El gobierno del estado de Río de Janeiro apela a variadas armas lúdicas para involucrar a la población en el combate al dengue, que este año amenaza con transformarse en una epidemia sin precedentes en Brasil, por la presencia de un nuevo virus.
Durante las vacaciones escolares del verano austral en la favela (barrio pobre y hacinado) del Complexo do Alemão de esta ciudad, las opciones son "estar en la calle" o ponerse el uniforme para combatir el dengue, según el aspirante a bombero Miguel Terto, de 14 años.
"Además de ser una cosa diferente nos incentiva a salvar vidas", agregó a IPS el adolescente de una de las 20 favelas que han sido pacificadas desde el año pasado en el estado, cuya capital es esta ciudad del mismo nombre.
Terto se entrena para ser "bombero infantil" con otros 200 niños y adolescentes "reclutados" para combatir el dengue en su barrio.
Los reclutas reciben además de un anhelado uniforme, conceptos básicos sobre cómo prevenir la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, que en el primer mes del año registró 2.711 casos en el estado, según datos oficiales suministrados este miércoles 1.
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"Los niños ven al bombero como un héroe que salva vidas, y por eso se identifican mucho con nuestra profesión", explicó a IPS el director de acciones comunitarias del Cuerpo de Bomberos del gobierno de Río de Janeiro, Mauro Domingues.
"Por eso creemos que ellos pueden llegar a ser verdaderos agentes multiplicadores de salud", agregó, en referencia a la iniciativa "bomberos infantiles" que prepara a los niños para conversar con sus familias, vecinos y amigos, a fin de que reconozcan los síntomas de la enfermedad e identifiquen los focos donde se cría el mosquito.
Es un enemigo casi invisible cuya presencia puede evitarse con tan solo invertir una persona 10 minutos semanales de su tiempo, según dijo a IPS el secretario de Salud de Río de Janeiro, Sérgio Côrtes.
La "Campaña 10 minutos contra el dengue" fue lanzada por esa secretaría como herramienta de alerta durante el verano del hemisferio Sur, cuando la alternancia de lluvias y períodos de calor brinda a las larvas del mosquito condiciones óptimas para desarrollarse.
El objetivo es eliminar los criaderos dentro de las viviendas, porque en el ambiente doméstico se concentran 80 por ciento de los focos, según los especialistas.
"Tenemos que enseñar que con el dengue no se juega, que hay que luchar contra él porque mata", relató a IPS la adolescente Juliana Sorrilha, otra aspirante a bombera, seleccionada entre 9.000 que se inscribieron en las favelas pacificadas.
El dengue es una enfermedad que se transmite por la picadura del mosquito infectado. El virus pasa por un período de incubación de cuatro a 10 días. Los primeros síntomas son fiebre alta, dolor en las articulaciones y músculos, debilidad, falta de aire, fuertes dolores de cabeza y en las cuencas de los ojos, explicó un joven bombero entrenador.
"Mis hijos están de vacaciones, no tienen nada que hacer y por eso decidí inscribirlos en el curso de los bomberos", explicó IPS Georgeti Pinheiro, que en 2011 tuvo cuatro familiares menores de edad hospitalizados por dengue.
El mosquito prolifera en el agua que puede almacenarse o estancarse en grandes recipientes, latas, neumáticos (llantas), piscinas abandonadas, charcos, platos colocados bajo macetas y otros muchos elementos que están en el entorno de los hogares.
"Mi vecino agarró dengue porque en su casa había mucha agua estancada, y no sabía que allí se criaba la larva del mosquito", contó Terto.
Este año las autoridades de salud de Río de Janeiro temen una epidemia de dengue sin precedentes en el estado.
Alberto Chebabo, director del Servicio de Enfermedades Contagiosas del Hospital Universitario Clementino Fraga Filho, dijo a IPS que hay un número elevado de ingresos hospitalarios por dengue.
Además, el médico especialista en infecciones manifestó preocupación por la recirculación del virus DEN1 que no se registraba en Río desde los años 90.
Todavía más alarmante, dijo, es el surgimiento del virus DENV4 en el país, que ya se detectó en el estado.
"La unión de una población vulnerable y una alta tasa de infección del vector acarrean el riesgo de que la epidemia en los próximos años sea bastante elevada", advirtió el infectólogo.
"El virus 4 de dengue no había circulado anteriormente en forma sostenida en Brasil. Esto significa que toda la población es susceptible a la infección por este virus, porque no posee anticuerpos contra él", añadió.
Es por eso que "en las ciudades donde haya índice de infección elevada por el Aedes aegypti, la diseminación del virus se facilitará pudiendo haber un número elevado de infección en un corto período, si no se toman medidas adecuadas para el control de los vectores", alertó.
Se trata de una lucha que el gobierno tomó al pie de la letra, inclusive convocando a la arena a campeones brasileños e internacionales de artes marciales mixtas (MMA), un deporte con gran crecimiento en fanáticos y espectadores en este país de casi 200 millones de habitantes.
De un lado del ring, grandes nombres internacionales del MMA, como el excampeón de peso pesado estadounidense Ricco Rodríguez. Del otro, dos actores disfrazados de mosquitos gigantes que divierten al público con piruetas y caídas que imitan el cine mundo.
"¿Enemigo pequeño? No, siempre mis enemigos son grandes, pero el mosquito es el más peligroso", rió el campeón peruano de peso pluma Yerry Tolentino Jaime.
Tan peligroso que durante 2011 el mosquito enfermó en Brasil a unas 700.000 personas y causó la muerte de casi 500.
"Realmente es un peso pesado. Ya tuve tres veces dengue y tuve suerte porque otros vecinos murieron", contó a IPS el masajista João Gomes, que junto a otros miles de espectadores asistió al combate de MMA en el municipio de Duque de Caxias, prácticamente integrado al área metropolitana de Río.
A pocos metros del ring, 700 agentes de salud mostraban al público larvas y mosquitos adultos para enseñarles a identificar al rival.
"Aprendí bastante. Para noquear al mosquito no tenemos que dejar neumáticos, botellas y latas con agua", comentó el vendedor Everaldo Alberto, que llegó temprano a la lucha para conseguir un puesto.
El valor de la entrada era un neumático usado, uno de los villanos en la proliferación del dengue. "! ¡Devuélvanos el neumático!", bromeó alguien del público decepcionado por una lucha donde uno de los favoritos brasileños resultó noqueado.
"Una de las mejores formas de comunicación es a través del deporte. Tenemos aquí personas de varias edades, pero especialmente jóvenes. Nuestra intención es atraer cada vez más a ese público para que difunda el contenido de la campaña en sus casas. Solo con la participación de todos en combatir los focos del mosquito podemos vencer la amenaza", dijo Côrtes.
"No se le puede dejar huecos, tenemos que bloquear al enemigo, no dejarlo llegar", traduce al lenguaje popular de la lucha, el peso medio brasileño Gerson Conceição.
Gracias a campañas de concientización como estas, el año pasado disminuyeron los casos de dengue en Brasil en 24 por ciento, respecto de 2010, informó el Ministerio de Salud. También se registró una caída de casi 40 por ciento de los casos más graves, los de alta mortalidad.
Fuera del ring, los dos mosquitos gigantes participaron al finalizar enero en una "carrera por la paz" y "contra el dengue" en la favela La Rocinha, también ocupada por la policía a fines de 2011 y donde pasaron a implementarse este tipo de iniciativas.
Pero los insectos no aguantan una carrera de cinco kilómetros por las callejuelas que suben y bajan en la colina, y terminan últimos en la competencia.