Cuba nunca pidió ser invitada a una Cumbre de las Américas, aclaró el canciller Bruno Rodríguez, al explicitar este jueves 8 la postura de este país ante el reclamo de algunos gobiernos contra la exclusión de La Habana de esas citas hemisféricas.
Rodríguez precisó además que el "consenso" al que se refirió el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en su visita relámpago a La Habana para tratar el asunto, depende de Estados Unidos, cuyos principales portavoces se pronunciaron nuevamente contra la eventual asistencia cubana a ese encuentro.
El miércoles, Santos visitó la capital cubana por algunas horas para entrevistarse con el presidente Raúl Castro y el mandatario venezolano, Hugo Chávez, quien se recupera de una segunda operación para extirparle un tumor cancerígeno. Cuba y Venezuela son fundadoras de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Los presidentes Rafael Correa, de Ecuador, y Evo Morales, de Bolivia, propusieron a sus demás pares de ese esquema subregional de integración ausentarse de la VI Cumbre de las Américas, a celebrarse en abril en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, si el gobierno cubano no era invitado. Además de esos cuatro países, el ALBA incluye a Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas.
En un comunicado, el mandatario colombiano dijo apreciar "de veras" el "deseo" del gobierno cubano "de hacer parte de esa reunión", pero no hubo consenso para extenderle una invitación. También agradeció su "comprensión" y su "manifestación generosa de no querer crear un problema ni para la Cumbre ni para Colombia".
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"Todos entendemos" que ese consenso "depende de la autorización de Washington", aclaró Rodríguez, quien reiteró que la postura de Cuba quedó clara en la reunión de jefes de Estado y de gobierno de los países del ALBA en Caracas, el 5 de febrero, a la cual asistió el presidente Castro.
En ese encuentro, Castro comentó que "jamás" habría reclamado medidas como las propuestas en esa reunión, pero apoyaba el planteamiento de Correa, Morales y otros de "actuar para que cese la exclusión de Cuba, posición que consideramos muy justa", recordó el canciller.
El jefe de la diplomacia cubana defendió esa postura de los países del ALBA como "sólida y unánime" en demandar, además, que el tema se trate en profundidad en Cartagena. Pero rechazó que se trate en un segmento privado y en ausencia de Cuba.
Según Rodríguez, los cancilleres del ALBA continuarán analizando esta situación para coordinar acciones, tanto dentro de ese esquema subregional como con los demás gobiernos de América Latina y el Caribe, sin excepción.
"América Latina ya no acepta y construye un proyecto de soberanía e integración regional que Estados Unidos no puede impedir, aunque tratará de hacerlo. La presencia de Cuba en Cartagena, desde la distancia, será inocultable, como ocurrió en el año 2009", en la V Cumbre que tuvo por sede Puerto España, comentó.
El contexto regional favorece a Cuba en este incidente a partir de la constitución en diciembre de 2011 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), estimaron analistas cubanos consultados por IPS.
"La Habana no estará en Cartagena, pero en 2013 recibirá de Chile, bajo el gobierno del derechista Sebastián Piñera, la presidencia pro tempore de ese nuevo mecanismo de integración cuya mayor virtud para Raúl Castro radica en su 'independencia' de Estados Unidos", dijo una de las fuentes.
En la reunión fundacional de la Celac, Castro reconoció que los gobernantes allí reunidos carecían de "un ideario plenamente homogéneo" y no coincidían en todas las posiciones políticas, pero tras asumir esa realidad, era posible trabajar "en un clima de respeto y cooperación".
La Celac agrupa a 33 naciones de América Latina y el Caribe, donde viven más de 580 millones de habitantes. La región posee importantes recursos naturales y buenos índices de crecimiento, pero exhibe graves desigualdades en la distribución de la riqueza y cerró 2011 con 174 millones de pobres.
En junio de 2009, la Organización de los Estados Americanos (OEA) derogó por consenso la resolución de 1962 que mantenía a Cuba suspendida de ese foro continental.
Pero el gobierno de Castro rechazó el retorno a la OEA y anunció su opción de fortalecer, expandir y armonizar los mecanismos de integración representativos de la región, incluyendo a todo el Caribe insular.
Las Cumbres de las Américas surgieron en Miami en 1994, como plataforma política para el desarrollo del Área de Libre Comercio (ALCA), recordó el ministro cubano Rodríguez.
En la cuarta cita, celebrada en la ciudad argentina de Mar del Plata en 2005, el proyecto del ALCA fue enterrado por Chávez y el entonces presidente de ese país, Néstor Kirchner.