MUJERES-TÚNEZ: Temor al «estilo argelino»

Un grupo de mujeres en la capital tunecina hacen campaña cerca de la playa de La Marsa para convencer a otras de que se registren en el padrón electoral a tiempo para los comicios del 14 de este mes. La mayoría llevan velo.

Una protesta en Túnez. Crédito: Giuliana Sgrena/IPS
Una protesta en Túnez. Crédito: Giuliana Sgrena/IPS
Pero el futuro de esa prenda tradicional islámica en este país parece estar en duda. En una reciente encuesta realizada por periodistas a mujeres que lo utilizan, cuatro de cada cinco dijeron que no votarían a Ennahda, el partido islamista que se presentará en las próximas elecciones.

De las urnas saldrán los miembros de una asamblea constituyente que deberá iniciar sus funciones en octubre.

Ver a mujeres con velo en la playa es algo inusual en Túnez. Por lo general llevan un cómodo bikini y usan apenas un pañuelo.

"Mire alrededor", dijo Khadija, activista del Frente Democrático Modernista, una coalición de partidos democráticos, en otro sector de la playa, cerca de la vanguardista zona de La Goulette. "¿Puede imaginar a estas personas viviendo bajo la ley islámica? Túnez no es Argelia. Estoy segura de que nunca pasará eso aquí".
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De hecho, "Túnez no es Argelia" es un eslogan de los secularistas, que quieren ver a este país con una agenda liberal y no islámica. Pero señales preocupantes están comenzando a emerger.

"Puedo ver la sombra argelina detrás de lo que sucedió en Menzel Bourghiba", dijo a IPS el editor en jefe de Radio Kalima, Sihem Ben Sedrine, miembro del Consejo Nacional para las Libertades. "Túnez puede sufrir la misma pesadilla que tuvo Argelia en los años 90".

Cientos de seguidores del salafismo (una de las ramas más radicales del Islam) atacaron el mes pasado una estación de policía en Menzel Bourghiba, en el norte del país, golpearon a uniformados, cinco de ellos gravemente, y huyeron tras robar varias armas.

Militares estacionados cerca no intervinieron. Sihem, quien fue a visitar a los policías heridos en el hospital, no podía encontrar respuestas a lo ocurrido.

Pero ésa no había sido la primera señal. El director de cine Nadia el Fani, autor de la película "Ni Alá ni maestro", había sido amenazado de muerte en mayo, y otros artistas recibieron advertencias similares.

Al mes siguiente, el grupo Lam Echami, que reúne a 80 asociaciones por la libertad de expresión, organizaron una serie de actividades bajo el título "Saquen la mano, gente creativa", para apoyar a los artistas amenazados por extremistas islámicos.

Un grupo radical realizó un atentado el 26 de junio durante la exhibición de la de El Fani en el cine capitalino de Habib Belhedi.

Los radicales islámicos lanzaron gases lacrimógenos contra los "infieles", gritando "Túnez es un estado islámico". Ante la presión, el cineasta cambió el título de la película a "Laicismo, si Alá quiere".

Temiendo más violencia con el comienzo del mes sagrado musulmán de Ramadán, Sedrine señaló: "Tenemos que lograr un acuerdo, incluso con el partido religioso Ennahda, para que no haya más violencia".

Las mujeres han logrado avances de cara a los próximos comicios: según las nuevas disposiciones, la mitad de los candidatos en las listas deben ser del sexo femenino. Una fuerte presencia de ellas en la Asamblea Constituyente será crucial para el sector.

Las mujeres también quieren consolidar a la Comisión Suprema, encargada de supervisar que se respeten los objetivos de la revolución, en especial que la religión y la política se mantengan separadas.

Ennahda se opone a esta meta, así como a las disposiciones que prohíben a las fuerzas políticas recibir fondos del exterior.

En otro frente, las mujeres luchan contra los legados del derrocado régimen Zine el Abidine Ben Ali, por ejemplo en los medios de comunicación. La prensa les da poco espacio a las candidatas.

"Después de 23 años de dictadura, la presencia de viejos partidarios de Ben Ali en puestos clave hace que no haya respeto en la prensa", dijo a IPS la directora del Sindicato Nacional de Periodistas y editora en jefe del Centro de las Mujeres Árabes para la Capacitación y la Investigación, Najiba Hamrouni.

Maya Jribi es la secretaria general del Partido Democrático Progresista, pero invariablemente el rostro de esa fuerza política en los medios es un hombre, el ex dirigente Nejib Chebbi.

En su edición de julio, la revista mensual "Femmes & Realities" realizó un informe especial sobre las mujeres en la política, el primero en su clase a pesar de tratarse de una publicación dedicada a temas femeninos.

Un grupo de mujeres impulsa ahora un proyecto para seguir de cerca de los medios de comunicación.

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