Ningún camino conduce al condado chino de Motuo, en la Región Autónoma del Tíbet, donde tampoco hay oficina de correo ni periódicos. El único vínculo de sus 10.000 habitantes con el exterior es una emisora de radio.
La Estación de Radio del Condado de Motuo (MCRS) transmite todos los días en tibetano por la frecuencia modulada (FM) 106.0 megahertz, constituyéndose en la ventana al mundo de la llamada "isla sobre una meseta", habitada por miembros de las minorías étnicas monpa o lhoba.
"Es una de las principales formas de mantenernos en contacto con el exterior y saber qué pasa en el resto de China", indicó Ai, de origen tibetano y técnico de la emisora.
"MCRS es el principal canal para que las personas que no hablan mandarín se enteren de lo que pasa afuera del condado", apuntó Ai, quien pidió que solo figurara su apellido.
Fundada en 1982, MCRS, que cuenta con permiso del Estado, es una de las varias emisoras locales que difunde noticias y entretenimiento a las minorías en su propia lengua. Las emisoras estatales locales transmiten para cinco de las 46 minorías étnicas de China.
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Ubicado en un rincón del sudeste de la Región Autónoma del Tíbet, el condado de Motuo, que significa "loto escondido y misterioso", en tibetano, permanece casi medio año aislado por el hielo y la nieve.
Además de traducir programas de noticias y entretenimiento de las emisoras nacionales (Radio Nacional de China, Radio Internacional de China y Televisión Central de China), MCRS tiene producciones propias con temas que interesan a la comunidad rural de Motuo.
"Al estar tan aislada, los programas de radio ayudan a llenar el vacío de conocimiento de los agricultores locales", indicó Ai.
La agricultura es el principal sostén de Motuo. "Los programas radiales son principalmente formativos, por ejemplo, se explica a los campesinos cómo arreglar su maquinaria. Ellos están deseosos de adquirir mayor capacidad técnica", explicó.
Para los agricultores de las montañas aisladas, la radio ofrece entretenimiento diario y es un medio barato y portátil.
Si bien cuenta con apoyo del gobierno desde hace 20 años, es un desafío mantener funcionando la radio. "Las condiciones en que opera son malas, tenemos solo cinco o seis personas y muy pocos reciben capacitación", indicó Gao Jianling, director de MCRS.
La ubicación geográfica de Motuo hace que sea muy difícil producir y distribuir otros medios de comunicación, como periódicos. "Pero todavía no tenemos condiciones para crear nuestros propios programas", dijo Gao.
Al igual que todos los medios de China, las radios están bajo control del gobernante Partido Comunista.
El no cumplimiento de las normas fijadas por la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión conlleva duros castigos. Por ejemplo, está prohibido hablar sobre democracia, el líder espiritual tibetano Dalai Lama, la independencia de Taiwán y referirse a las manifestaciones de 1989 en la plaza Tiananmen, reprimidas duramente.
La activista uigur Mehbube Ablesh, de 29 años, fue separada de su cargo en la Emisora Popular de Xinjiang en 2008 y detenida por criticar al gobierno local.
No se supo más nada de Mehbube, según Radio Free Asia (RFA) (http://www.rfa.org/english/), que cuenta con apoyo del gobierno de Estados Unidos y transmite noticias en nueve países asiáticos, donde los medios de comunicaciones soportan la censura.
Pese a eso, organizaciones y grupos de activistas se sirven de la radio para distribuir noticias a las comunidades oprimidas de China.
Medios como RFA o TibetOnline.tv, bloqueados en China pero accesibles a través de servidores proxy (intermediarios), transmiten boletines en tibetano y uigur.
El Movimiento por la Independencia del Turkestán Oriental, una organización separatista de la región que ahora pertenece a la noroccidental provincia de Xinjiang, aloja dos emisoras de radio en su sitio de Internet, también bloqueado.
Los tibetanos "no acceden a noticias de lo que ocurre en otras partes de Tíbet, que ni siquiera conocen, hasta que nosotros las transmitimos", dijo a IPS el director ejecutivo de RFA, Dan Southerland, por teléfono desde Estados Unidos.
RFA transmite en tres dialectos tibetanos, uke, amdo y kham, y aunque Southerland dijo que no pueden saber cuántos oyentes tienen en esa región autónoma, señaló que es una cantidad "significativa". La mayoría escucha la transmisión vía satélite, pese a los esfuerzos del gobierno por bloquear la señal.
"Tratamos de que la gente sepa lo que pasa y de que la información sea fidedigna, lo que es muy difícil", indicó Southerland. "Nuestras fuentes están bastante asustadas, nos hablan dos minutos y cortan. Un monje fue detenido solo por decir que escuchaba RFA", añadió.
"Lo que falta en la cobertura de los medios estatales es que no puedes hablar de la cultura tibetana sin mencionar al budismo o al Dalai Lama", observó.
"Es una campaña (del gobierno chino). Los monjes se ven obligados a renunciar a él. Informamos sobre el Dalai Lama. Cuando viaja, tratamos de estar ahí. Los oyentes nos dicen dennos más de él, queremos escuchar su voz. Es muy conmovedor", añadió Southerland.
Internet es un espacio en el que los sectores marginados de la cultura china mayoritaria comienzan a transmitir. "Nuestra emisora ofició de grupo de estudio para nuestra audiencia", indicó Xiaodai, un uigur de Ürümqi, en la provincia de Xinjiang, que pidió que no figurara su apellido.
En 2008, su organización no gubernamental fundó Emisión Amor Gay del Colorido Xinjiang sin la aprobación del gobierno, en respuesta al conservadurismo de los medios estatales.
A pesar de que la emisora funcionaba en base al trabajo voluntario, transmitió durante casi un año programas diarios sobre la temática homosexual entre las 10 y las 11 de la noche. Pero con los disturbios que hubo en Xinjiang en julio de 2009, Beijing cortó el acceso a Internet en la región y la radio se replegó.
* Con aportes de Qiu Cheng
** Este artículo contó con el apoyo de Unesco (http://www.unesco.org/new/es/unesco/)