Trece profesionales de la salud de Bahrein fueron condenados este jueves a 15 años de prisión, imputados de crímenes contra el Estado por haber atendido a manifestantes de una marcha contra el gobierno realizada a comienzos de este año.
Además de esos médicos y enfermeros, otros siete fueron sentenciados a entre cinco y 10 años por un tribunal especial que se creó durante el estado de emergencia posterior a las manifestaciones.
El juicio de los médicos fue vigilado de cerca y criticado por organizaciones de derechos humanos por el uso que Bahrein hace del tribunal de seguridad, que tiene fiscales militares y jueces tanto civiles como militares, a la hora de juzgar a civiles.
La mayor parte de los médicos trabajaban en el Centro Médico de Salmaniya en Manama, que fue tomado por asalto por las fuerzas de seguridad luego de haber expulsado a los manifestantes, el 16 de marzo, de la cercana Plaza Perla, epicentro de las protestas de Bahrein.
La Agencia de Noticias de Bahrein dijo que los médicos fueron juzgados por «ocupar por la fuerza el Centro Médico de Salmaniya
poseer armas sin licencia (AK-47s) y cuchillos, incitar a derrocar al régimen, quedarse con equipamiento médico, detener policías y divulgar noticias falsas».
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También se los acusó de «incitar a odiar al régimen e insultarlo, instigar el odio contra otra secta y obstruir la implementación de la ley, destruir propiedad pública y participar en reuniones que aspiraban a poner en peligro la seguridad general y a cometer delitos», continuó.
«Todas estas acciones se realizaron con un objetivo terrorista», agregó.
El jeque Mubarak bin Abdulaziz al Khalifa, alto funcionario de la Autoridad de Asuntos de Información de Bahrein, dijo a Al Jazeera que los médicos no estaban «ejerciendo su profesión del modo en que todos los médicos y enfermeros deberían».
Negando los cargos
Los médicos negaron los cargos reiteradamente, argumentando que las autoridades los inventaron para castigarlos por tratar a personas que participaron en protestas contra el gobierno.
«No hubo ningún sentido de rebelión», dijo a Al Jazeera Robert Fisk, corresponsal de The Independent en Medio Oriente, que estuvo en Bahrein durante las manifestaciones de marzo.
En un sentido profesional, declaró, se preguntaron «¿cómo tratamos a tantas personas a las que les dispararon y que resultaron heridas en un breve periodo?».
La hija de uno de los acusados dijo a Al Jazeera que ninguno de los médicos o enfermeros asistieron a la audiencia de este jueves.
«Estas crueles sentencias implican una seria violación a la ley y se consideran un ataque contra la profesión médica», señaló.
«Urgimos a todas las organizaciones, sociedades y entidades médicas internacionales a actuar, emitir un comunicado o hacer algo para condenar las recientes sentencias de los profesionales médicos de Bahrein», agregó.
En declaraciones a Al Jazeera, el exparlamentario opositor Matar Matar condenó las sentencias, diciendo que ponen de relieve que el gobierno ignora un «problema político» importante y que «una gran porción de los bahreiníes insisten en tener reformas políticas».
«Día tras día, si demoramos en resolver nuestros problemas, estos se complicarán más», dijo.
Los funcionarios «deberían enfrentar el problema e iniciar una reforma política real», agregó.
En el mismo tribunal, pero en otro caso, un manifestante fue sentenciado a muerte y otro a cadena perpetua este jueves, por matar a un policía durante las protestas.
Las sentencias de este jueves sobrevienen un día después de que el tribunal confirmara las sentencias a 21 activistas por sus roles en las manifestaciones, entre ellos ocho destacadas figuras políticas a las que se condenó de por vida por cargos de intentar derrocar a los gobernantes de este reino sunita.
* Publicado mediante un acuerdo con Al Jazeera.