Los estadounidenses comienzan a dudar y muchos miran la política exterior de su país al buscar las razones del ataque contra Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001, según una encuesta realizada por el Centro de Investigación Pew.
Los entrevistados para el estudio se mostraron más dispuestos que hace 10 años a creer que las políticas de Estados Unidos en Medio Oriente podrían haber motivado los ataques de Al Qaeda cuando les preguntaron "¿por qué nos odian?".
Muy distinto a lo que sucedía enseguida después de los atentados, cuando 55 por ciento de los encuestados entonces rechazaron esa posibilidad y solo uno de cada tres coincidió con la afirmación.
Diez años después, las opiniones son más parejas, 43 por ciento consideró que los ataques de 2001 pudieron estar motivados por algo que "Estados Unidos hizo mal al relacionarse con otros países", y 45 por ciento rechazó esa posibilidad.
El cambio de opinión se produjo entre los consultados que dijeron ser independientes o simpatizantes del gobernante Partido Demócrata. La mitad de ellos cree que las políticas de Estados Unidos motivaron el atentado.
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En tanto, los seguidores del opositor Partido Republicano mantienen su visión de que Estados Unidos no hizo nada que motivara los ataques.
El estudio también reveló diferencias de opinión en función de la edad de los entrevistados. Más de la mitad de los menores de 30 años dijeron que las acciones de Washington pudieron haber incidido en los responsables, en tanto sólo 20 por ciento de los mayores de 65 compartieron esa opinión.
Otro cambio ocurrido en la última década tiene que ver con la opinión de los encuestados sobre la necesidad de restringir las libertades civiles para frenar el terrorismo.
Cincuenta y cinco por ciento de los consultados inmediatamente después del 11 de septiembre consideraron que estaba bien sacrificar las libertades civiles, proporción que ahora cayó a 40 por ciento. Además las personas en contra de las medidas aumentaron de 35 a 54 por ciento, concluyó el estudio.
Pero la opinión pública cambió en sentido contrario en relación con la tortura.
Al ser consultados si "justifica el uso de la tortura para obtener información importante de presuntos terroristas", 43 por ciento de los entrevistados en julio de 2004 respondieron que "a menudo" o "a veces".
Pero siete años después, las personas a favor de la tortura aumentaron y fueron 53 por ciento de los entrevistados. En cambio, las que dijeron que no se justifica "nunca" disminuyeron de 32 por ciento, en 2004, a 24 por ciento, en la actualidad.
Una gran mayoría de los entrevistados dijeron que los atentados del 11 de septiembre marcaron el "comienzo de un gran conflicto entre ciudadanos de Europa y Estados Unidos y quienes profesan el Islam" y no "un conflicto con un pequeño grupo radical".
Las personas que creen que comenzó un "gran conflicto" aumentaron pasando de 28 por ciento de los encuestados en octubre de 2001 a 35 por ciento en la actualidad. Cuarenta por ciento de los que se definieron como republicanos compartieron particularmente esa explicación, 10 por ciento más que hace 10 años.
El estudio basado en entrevistas a 1.500 adultos se realizó entre el 17 y el 21 de agosto.
Noventa y siete por ciento de los entrevistados que tenían más de ocho años en 2001 recuerdan exactamente dónde estaban en aquel momento. Más que 95 por ciento de los que se acordaban qué hacían en 1963 cuando fue asesinado el presidente John F. Kennedy, 80 por ciento que rememoran cuando el primer hombre pisó la luna en 1969 y 58 por ciento que se acuerda de cuando fue derribado el Muro de Berlín en 1989.
Ochenta y uno por ciento de los adultos mayores de 30 años dijeron haberse visto "muy" afectados emocionalmente por el ataque de 2001, bastante más que 55 por ciento de los entrevistados que dijeron haberse sentido de esa forma.
Seis de cada 10 consultados dijeron que esos atentados cambiaron la vida en Estados Unidos de forma significativa, en tanto sólo uno de cada 10 cree que, básicamente, sigue todo igual.
Con el tiempo, también cambió la opinión sobre la gestión de la crisis del entonces presidente George W. Bush (2001-2009). Poco después del ataque, 86 por ciento de los entrevistados dijeron aprobar su labor, entre los que había 81 por ciento de demócratas y 96 por ciento de republicanos.
Pero este año, 56 por ciento de los entrevistados dijeron aprobar su gestión. Ochenta y cuatro por ciento de los republicanos se mantuvieron fieles a su opinión, a diferencia de los demócratas cuyo apoyo cayó 39 por ciento en 10 años.
La edad también incidió en la apreciación de la gestión de Bush.
Los entrevistados de más edad que dijeron estar "preocupados por el aumento del extremismo islámico en Estados Unidos" también se mostraron a favor de las "revisiones adicionales en los aeropuertos a los pasajeros con presuntos orígenes de Medio Oriente" así como que no les parecía mal que los musulmanes de este país fueran vigilados.
Los entrevistados más jóvenes tienden más a creer que las operaciones militares de Estados Unidos en Afganistán e Iraq aumentan las posibilidades de que haya un atentado terrorista en este país, concluyó la encuesta de Pew publicada el jueves 1.