«Es el mejor día de mi vida, pues por fin mi familia se convenció de que el VIH/sida no se transmite por un apretón de manos ni por compartir comida y utensilios», dijo a IPS Gul Hamid, de 40 años.
Hamid descubrió que tenía VIH (virus de inmunodeficiencia humana), causante del sida, hace dos años en Emiratos Árabes Unidos, lo cual motivó su inmediata deportación. Desde entonces fue rechazado por la mayoría de los miembros de su aldea en Waziristán del Norte, una región montañosa de Pakistán, en la frontera con Afganistán.
Prácticamente toda la aldea se negó a tener contacto con Hamid por temor a infectarse.
"La mayoría de la población cree que el VIH/sida es producto de relaciones sexuales extramaritales y que los pacientes son pecadores", dijo a IPS el representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en este país, Rajwal Khan.
"También creen que el virus se transmite por contacto físico", indicó, y añadió que hasta los médicos y otros profesionales de la salud suelen aislar y evitan acercarse a los pacientes.
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Se calcula que más de 5.000 pakistaníes fueron afectados con VIH/sida desde 1990, la mayoría de ellos hombres deportados de países árabes, adonde habían emigrado en busca de trabajo, indicó Khan.
Cuando los extranjeros concurren a sus respectivas embajadas para renovar su visa o su pasaporte, se les hace un análisis clínico para saber si son portadores del virus. Si el resultado es positivo, los deportan, explicó.
Cuando regresan a Pakistán se reintegran a la sociedad sin que haya un seguimiento de las autoridades sanitarias.
La vergüenza de la deportación hace que los hombres no mencionen su situación a la familia. El estigma y la falta de centros de salud que promuevan la prevención llevan a la proliferación del virus en ciertas zonas.
"El VIH/sida se volvió una enfermedad familiar en Khyber Pakhtunkhwa y en las Áreas Tribales Administradas Federalmente (FATA), donde los hombres sin saberlo contagian a sus esposas, quienes a su vez transmiten la enfermedad a sus hijos e hijas", dijo a IPS el jefe de salud y nutrición del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Mohammad Cisse.
El primer centro de atención familiar para personas con VIH/sida de Pakistán se inauguró el 1 de septiembre de este año en el Complejo Médico de Hayatabad, en Peshawar, capital de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, con el fin de combatir la discriminación y ofrecer tratamiento.
Es el primero con esas características en Asia meridional. El Centro se dedicará al diagnóstico y al tratamiento de personas con VIH/sida y ofrecerá ayuda a las familias de los pacientes, explicó Cisse.
Hamid es uno de los beneficiarios del centro. Su familia recibió una excelente ayuda y desde entonces se comporta mejor con él.
Sultan Sher, del distrito de Charsadda, en esta provincia, está agradecido de que los psicólogos del centro pudieran convencer a sus hermanos, hermanas y tíos de que la enfermedad no se transmite por contacto físico.
"Mi hermano, a quien se le descubrió el virus en Sharjah, una ciudad de Emiratos Árabes Unidos, pasó muy mal desde que llegó, hasta fue rechazado por su familia", dijo Alam.
"Ahora sabemos que el VIH/sida se transmite solo mediante relaciones sexuales inseguras, transfusiones de sangre sin analizar e instrumentos médicos contaminados", añadió.
"Hay que erradicar el estigma para que la gente deje de menospreciar a los pacientes y los impulse a hablar sobre seguridad y prevención", señaló la profesora Lubna Hassan, ginecóloga y directora del Centro de atención familiar para personas con VIH/sida.
Las mujeres portadoras del virus y sus hijos reciben el tratamiento necesario bajo el mismo techo, que incluye la atención prenatal e infantil por especialistas capacitados.
Hay 147 niños y niñas y 250 mujeres con VIH en Khyber Pakhtunkhwa y en FATA, indicó Khan.
El centro atiende a 600 pacientes, entre los que hay 175 afganos. Todos reciben tratamiento gratuito con antirretrovirales importados de OMS India.
Además, este país suscribió un Memorando de Entendimiento con Afganistán para que médicos y enfermeras de ese país reciban capacitación en Pakistán.
En el futuro se convertirá en un Centro de Excelencia para Asia central y meridional, donde médicos y otros profesionales de la salud recibirán entrenamiento, indicó Hassan.
Es un gran logro para la historia de la medicina de Pakistán y un hito en lo que respecta a la salvaguarda de los derechos de la población más vulnerable, subrayó.
Hay 800 personas con VIH/sida en Khyber Pakhtunkhwa y FATA, pero es probable que si se realizan análisis clínicos a la población más vulnerable, la cifra sea mayor, añadió Khan.
Pero mucha gente se niega a hacerse el análisis por el estigma asociado al VIH/sida, un obstáculo que Khan espera se resuelva gracias al trabajo del Centro.
Pakistán todavía es un país donde la prevalencia de la enfermedad es baja, solo 0,01 por ciento de la población tiene VIH/sida.
Pero la infección avanza, principalmente, por el enorme contagio entre personas adictas a drogas intravenosas que intercambian jeringas contaminadas.