El cadáver del máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conocido por su nombre de combate «Alfonso Cano», será trasladado a Bogotá este sábado, cuando se divulgarán más detalles de la militar Operación Odiseo, que le dio muerte.
Guillermo León Sáenz Vargas, como se llamaba realmente, murió el viernes, a los 63 años, tras enfrentamientos terrestres y bombardeos de las oficiales Fuerzas Militares en las montañas del occidental departamento colombiano de Cauca.
"Un golpe histórico. El más fuerte asestado por las autoridades a la guerrilla más antigua del continente", dijo el presidente Juan Manuel Santos en una alocución televisada a medianoche del viernes (05:00 GMT del sábado).
Desde la caribeña Cartagena de Indias, Santos confirmó la muerte de Cano con base en el resultado de pruebas forenses.
Felicitó al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, "al Ejército, a la Fuerza Aérea, a la Armada Nacional, a la Policía, a todos los soldados y policías de Colombia, porque gracias a su perseverancia y coraje se logró este gran golpe".
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De esta manera confirmó el presidente -antes ministro de Defensa del derechista expresidente Álvaro Uribe (2002-2010)- los rumores que circulaban desde el mediodía.
"El 21 de agosto de 2010, a 15 días de posesionarse el presidente Juan Manuel Santos, iniciamos una ardua labor que en una ocasión nos puso a 200 metros de Cano", dijo el exministro de Defensa Rodrigo Rivera a los medios, que suspendieron la programación habitual.
Los operativos contra Cano se incrementaron a finales de junio, cuando bombardearon el campamento móvil del grupo guerrillero dejándolo herido, según información oficial.
El 3 de julio logró huir una vez más, a pocos pasos de ser capturado según se dedujo por las pertenencias personales encontradas.
El lugar fue descrito por el ejército como un "cambuche (vivienda improvisada) sin subterráneos ni túneles, que ocuparían unos 80 guerrilleros, en el Cañón de las Hermosas", entre los departamentos de Huila y Cauca.
La región se caracteriza por su espesa vegetación en montañas que superan los 2.500 metros sobre el nivel del mar.
Al confirmarse la muerte de Cano, el gobierno de Santos recibió fervientes mensajes de felicitación de quienes consideran que el hecho es "una luz de esperanza" o "el camino hacia la paz".
Sin embargo, también se escucharon voces menos optimistas.
"Independientemente de los señalamientos que se hagan contra las FARC, me produce malestar que se siga imponiendo el poder y la institucionalidad sin lograr la solución a los problemas reales, la injusticia y la inequidad social", dijo a IPS una abogada que pidió ser identificada solo como María.
"Juan Manuel Santos decía tener la llave de la paz. Lo que ha demostrado es el rostro descarnado de la guerra de exterminio, y no la ruta para dialogar", afirmó Jaime Caycedo, secretario general del Partido Comunista Colombiano en una declaratoria que circuló esta madrugada en la red social Facebook.
"Mientras subsistan la injusticia, la intolerancia, las desigualdades y la antidemocracia, será difícil que cese la rebeldía del pueblo colombiano", agregó Caycedo.
El izquierdista partido Polo Democrático Alternativo aseguró en comunicado de prensa que la muerte del guerrillero aleja la posibilidad de una salida negociada al longevo conflicto interno colombiano.
Sobre el tema se pronunció Cano en distintas ocasiones. La última fue el 14 de agosto, cuando manifestó a través de un comunicado desde la clandestinidad que seguía "creyendo en el diálogo y la solución política como la alternativa más expedita para terminar el enfrentamiento con el Estado y abandonar de manera definitiva el camino de la violencia".
Pero se mantuvo hasta el final en la ruta que inició en 1968 como estudiante de Antropología en la estatal Universidad Nacional de Colombia, apenas cuatro años después de la creación de las FARC.
Integró las Juventudes Comunistas y, más tarde, el Partido Comunista Colombiano.
Fue detenido en 1981 y permaneció preso un año y medio, hasta la amnistía otorgada por el conservador presidente Belisario Betancur (1982-1986).
Cano se enroló en las FARC y al poco tiempo fue nombrado miembro de su Secretariado. Sus conocimientos teóricos y convicción ideológica propiciaron la cercanía y la confianza de "Manuel Marulanda" o "Tirofijo" (cuyo verdadero nombre era Pedro Antonio Marín) y "Jacobo Arenas" (Luis Alberto Morantes), máximos jefes de esa organización.
Por causas naturales, Arenas murió en 1990, y Marulanda en 2008.
Entonces, el ideólogo y negociador, además de creador del Partido Comunista Clandestino Colombiano (PC3) y el Movimiento Bolivariano, fue nombrado comandante en jefe.
Tras la muerte de Cano, su posible sucesor se definiría entre "Iván Márquez" (cuyo nombre real es Luciano Marín) y "Timochenko" (Rodrigo Londoño).
"No podemos ser triunfalistas", dijo Santos en su alocución de tres minutos.
Rumores que no fueron confirmados especulan con que, además de Cano, pueden haber muerto su compañera sentimental y "Pablo Catatumbo" (Jorge Torres), otro dirigente guerrillero.