Continúa la violencia en la sureña ciudad pakistaní de Karachi, donde al menos 42 personas han muerto desde el lunes.
El ministro del Interior, Rehman Malik, anunció el martes severas acciones contra los involucrados en la última ola de violencia en ésta, la capital comercial del país, responsabilizando a «criminales y militantes» religiosos.
El funcionario señaló además que por lo menos 18 de los asesinatos fueron contra activistas políticos, y que el gobierno había preparado un plan para afrontar la deteriorada situación en la ciudad.
«Tomaremos todas las acciones posibles para restaurar la paz en Karachi», dijo, añadiendo que los resultados de las medidas del gobierno serían visibles muy pronto.
Imtiaz Tyab, corresponsal de la cadena Al Jazeera, informó que la última ola de violencia ha sido atribuida a una lucha política entre los principales partidos.
[related_articles]
Karachi, donde según la policía murieron unas 200 personas solo el mes pasado, cuenta con el principal puerto del país, la bolsa y el banco central.
Julio fue el mes más mortal en casi 20 años. Los medios locales incluso elevaron el número de bajas. El periódico Dawn informó que fueron 318.
Después de que estalló la violencia el mes pasado, cientos de policías y paramilitares fueron enviados a Orangi, el mayor y más pobre de los tugurios de la ciudad.
Más de 100 personas murieron durante tres días de enfrentamientos en ese barrio.
Los Rangers, una fuerza de seguridad interna, tomó control del área, pero la violencia desde entonces se ha propagado a otras zonas de Karachi, con más de 18 millones de habitantes.
Los llamados de paz del gobierno y de otros partidos políticos han fracasado.
El lunes, al menos 90 vehículos fueron incendiados en diferentes zonas.
En otro incidente, al menos 80 motocicletas fueron quemadas cuando decenas de personas atacaron una fábrica textil el lunes y prendieron fuego a los vehículos estacionados fuera.
A lo largo de los años, bandas criminales han sido utilizadas por partidos políticos en una guerra por el poder en Karachi, ciudad que contribuye con dos tercios de la recaudación impositiva del país.
La independiente Comisión de Derechos Humanos de Pakistán responsabilizó de la violencia a los partidos políticos, aunque también señaló que elementos criminales estaban «explotando el colapso del imperio de la ley».
«Aunque bandas de ladrones de tierras y mafias han intentado explotar el colapso del imperio de la ley, no parecen ser los principales directores de este horrible juego de muerte y destrucción. Esa distinción pertenece a más poderosos grupos políticos, y son ellos la clave para la paz», señaló el lunes.
Mientras, Tyab informó que la batalla entre grupos locales ocurría como resultado de una «lucha interna» política.
«Lo que creemos es que los partidos políticos en Pakistán han estado explotando las divisiones en esta ciudad y por lo general recurren al hampa, a los criminales para hacer el trabajo sucio», añadió. La Comisión había informado que 1.138 personas murieron en Karachi en los primeros seis meses de este año, de las cuales 490 fueron víctimas de la violencia política, étnica y sectaria.
* Publicado en acuerdo con Al Jazeera.