«Los países forman parte de la misma cadena de producción, por eso abogar por el proteccionismo es como darse un tiro en el pie», según el economista Patrick Low, de la OMC. Entre los problemas de desarrollo que afronta África están las excesivas barreras comerciales fronterizas.
Los acuerdos comerciales preferenciales refieren cada vez menos a aranceles y cada vez más de "amplia integración" o de vincular redes de producción, señaló Low en la conferencia anual del Trade Law Centre of Southern Africa (Tralac, Centro de leyes comerciales de África austral).
El informe sobre comercio mundial, elaborado en 2010 por la OMC (Organización Mundial del Comercio), reveló que 87 por ciento de los intercambios realizados en el marco de acuerdos preferenciales tiene un margen de beneficio de solo dos por ciento, indicó.
Solo 16 por ciento del comercio mundial está sujeto a normas de preferencia, apuntó Low.
"No se trata solo de abrir mercados, sino de encontrar formas sutiles de crear un ambiente competitivo para la industria local. Al participar de los amplios acuerdos preferenciales, el comercio dentro de las redes de producción se elevó a ocho por ciento", indicó.
[related_articles]
Pero eso no se aplica al continente africano.
"África no se ajusta a ese patrón. En vez de acomodarse a las redes de producción, está atrapada en una lucha por superar el legado colonial de fragmentación. Los acuerdos preferenciales en el continente son más bien superficiales y no necesariamente conducen a una mayor integración", apuntó Low.
El análisis de tendencias globales muestra que los acuerdos preferenciales facilitan mucho la eliminación de obstáculos para la producción transfronteriza. La mayoría son iniciativas privadas con anuencia del gobierno y un sistema normativo local que favorece el desarrollo regional. Además suelen exceder las condiciones de lo que la OMC considera como libre comercio.
Los convenios preferenciales obedecen a resabios de la política poscolonial y se caracterizan por un enfoque vertical encabezado por el gobierno, indicó el especialista legal Gerhard Erasmus, de Tralac, cuya conferencia anual se realizó el jueves 8 en Ciudad del Cabo.
África también persigue un modelo lineal para pasar de las zonas de libre comercio a una unión aduanera y terminar en un mercado común. Pero no siempre es un enfoque realista y termina en un enredo sin un control adecuado ni el cumplimiento de las normas.
La Comunidad de Desarrollo de África Austral es por su nombre una zona de libre comercio, pero mantiene numerosas barreras comerciales.
"Un camión con productos de Sudáfrica rumbo a República Democrática del Congo será, por ejemplo, detenido en la frontera por funcionarios obstinados que exigen documentación inadecuada y, el conductor se ve obligado a abandonar el camión", añadió.
"Al regresar a la frontera, tras meses de tratar sin éxito de resolver la situación en la justicia, el camión se irá y con él la mercadería", señaló Erasmus, relatando los problemas cotidianos que afrontan los actores privados.
El desarrollo de servicios, como en el sector transportes, es un asunto olvidado en las negociaciones que los países africanos mantienen desde hace 10 años. Pero sin ellos, el comercio sufre.
"Por ejemplo, 40 por ciento de los ingresos por concepto de exportaciones de Ruanda son devorados por los costos del transporte", indicó Erasmus.
"África sigue preocupada por el comercio de mercancías, en vez de apostar a una integración regional más amplia como en otras partes del mundo en desarrollo. Las conversaciones están dirigidas por el Estado y tanto el sector privado como la sociedad civil ocupan un lugar periférico", sostuvo el director de Tralac, Trudi Hartzenberg.
"El sector privado debe participar para promover una integración más profunda", apuntó.
Los servicios son esenciales para impulsar las redes o el sector productivo, señaló Hildegunn Nordhas, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). También son necesarios para promover la industria y los negocios, pues permiten abrir mercados o impulsar la productividad.
"El comercio de flores en Kenia comenzó a prosperar cuando comenzaron a llegar más turistas al país, creando así conexiones de vuelos regulares que sirvieron para exportarlas", añadió Nordhas.
"Piense también en el crecimiento del sector de las telecomunicaciones en África. Antes tenía que ir conduciendo hasta una granja para ver si había producción ahora se puede llamar al agricultor por teléfono celular", observó Nordhas.
Seguir ignorando el desarrollo de los servicios en los acuerdos comerciales no favorecerá a África a largo plazo, añadió.
"La relativa brecha entre países en desarrollo y los ricos que invierten en servicios y África aumentará y, esta quedará rezaga. De hecho, el desarrollo de servicios es una prioridad", añadió.