Cuba y Brasil en asociación estratégica

La visita de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a Cuba permitió fortalecer lazos bilaterales, potenciar inversiones del coloso sudamericano en la isla caribeña y afinar acercamientos en el plano político.

Rousseff partió este miércoles 1 hacia Haití, donde evaluará con sus autoridades aspectos como la migración y el proceso de reconstrucción de los daños que causó el sismo de enero de 2010. Brasil y Cuba respaldan la creación de un sistema sanitario en ese empobrecido país caribeño.

La gobernante llegó a La Habana el lunes 30 y sostuvo conversaciones con su par cubano Raúl Castro, visitó –según dijo "con mucho orgullo"– al exmandatario Fidel Castro y recorrió las obras de un centro logístico que, con inversiones brasileñas, se ejecutan en Mariel, unos 50 kilómetros al oeste de La Habana.

Según la prensa oficial, durante su estancia en la capital cubana se firmaron varios acuerdos sobre los cuales no se dieron detalles. En sus únicas declaraciones a la prensa, el martes 31, Rousseff definió la cooperación con Cuba como una contribución a su desarrollo económico en la coyuntura actual.

El gobierno cubano lleva a cabo reformas que denomina "actualización del modelo económico", con apertura a iniciativas privadas como el trabajo por cuenta propia y formas no estatales de gestión empresarial, especialmente en los servicios, y la entrega de tierras cultivables a particulares.
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Rousseff, que viajó a Cuba por primera vez, consideró incorrecto "un bloqueo de alimentos para un pueblo", en referencia al embargo estadounidense contra Cuba, y dijo que Brasil financiará con unos 350 millones de dólares compras alimentarias cubanas a su país.

"Aprobamos también el financiamiento de equipos, máquinas, pequeños tractores, recolectores, para estimular la producción de alimentos en Cuba, a través de un crédito de 200 millones", indicó la mandataria e insistió en la idea de una asociación con esta nación que ayude a su desarrollo y a garantizar una vida mejor a su gente.

Escoltada por Raúl Castro, la gobernante recorrió las obras de Mariel, un polo de desarrollo industrial que se ejecuta con respaldo brasileño, y que incluye la modernización del puerto y toda la infraestructura necesaria para recibir buques de hasta 15 metros de calado.

Los planes apuntan a convertir Mariel en una zona especial de desarrollo, con la terminal portuaria como principal receptor del movimiento mercantil futuro, enlazado al eventual hallazgo de yacimientos de crudo de importancia en la zona económica exclusiva de Cuba en aguas del Golfo de México.

La obra, valorada en unos 900 millones de dólares, de los que Brasil aporta algo más de 600 millones, forma parte de planes de gran envergadura previstos a mediano y largo plazo por La Habana, que incluyen la ampliación de la refinería de petróleo de Cienfuegos para elevar su producción de los 65.000 barriles actuales a 150.000 unidades

En Cienfuegos, situada 254 kilómetros al sudeste de La Habana, confluyen inversiones petroleras de Venezuela y China. Los planes allí incluyen la construcción de una planta de gas licuado y un gasoducto de 320 kilómetros.

Otro sector para la contribución brasileña mencionado por Rousseff es la industria médica y farmacéutica, en la que los dos países trabajan juntos desde hace tiempo. Cuba "es un país y un pueblo con una estructura excepcional, que es visiblemente competente en biotecnología y ciencias médicas, y Brasil gana con" esa cooperación, indicó.

El intercambio comercial bilateral fue de 642 millones de dólares en 2011, 31 por ciento mayor que en 2010, de acuerdo a fuentes brasileñas. Ese monto sitúa a Brasil como el quinto socio de Cuba, después de Venezuela, China, Canadá y España.

Rousseff fue la primera estadista latinoamericana recibida este año por el presidente Castro, luego de la creación en diciembre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). "La prensa no le dio tanta importancia (a la cumbre fundacional), pero para mí fue una de las más importantes que se han realizado", dijo la mandataria.

Para Castro la principal ventaja de la Celac está en su independencia de Estados Unidos. Además, consolida "el concepto de una región unida y soberana, comprometida con un destino común", dijo el presidente. La Celac agrupa a 33 naciones de América Latina y el Caribe, donde viven más de 580 millones de habitantes.

En materia de derechos humanos, Rousseff eludió señalar a la isla, como algunos sectores opositores esperaban, y llevó el tema al terreno conceptual. "Estoy de acuerdo en hablar de derechos humanos en una perspectiva multilateral, ese es un compromiso de todos los pueblos civilizados", señaló.

La situación humanitaria se debe mejorar en todo el mundo, indicó. "No es una piedra que se tira de un lado para otro", afirmó. Sobre la petición de la bloguera opositora cubana Yoani Sánchez de recibir su apoyo para viajar a Brasil, Rousseff recordó que su país le concedió la visa y los "demás pasos no son competencia del gobierno brasileño".

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