La diplomacia del territorio de Gaza prepara una estrategia volcada hacia el mundo árabe para presionar a Israel por si fracasa el planteo en la ONU de reconocimiento de Palestina como estado soberano, impulsado por las autoridades asentadas en Ramalah.
La iniciativa que llevó el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, a la ONU (Organización de las Naciones Unidas) será vetada por Estados Unidos, como ya adelantaron portavoces de ese gobierno, si llega al Consejo de Seguridad del foro mundial.
Los partidos palestinos Fatah, al frente de la ANP en Cisjordania, y su rival Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica), que controla Gaza, todavía deben implementar el acuerdo de reconciliación suscrito en El Cairo.
Abbas no consultó al gobierno de Hamás sobre esta iniciativa, pese a que las posibles sanciones contra la ANP perjudicarían a los 1,5 millones de gazatíes.
Gaza sufre un estricto bloqueo israelí desde hace años que se agravó en junio de 2007. El territorio tiene unas de las mayores tasas de desempleo del mundo y la mitad de la población no tiene suficientes alimentos, según la ONU.
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IPS conversó sobre la postura de Hamás con el vicecanciller del gobierno de Gaza, Ghazi Hamad.
IPS: ¿Por qué el presidente palestino Abbas decidió promover la iniciativa en la ONU?
GHAZI HAMAD: Tomó esa decisión de forma unilateral, no consultó a ningún partido palestino, ni siquiera a Hamás. Nosotros creemos que la mejor estrategia es el consenso y tomar una decisión nacional.
Abbas señaló que seguirá negociando con Israel y que el reconocimiento del estado palestino cambiará la dinámica de las conversaciones pues será un estado palestino negociando con un estado israelí.
No estamos seguros de que la ONU pueda resolver este asunto porque nunca logró nada en las diferentes iniciativas para mediar en el conflicto.
Es una maniobra política que puede no cambiar nada. Es posible que sea vetada por los estadounidenses en el Consejo de Seguridad e Israel siga construyendo asentamientos y no se tome en serio el proceso, nada es tangible ni puede traducirse en hechos en el terreno.
IPS: ¿La ANP está preparada para ser un Estado?
GH: Es muy difícil construir un Estado bajo ocupación. Los palestinos no tienen acceso a la mitad de Cisjordania por las restricciones israelíes y muchas zonas están aisladas por los asentamientos.
¿Cómo se puede construir un Estado cuando las conexiones geográficas entre grandes ciudades cisjordanas como Nablus y Jenin están restringidas? Hay 500.000 colonos viviendo en Cisjordania.
IPS: Un estado palestino puede tomar diversas medidas para internacionalizar el conflicto. ¿El gobierno de Hamás apoyará ese tipo de iniciativas?
GH: Necesitamos que la ONU implemente resoluciones y tome decisiones. Hay muchas relacionadas con los palestinos sobre los refugiados, los asentamientos, el muro de Cisjordania, pero ninguna se ha implementado.
Hay consenso internacional respecto de que los asentamientos son ilegales, pero nadie puede presionar a Israel para que deje de construirlos. Hay una decisión de una corte internacional de justicia que declara que el muro de Israel es ilegal y discriminatorio, pero allí está casi completo.
Los sucesivos gobiernos de (Bill) Clinton, (Geroge W.) Bush y el actual de (Barack) Obama expresaron claramente su apoyo a un estado palestino viable, pero no pasa nada. La decisión de Abbas de dirigirse a la ONU muestra el fracaso de las negociaciones entre palestinos e Israel. Es una derrota para el gobierno de Estados Unidos que hace 20 años trata de poner fin al conflicto.
IPS: Si Hamás no está de acuerdo en negociar con Israel ni en la iniciativa ante la ONU, ¿qué propone?
GH: Si Abbas pretende cambiar la dinámica de la situación, en especial en el marco de la Primavera Árabe, necesitamos formular una nueva estrategia. Recurrimos a otros países de la región para presionar a Israel a terminar la ocupación. El estado judío actúa como si estuviera por encima de la ley, pero debe asumir su responsabilidad.
Estados Unidos apoya a Israel y no ha sido un mediador justo. Nos dijo que negociáramos con Israel y lo hicimos, directa e indirectamente. Washington también está molesto y frustrado y responsabilizó a los israelíes por el fracaso de las negociaciones.
Ahora que decidimos llevar el asunto a la ONU, nos dice que negociemos, es ilógico.
Estados Unidos no es la única potencia capaz de mediar en las negociaciones entre palestinos e israelíes. Podemos recurrir a la comunidad internacional, incluida la ONU, para pedir el fin de la ocupación.
Hay una resolución de la ONU que declara que los palestinos tienen derecho a un estado con las fronteras de 1967. Israel debe respetar las disposiciones internacionales y retirarse del territorio palestino.
Buscamos apoyo de naciones árabes como Turquía y Egipto, entre otras, que creen que los palestinos merecen tener su estado.
IPS: ¿Hamás está a favor ahora de utilizar la diplomacia para resolver el conflicto, además de la "resistencia"?
GH: Tenemos que crear nuevas estrategias y no excluimos ninguna opción. Abbas persiguió una estrategia de negociaciones en solitario en los casi seis años que lleva en el gobierno y ¿qué logró? Tenemos que crear nuevas relaciones con los países árabes.
IPS: ¿Hay un sistema democrático de gobernanza en Gaza? ¿Hamás está a favor de realizar nuevas elecciones en mayo de 2012?
GH: Los distintos partidos y agrupaciones pueden realizar actividades políticas en Gaza, aunque hay restricciones para Fatah. Ellos no dejan que Hamás actúe en Cisjordania y nosotros tenemos la misma política en Gaza.
La gente puede criticar al gobierno, lo verá si lee los periódicos. No hay presos políticos y hay libertad de expresión en Gaza. Hamás aceptó realizar nuevas elecciones si se logra la reconciliación con Fatah.
IPS: ¿Cree que las posibles sanciones económicas de Estados Unidos y/o Israel agraven la situación humanitaria en Gaza?
GH: El gobierno de Estados Unidos e Israel pueden tratar de presionar a la ANP para que desista de plantear el reconocimiento del estado palestino en la ONU.
El Congreso legislativo de Estados Unidos puede optar por sancionar a la ANP y cortar fondos.
Pero el presupuesto del gobierno de Hamás no se verá afectado porque no recibimos fondos de Estados Unidos ni de los países europeos. Pagamos los salarios de nuestros 30.000 funcionarios, a veces con demoras, pero lo hacemos.
Pero si Israel decide cerrar sus fronteras y los cruces hacia Gaza, la población se verá directamente afectada. Las importaciones corren el riesgo de restringirse aún más.