí es libre de hacerlo donde le plazca". Pero muy pocos querrán abandonar los equipos y la calidad de Sachal, señaló Kaukab.

El jazz es predominante entre los géneros que produce Sachal. "Le da un nuevo formato al jazz al incorporar instrumentos orientales que permanecen fieles a sus tradiciones", dijo a IPS el flautista Baqir Abbas, de 37 años, quien toca desde los 12.

Desde que comenzó en 2003, Sachal revivió las moribundas "tradiciones de grabación en estudio", predominantes antes de la irrupción de la tecnología, señaló Abbas.

"Sigue siendo el único estudio en Pakistán donde la música se graba en su forma más pura, sin computadoras que hagan ajustes", remarcó.

Al igual que en materia de géneros musicales, Sachal es inclusivo con los músicos con los que prepara el concierto de Londres. Además de los pakistaníes, "tendremos entre 10 y 12 más de Inglaterra, Italia e India", indicó Sufi.

Tocarán principalmente jazz y versiones de composiciones brasileñas, así como algunos raga indios tradicionales, y ahora pakistaníes, con estilo de jazz. "Ya preparamos unos 13 temas", dijo a IPS.

Los Estudios Sachal concentran a muchos músicos clásicos perdidos en el barullo de la música electrónica y digital. Es un espacio en el que hacen lo que les gusta y encuentran una forma de vida.

Violinistas como Pappu se vieron particularmente afectados por el deterioro de la industria cinematográfica pakistaní de los años 80. El violín fue reemplazado por el rock y el pop.

De hecho, cuando se creó Sachal solo pudieron encontrar 10 violinistas en Lahore. En estos nueve años aparecieron unos 30.

"Creo que esa es su mayor contribución y servicio a nuestra música", subrayó Arshad Mahmud, un importante compositor que organiza orquestas desde hace casi 30 años.

Los Estudios Sachal produjeron más de 30 discos de varios géneros, desde folclore local hasta jazz. El conjunto ahora debe "prestar atención al mercado y hacer música accesible a un público mayor", opinó Sarwat Ali.

El conjunto recibió propuestas de varios realizadores internacionales para hacer un largometraje sobre sus esfuerzos por revivir la música clásica en Pakistán. "Es un proyecto, y estamos estudiando la mejor forma de plasmar la idea", confirmó Sufi, sin dar nombres.

"Estamos abiertos a este tipo de ideas", remarcó.

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