A pesar de que ha quedado demostrado que la privatización del agua es perjudicial para los pobres, una cuarta parte de los fondos del Banco Mundial van directamente a corporaciones de ese sector, señala un informe divulgado este lunes 16.
La investigación asegura que el Banco Mundial apoya a las empresas privadas del agua pasando por encima de gobiernos y de sus propios estándares de transparencia.
Las poblaciones de muchos países del Sur en desarrollo tienen dificultades para acceder al agua potable, y el enfoque para remediar este problema ha sido depender cada vez más de empresas privadas.
Pero esto ha sido pernicioso, según el informe, publicado por la organización no gubernamental Corporate Accountability International (CAI), con sede en Estados Unidos.
La CAI exhortó al Banco Mundial a dejar de financiar el sector privado en el agua y a cambiar la dirección de los fondos para enfocarlos en instituciones públicas y democráticamente responsables.
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La divulgación del informe, titulado "Shutting the Spigot on Private Water: Case for the World Bank to Divest" (Cerrándole el grifo al agua privada: argumentos para que el Banco Mundial desinvierta), coincide con el inicio de las reuniones de la primavera boreal que realiza ese organismo multilateral con el Fondo Monetario Internacional.
La Corporación Financiera Internacional (CFI), rama del Banco dedicada a fomentar el desarrollo económico a través del sector privado, invirtió 1.400 millones de dólares en empresas del agua desde 1993, según el estudio.
Para enero de 2013, las inversiones crecerán a 1.000 millones de dólares por año. El informe también señala que, por cada dólar que la CFI vuelca en un proyecto, atrae entre 14 y 18 dólares en inversiones privadas complementarias.
Esto explica por qué el Banco Mundial y la CFI siguen financiando a corporaciones privadas del agua, aun cuando cerca de un tercio de todos los contratos firmados entre 2000 y 2010 fracasaron o están en peligro de fracasar, cuatro veces más que en el caso de proyectos de infraestructura en los sectores de electricidad y transporte, según la CAI.
"Un tremendo fracaso"
"En vez de concentrarse en garantizar el acceso a agua potable y económicamente asequible, el Banco Mundial promueve medidas que hará más cara el agua para los consumidores", señala por su parte un informe de 2010 de la organización no gubernamental Food and Water Watch.
El alto costo también puede ser definido en términos humanos. El mismo informe señala que la mala calidad del agua y del saneamiento permite la propagación de parásitos que "son la principal causa de enfermedades y muertes en el mundo en desarrollo".
La CAI también critica varios conflictos de intereses, como el hecho de que el Banco Mundial sea dueño de empresas del agua mientras a la vez se presenta como consejero imparcial.
Al final de cuentas, el "Banco Mundial ha sido el motor detrás de esta invasión corporativa en los sistemas y en los servicios del agua", indica en su sitio web.
El Banco Mundial estimula a los países a que privaticen sus sistemas de agua o los modifiquen para que se centren en hacer ganancias, señaló CAI.
El organismo multilateral también promueve el desarrollo de infraestructuras que ofrecen ventajas para los "usuarios de grandes corporaciones por encima de los (intereses de los) individuos o las comunidades".
"En medio de una crisis mundial del agua, el Banco está derrochando los recursos necesarios para salvar millones de vidas", dijo la directora ejecutiva de CAI, Kelle Louaillier.
"Sus estatutos establecen que debe ayudar a los que tienen más necesidad, pero su apuesta financiera a las corporaciones del agua está creando perversos incentivos que socavan la propia misión del Banco", añadió.
Según CAI, las privatizaciones perjudican a los más pobres, limitando el acceso al recurso y socavando los derechos humanos, como ocurrió en Manila, Filipinas.
El Banco Mundial ayudó al gobierno filipino a diseñar un plan de privatización. "Años después, muchos residentes (de Manila) aún carecen de agua, y los problemas de acceso se agravaron", señaló Shayda Naficy, experta de CAI.
"La CFI llama a eso éxito, y lo ha sido para sus inversores. Pero es un tremendo fracaso desde la perspectiva de los residentes y su derecho al agua", indicó.
Mientras, un portavoz del Banco Mundial dijo a IPS que el informe de CAI desvirtuaba el papel del organismo multilateral y carecía de profundidad. "Los servicios de financiación y asesoramiento de la CFI le han asegurado agua potable y saneamiento a más de 20 millones de personas hasta 2011", destacó.
Reforma improbable en el Banco Mundial
"Si cambian las jerarquías, existe la posibilidad de que el Banco cambie su curso", dijo Louaillier, horas antes de que fuera elegido este lunes 16 el nuevo presidente del organismo, Jim Yong Kim, estadounidense de origen surcoreano.
El candidato de Washington prevaleció sobre otros que recibieron un importante apoyo político: la ministra de Finanzas de Nigeria, Ngozi Okonjo-Iweala, y el exministro de Finanzas colombiano José Antonio Ocampo. El Banco Mundial siempre ha tenido presidentes de nacionalidad estadounidense.
Hace un año, el entonces presidente del organismo, Robert Zoellick, declaró que el mundo necesitaba una "nueva geopolítica para una economía multipolar, en la que todos estén representados equitativamente en asociaciones a favor de las mayorías, y no en clubes para pocos".
En su opinión, la crisis financiera global marcó el fin de los viejos paradigmas sobre economía y desarrollo. Como consecuencia, categorizaciones como "Primer Mundo" o "Tercer Mundo", "donantes" o "beneficiarios", "líderes" o "liderados", ya "no encajan", señaló.
Sin embargo, estas ideas no parecen reflejarse dentro mismo del Banco.