La activista birmana Aung San Suu Kyi, legisladora electa por la Liga Nacional para la Democracia (LND), se negó este lunes 23 a ocupar su banca en el nuevo parlamento por discrepancias con el texto sobre el cual debía jurar.
Suu Kyi y otros miembros de su partido se negaron a viajar a la capital, Naypyidaw, para participar de la sesión inaugural el parlamento este lunes.
La LND quiere que se cambie el texto sobre el cual deben jurar los nuevos legisladores: en lugar de comprometerse a «salvaguardar la Constitución», proponen «respetar la Constitución».
El partido de Suu Kyi «no está llamando a un boicot, aunque en los hechos es realmente eso», dijo el corresponsal de la cadena árabe Al Jazeera en Naypyidaw, Wayne Hay.
Los legisladores de la LND «no aparecieron en las sesiones parlamentarias de hoy. Ni siquiera hicieron el viaje desde la antigua capital, Rangún, hasta Naypyidaw», agregó.
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«Ya tuvimos una sesión en la Cámara Alta y no hubo señales de la LND. El tema del boicot ni siquiera estuvo en la agenda oficial», indicó.
La LND solicitó al Tribunal Constitucional que cambiara el texto del juramento, y Suu Kyi le escribió al presidente Thein Sein pidiéndole que redactara uno nuevo.
Elecciones históricas
Suu Kyi, quien pasó gran parte de las últimas dos décadas bajo arresto domiciliario por orden del régimen militar, se postuló en los últimos comicios con la promesa de reformar la Constitución.
Su partido se quedó con 43 de los 45 escaños que estaban en disputa en los históricos comicios del 1 de este mes, que le dieron a Suu Kyi, premio Nobel de la Paz, su primer asiento en el parlamento.
El presidente Thein Sein señaló este lunes, en el marco de una visita de cinco días a Japón, que no tenía planes de cambiar el texto del juramento.
El mandatario dijo a periodistas en Tokio que le gustaría «recibir» a Suu Kyi en la asamblea legislativa, pero que dependía de ella si quería ocupar su banca.
Analistas coinciden en que el presidente necesita a la oposición en el parlamento, dominado por el gobernante Partido de la Unión, la Solidaridad y el Desarrollo, apoyado por los militares, para tener legitimidad internacional.
La junta militar birmana cedió el poder a un gobierno semicivil luego de que llovieran acusaciones de fraude en las elecciones de noviembre de 2010. El nuevo gobierno, encabezado por Thein Sein, liberó a cientos de prisioneros políticos e introdujo una serie de reformas, flexibilizando los controles a la prensa, permitiendo la formación se sindicatos y la realización de protestas, iniciando conversaciones con rebeldes de minorías étnicas y adoptando cambios económicos.
«Sensación de traición»
«Parece ser algo bastante pequeño. Es (una disputa) por una palabra, y no necesariamente por principios», opinó Bridget Welsh, profesora adjunta de la Universidad de Administración de Singapur.
«La mayor parte de la comunidad internacional reconoce que hay problemas mucho más serios en el país, como la pobreza, el desarrollo, etcétera», dijo a Al Jazeera.
«Esto podría generar inquietud en la comunidad internacional. También a nivel local, porque creo que será muy difícil explicarle esto a las personas comunes que votaron por ella, podrían tener una sensación de haber sido traicionadas», sostuvo.
«Finalmente, por supuesto, esto podría socavar la relación de confianza que ha impulsado el proceso», alertó.
El juramento es un apéndice de la Constitución, y no está claro si puede ser cambiado sin la aprobación de 75 por ciento del parlamento.
La carta magna destina automáticamente 25 por ciento de los asientos parlamentarios a representantes de los militares, algo que la LND critica por ser antidemocrático.
También prohíbe que accedan a la Presidencia personas que sean o tengan familiares extranjeros. Esto impide que Suu Kyi se convierta eventualmente en presidenta, dado que se casó con un ciudadano británico.
La nueva crisis en el parlamento se produjo justo cuando Japón anunció que perdonaría 3.700 millones de dólares de la deuda birmana y reanudaría la asistencia al país.
Mientras, la Unión Europea anunció que levantaría la mayoría de las sanciones que aplicó a Birmania, considerando las «notables» reformas del gobierno de Thein Sein.
* Publicado en acuerdo con Al Jazeera.