El gobierno de Cuba denunciará por vigésima vez ante la ONU el embargo estadounidense, que según sus estimaciones ha causado daños económicos por unos 104.000 millones de dólares, a precios corrientes, en casi medio siglo de aplicación.
"El bloqueo es una violación masiva de los derechos humanos del pueblo cubano", dijo el viceministro primero de Relaciones Exteriores, Abelardo Moreno, al presentar este miércoles a la prensa el proyecto de resolución que La Habana espera someter a votación de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) el 25 de octubre.
Moreno comentó que el presidente estadounidense Barack Obama prometió en su campaña electoral cambios en la relación con Cuba. Pero más allá de algunas medidas de flexibilización, "insuficientes y de carácter limitado", no introdujo hasta ahora modificaciones en leyes, regulaciones y disposiciones que conforman la "política de bloqueo", dijo.
El proyecto de resolución dice que el presidente de Estados Unidos "cuenta con prerrogativas suficientes para modificar significativamente el bloqueo contra Cuba, incluso sin la intervención del Congreso".
Pero fuentes independientes consultadas por IPS no esperan a corto plazo gestos de esa naturaleza del jefe de la Casa Blanca.
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"Las relaciones están tensas nuevamente, porque Washington continúa adelante con su política de subversión", dijo el economista e investigador cubano Esteban Morales. Obama no da "señales positivas" sobre el embargo o un posible diálogo con Cuba, ni tampoco se manifiesta sobre el caso de los cinco agentes cubanos presos en ese país.
Además del embargo, punto focal del conflicto, las severas condenas impuestas a esos cinco cubanos acusados de espionaje en Estados Unidos, complican una mejoría en las relaciones.
A su vez, Washington ha dicho claramente que esa mejora no será posible mientras La Habana no haga lo mismo con el estadounidense Alan Gross.
Para Morales, estudioso de la política estadounidense, Obama luce atrapado entre el preludio de las próximas elecciones, conflictos internacionales que atraen "sobremanera" su atención y la crisis económica interna. "En esas condiciones, aumenta la presión para facilitar la subversión interna en Cuba", consideró.
Esto deja a Cuba "en posición de no dar tampoco señales positivas de buena voluntad", como la esperada por el ex gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, quien no logró autorización de las autoridades para visitar a Gross, condenado en La Habana a 15 años de prisión por delitos "contra la independencia o integridad territorial del Estado".
Richardson estuvo hasta mediados de esta semana en la capital cubana en visita privada, y se entrevistó con el cardenal católico Jaime Ortega, pero no fue recibido como en ocasiones anteriores https://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=96269 por el presidente del parlamento, Ricardo Alarcón.
Los cinco cubanos Fernando y René González, Antonio Guerrero, Gerardo Hernández y Ramón Labañino fueron apresados el 12 de septiembre de 1998 y sentenciados en 2001 a penas de entre 15 años de cárcel y doble cadena perpetua más 15 años de prisión por conspiración para cometer espionaje.
Hernández también es acusado de conspiración para cometer asesinato. Cuba niega los cargos contra quienes considera luchadores antiterroristas y héroes de la patria.
En su encuentro con periodistas, el primer vicecanciller Moreno solo admitió preguntas sobre el embargo, al que situó como principal obstáculo para el desarrollo de su país.
No obstante, la directora de América del Norte del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal Ferreiro, precisó en una declaración enviada a la prensa extranjera que Richardson viajó por su iniciativa, en visita privada en cuyos preparativos "nunca estuvo sobre la mesa la liberación de Gross".
"Su solicitud de ver al recluso, que no anticipó previamente, se tornó imposible, a raíz de sus declaraciones calumniosas a la prensa, en las que calificó a Alan Gross de rehén del gobierno cubano, y de su intento de presionar, al afirmar públicamente que no se retiraría de Cuba hasta no cumplir este propósito", puntualizó Vidal.
A pesar de no estar "obligado", el gobierno cubano facilitó encuentros con Gross de personalidades estadounidenses "que lo han solicitado de manera privada, discreta y respetuosa", dijo.
La salud de Gross es "normal, de acuerdo con su edad y padecimientos crónicos" y recibe una atención médica "esmerada". Así lo constataron funcionarios consulares estadounidenses que participaron en un encuentro organizado el 1 de este mes con el personal médico que atiende a Gross, concluyó la declaración.
Estados Unidos inició formalmente el bloqueo el 3 de febrero de 1962, y se calcula que siete de cada 10 cubanos o cubanas han nacido o vivido bajo esa política restrictiva.
Según Moreno, si se toma en cuenta la depreciación del dólar estadounidense frente al valor del oro en el mercado financiero internacional, el efecto del bloqueo sobre la economía cubana sería superior a los 975.000 millones de dólares desde el comienzo de su aplicación hasta diciembre de 2010.
Entre los elementos nuevos del proyecto de resolución figuran los esfuerzos de congresistas estadounidenses adversos al gobierno cubano de Raúl Castro para obstaculizar la presencia en Cuba de compañías extranjeras interesadas en explorar petróleo en la zona económica exclusiva cubana en el Golfo de México.
La Habana llevó el caso a la ONU por primera vez en 1992, cuando recibió el respaldo de sólo 59 países. El año pasado, la resolución "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto Estados Unidos contra Cuba" fue aprobada por 187 países y tuvo el voto contrario de las delegaciones estadounidense e israelí.