MALÍ: Junta militar coquetea con la sociedad civil

La mayoría de los representantes políticos de Malí se han distanciado hasta ahora de los golpistas que esta semana derrocaron al gobierno. Sin embargo, varias figuras, incluso religiosas, ya muestran disposición a trabajar con el nuevo régimen.

Luego del golpe contra el presidente Amadou Toumani Touré, que se inició en la noche del miércoles 21, las nuevas autoridades se han acercado a los partidos políticos y la sociedad civil.

El capitán Amadou Sanogo, presidente del recién creado Comité Nacional para la Restauración de la Democracia y el Estado, que funge como órgano ejecutivo, se reunió con varias personalidades de la sociedad civil apenas horas después del anuncio del golpe en la televisión nacional, el jueves 22.

Entre estas figuras se encuentra el presidente del Alto Consejo del Islam, imán Mahmoud Dicko, quien dijo por televisión que los golpistas le habían asegurado que querían trabajar con todas las agrupaciones nacionales.

Uno de los primeros partidos políticos en expresar su apoyo al nuevo régimen es Solidaridad Africana para la Democracia y la Independencia (SADI), cuyo líder, Oumar Mariko, confirmó su posición en un comunicado leído ante cámaras.
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Mariko se declaró listo para participar en un gobierno de unidad nacional formado por la junta militar que condujo el golpe.

Otros dirigentes políticos y varias organizaciones de la sociedad civil también apoyaron a la junta.

El golpe fue ejecutado por soldados de la base militar de Kati, a 15 kilómetros de Bamako. Se inició con un motín en la noche del miércoles 21 y luego con la toma de la sede de la televisión nacional de Malí y del aeropuerto, pasando entonces a atacar la residencia del presidente, donde al principio los guardias se resistieron.

Pero Toumani Touré había abandonado el palacio presidencial antes de la llegada de las tropas rebeldes, y su paradero se desconoce hasta este viernes 23.

Varios ministros del derrocado gobierno fueron arrestados. Entre ellos, la primera ministra, Mariam Kaïdama Sidibé, el ministro de Relaciones Exteriores, Soumeylou Boubèye Maïga, el ministro de Administración Territorial, Kafougouna Koné, y el ministro de Defensa, Sadio Gassama.

También están bajo arresto dos candidatos presidenciales que se postulaban para los comicios del 29 de abril: el ex primer ministro Modibo Sidibé y el presidente del Consejo Económico y Social, Jeamille Bittar.

Las nuevas autoridades prometen que los prisioneros serán tratados bien. "Pero mientras yo permanezca al frente de este movimiento, ellos tendrán que responder ante un tribunal competente por sus acciones", dijo el jueves el capitán Sanogo por televisión.

Los golpistas no son muy conocidos en Malí y tampoco ocupaban puestos importantes en el comando militar. De la veintena de miembros del Comité Nacional para la Restauración de la Democracia y el Estado, los soldados de más edad son Sanogo y el teniente Amadou Konaré, portavoz del grupo.

En un comunicado leído por televisión, Konaré justificó el golpe como una respuesta a la "inacción" del régimen "incompetente" de Toumani Touré, que no dio al ejército recursos adecuados para combatir la rebelión de los tuaregs en el norte del país.

Los líderes de la junta llamaron a las Fuerzas Armadas y a los servicios de seguridad que luchan contra los tuaregs a continuar la batalla en el norte, e instaron a sus camaradas de armas de otras guarniciones que se les unieran. También ordenaron a los empleados públicos retornar a sus puestos el martes 27.

Pese a que Toumani Touré (conocido por sus iniciales ATT) ya había escapado, durante la noche del jueves y en la madrugada de este viernes se oyeron disparos en distintas partes de la capital.

"Amadou Sanogo es el nuevo presidente de la República, pero otros soldados todavía apoyan a ATT", dijo Samba Guido, habitante del barrio capitalino de Baco Djicorni, a IPS.

Aunque el gobierno del expresidente iba a concluir el 8 de junio, muchos residentes de la ciudad no parecen sorprendidos por el golpe, tras los reveses del ejército en el norte.

Younouss Hamèye Dicko, un político que apoyó a Toumani Touré en 2002, dijo que la falta de acciones decisivas contra la insurgencia tuareg había resultado fatal para el gobierno, que no tomó medidas oportunas para resolver la inseguridad en el norte.

Un portavoz del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA), que libra una guerra por la independencia del norte de Malí desde enero, saludó el golpe el jueves 22.

Pero hasta ahora no hubo contacto entre las nuevas autoridades y los rebeldes tuaregs.

"El MNLA continuará su ofensiva para expulsar al ejército de Malí y a su administración de todas las ciudades de Azawad, la región natural de Malí y cuna de los tuaregs", señaló este viernes 23 el sitio web Temoust, de ese pueblo.

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