Productores de té y de café de Kenia se sienten frustrados por las escasas ganancias que logran con la venta de sus cultivos, mientras el gobierno recibe millonarias donaciones para programas de capacitación y subsidios que ellos jamás llegan a ver.
Las exportaciones de té y de café le aseguraron a este país divisas por 850 millones y 133 millones de dólares respectivamente en lo que va de este año, según la Agencia para el Desarrollo del Té de Kenia.
Pero los agricultores todavía no se han beneficiado de los fondos concedidos a este país por el Banco Mundial para apuntalar al sector a través de subsidios a los insumos y la adopción de tecnologías modernas, según dijo el productor cafetalero Manasseh Mugo.
Debido a la falta de eficacia en la ayuda y la carencia de un proceso para supervisar y evaluar la forma en que el dinero es usado, Mugo y otros productores no pueden hacer significativas ganancias con la venta de sus cosechas.
"Compro todos los insumos y contrato la mano de obra necesaria para cultivar mi café. Una vez que madura, lo cosechamos y lo vendemos a la fábrica de nuestra región. Un kilogramo ahora se vende a menos de un dólar en Nyeri, mientras que en otras regiones los granjeros reciben algo más que un dólar por la misma cantidad", dijo a IPS el productor Stacy Njui, del centro de Kenia.
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La revisada Ley del Café prohíbe a los productores vender sus cosechas fuera de la región de origen.
Pero otra razón por la que los productores de té y café en Kenia no pueden obtener ganancias es la falta de coherencia entre las políticas de ayuda de la Unión Europea (UE) y las reales necesidades de desarrollo de los países del Sur.
Esta discordancia tiene serios efectos en la capacidad de la población pobre de los países del Sur para mejorar su sustento, según el informe "Mirada a la coherencia de las políticas de la UE para el desarrollo", presentado este mes por la confederación de organizaciones no gubernamentales europeas Concord.
La UE debe "asegurar un efectivo respeto a los derechos humanos y un mayor progreso hacia la erradicación de la pobreza en las naciones en desarrollo. Los pobres en los países del Sur ya se encuentran en una situación vulnerable que no debe agravarse por el impacto negativo de las políticas" del bloque, señaló Concord.
La UE sigue siendo el mayor donante del planeta, con unos 71.000 millones de dólares al año. Sin embargo, hay notorias disparidades entre las políticas de financiamiento de la UE y las estrategias de desarrollo de las naciones del Sur.
Solo siete de 164 evaluaciones sobre la ayuda al desarrollo realizadas por la Comisión Europea, órgano ejecutivo del bloque, han analizado el impacto que tienen las discordancias de las políticas de la UE en las naciones pobres, según el informe de Concord.
En Kenia, el impacto es obvio en la industria del té y el café. El número de agricultores que han decidido pasar de cultivos comerciales a la producción de alimentos va en aumento, mientras corporaciones multinacionales compran el café a precios bajos para luego venderlo mucho más caro.
Mientras, el gobierno de Kenia pide a los agricultores que continúen con esos cultivos comerciales dado que son los principales proveedores de divisas para el país.
Pero los productores se sienten frustrados. Las restricciones de la Ley del Café dificultan sus esfuerzos para obtener mejores precios.
"Como la Ley del Café prohíbe vender en otras regiones, los productores amenazan con tirar los granos en la carretera para que los aplasten los automóviles. Es un intento de castigar al gobierno por no regular el mercado de forma en que ellos reciban una parte justa", dijo Mugo.
El informe de Concord llega días antes del cuarto Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda, que se realizará en la sureña ciudad surcoreana de Busan entre el 29 de este mes y el 1 de diciembre.
Igual de significativa será la 17 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se llevará a cabo en la oriental ciudad sudafricana de Durban entre el 29 de este mes y el 9 de diciembre.
"Las dos conferencias iniciarán discusiones sobre el financiamiento, las relaciones con los donantes y, aun más importante, las políticas de los donantes", dijo Peter Muga, asesor sobre desarrollo en Nairobi.
"Los países del Sur atraviesan una fase de gran generosidad de los donantes a pesar de la crisis global, y sin embargo la mayoría siguen experimentando niveles extremos de pobreza", añadió.
La UE afirma estar comprometida en la lucha contra la pobreza, pero el informe de Concord indica que el bloque en realidad está más interesado en salvaguardar su propia prosperidad.
"Muchas políticas de la UE no tienen en cuenta su impacto externo, como en África. Aun cuando nosotros presentamos evidencia (de las disparidades), las autoridades europeas no actúan para lograr un cambio", dijo a IPS la coordinadora de Coherencia de Políticas para el Desarrollo de Concord, Blandine Bouniol.
"En última instancia, es falta de voluntad política. No se dan cuenta de que combatir la pobreza global también es interés de la UE", añadió.
Las políticas de la UE en áreas como la agricultura afectan la competitividad de la producción en África.
Los productos agrícolas europeos subsidiados son vendidos en África a precios muy bajos, haciendo que los agricultores locales no puedan competir y a veces hasta deban renunciar al negocio.
"Algunas políticas de la UE están haciendo más mal que bien", dijo Laura Sullivan, administradora de campañas de la organización ActionAid.
"Estamos viendo grandes abusos a los derechos humanos en el Sur en desarrollo, ya que compañías europeas, impulsadas por los incentivos financieros del bloque, se apropian de tierras en países pobres para producir biocombustibles", señaló.