El intento de Palestina de incorporarse como miembro pleno a la Unesco tensó el ambiente en la sede de esta agencia en la capital francesa ante la amenaza de Estados Unidos de recortar fondos si se aprueba la solicitud.
Los delegados presentes en la 36 reunión de la Conferencia General de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), que comenzó el martes 25 en París, están sometidos a condiciones de máxima seguridad. También se limitó el acceso a la prensa con el argumento de que los 193 estados miembros se expedirán sobre un "asunto delicado".
La representación de Palestina, que hasta ahora participa como miembro observador, se manifestó decidida el miércoles a no abandonar su propósito y declaró que se siente optimista sobre el resultado de la votación.
"Creo que tendremos el voto favorable", indicó Ismail Tellawi, secretario general de la Comisión Nacional de Palestina para la Unesco.
"No discutimos cuestiones políticas. Se trata de proteger nuestro patrimonio cultural. El pueblo palestino necesita esa protección", dijo Tellawi a IPS en un aparte de la asamblea.
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"Creo que incluso Israel dirá que sí", añadió Tellawi, aunque rápidamente aclaró que era "una broma".
La delegación que seguro votará en contra es la de Estados Unidos, presionada por sus propios parlamentarios proisraelíes y por el gobierno del estado judío.
Washington y otros tres miembros rechazaron la solicitud palestina a comienzos de este mes en el Consejo Ejecutivo de la Unesco, de 58 miembros.
El Consejo y la Conferencia General son los órganos de gobierno de la Unesco y los que deciden los ingresos al cuerpo. El primero aprobó el pedido palestino por 40 votos a favor, cuatro en contra y 14 abstenciones, pese al malestar de Estados Unidos.
"Es una lástima la actitud de Estados Unidos en la Unesco", dijo Tellawi a IPS.
"Amenaza con dejar de ayudar a Palestina y abandonar la Unesco. Es una actitud negativa. ¿Por qué Estados Unidos está en contra de nosotros? ¿Por qué?", insistió.
La respuesta podría darse el próximo domingo 30, cuando Palestina presente el tema en la Conferencia General, cuya reunión terminará el 10 de noviembre.
La delegación palestina solicitó que sea su canciller, Riyad al- Malik, el que se dirija a la asamblea.
Pero aún hay cierta confusión sobre la cantidad de votos necesarios para aprobar el ingreso pleno. El representante palestino dijo que era "50 por ciento más uno", pero el portavoz de la Unesco dijo a IPS que eran dos tercios de los miembros.
Los delegados entrevistados dijeron que preveían que todos los países árabes y la mayoría de los africanos y asiáticos votaran a favor y que, en suma, 100 países parecían tomar esa dirección. También pronostican que haya varias abstenciones.
El embajador de Estados Unidos en la Unesco, David Killion, señaló que la incorporación de Palestina con todos los derechos es "prematura". Pero a diferencia del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ese país no tiene derecho de veto en la Conferencia General.
Paralelamente, el Consejo de Seguridad de la ONU sigue estudiando la solicitud presentada en septiembre por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, para integrar la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como un estado más.
Pero Estados Unidos pretende que llegue a un acuerdo de paz con Israel antes de constituirse en un estado soberano y así ingresar al foro mundial.
Washington amenazó con recortar fondos a la Unesco y hasta con retirarse de esa agencia especializada, si se admite a Palestina. El aporte de la potencia del Norte constituye 22 por ciento de su presupuesto, dijeron funcionarios.
La secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, urgió a la Unesco a que reconsidere su decisión. De hecho, en mayo visitó la sede de la organización, siendo la primera vez que un ministro de Relaciones Exteriores de ese país lo hacía. Entonces pareció que las relaciones entre ellos iban por buen camino.
En caso de concretarse la amenaza, no sería la primera vez que de Estados Unidos toma esa decisión. Ya se había retirado en 1984, a raíz de lo que consideró ataques ideológicos contra Occidente, y se reintegró en 2003. Su aporte financiero fue cubierto entonces por otros países.
Por su parte, los palestinos dicen estar cansados de esperar que los reconozcan como estado soberano.
"Somos observadores en la ONU desde 1974. Ya fue suficiente", señaló un integrante de la Comisión Nacional de Palestina para la Unesco. "Cuando Estados Unidos estuvo fuera, la organización se las arregló para seguir funcionando", añadió.
Tras la votación en el Consejo Ejecutivo de la Unesco, el canciller de Israel, Avigdor Lieberman, declaró que integrar la agencia no ayudará a los propósitos palestinos de ser reconocido como estado independiente y que esa actitud es un "rechazo" a la vía de negociación para alcanzar un acuerdo de paz.
El propio Israel fue implícitamente cuestionado por la Federación Europea de Periodistas a mediados de este mes. La agrupación señaló que hubo amenazas contra el canal público francés France 2 "por un programa dedicado a la posible creación del estado palestino".
"Condenamos todas las formas de amenazas contra periodistas que hacen su trabajo, en especial en un asunto políticamente sensible como las relaciones palestino-israelíes", señaló Beth Costa, secretaria general de la Federación Internacional de Periodistas, que comprende a la Federación Europea de Periodistas.
El programa "Un oeil sur la planète" (un ojo sobre el planeta), difundido el lunes 3 de este mes y dedicado al tema "¿Es posible un estado palestino?", motivó "una reacción particularmente hostil de algunos telespectadores, incluso ataques verbales contra los presentadores", señaló la organización.
La prensa francesa denunció que el Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia y la embajada de Israel solicitaron una reunión al presidente de France Televisions, Rémy Pflimlin, para discutir sobre el asunto.
"No hacemos política, sino periodismo", remarcó Costa. "Pero no le corresponde a ninguna organización comunitaria ni embajada interferir en asuntos editoriales sobre programas de la televisión pública solo porque discrepan con su contenido", añadió la periodista brasileña.
Con el voto en la Unesco es de esperar que aumente el desacuerdo.