El filme «The Whistleblower» (el soplón), inspirado en hechos reales ocurridos en Bosnia en 1999, relata la historia de Kathy Bolkovac, una oficial de policía estadounidense que decide enrolarse en una misión de paz de la ONU tras la guerra.
La oficial descubre una corrupción institucional, violaciones de derechos humanos e intrigas entre empresas privadas y diplomáticos.
Bolkovac, representada por la actriz Rachel Weisz, arriesga su propia seguridad para sacar a luz la esclavitud sexual infantil y la trata de personas, en las que también estaban involucrados funcionarios de las misiones de paz de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Al ser consultada por la veracidad de la historia, la directora Larysa Kondracki explicó que los atropellos cometidos en Bosnia fueron tan impactantes que tuvieron que suavizar el guión para hacerla creíble y que los espectadores le prestaran atención.
"Mucha gente supone que la historia es demasiado escandalosa para ser real. Cuando se enteran que la tuvimos que minimizar, quedan impactadas", señaló en la conferencia de prensa que dio junto a la guionista Eilis Kirwan tras la presentación de la película en la Asociación de Corresponsales de la ONU en Nueva York.
[related_articles]
"Una discusión sobre el filme nos consumió los siguientes 40 minutos de reunión", reza un correo electrónico recibido por Kondracki y redactado por una persona que se lo envió tras un encuentro entre el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y sus asesores.
"La posición de Acnur (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados) es que el foro mundial debe ser proactivo y condenar las prácticas inaceptables ocurridas en Bosnia e informar sobre las mejoras que ha tenido la política de la ONU desde entonces", leyó.
También decía que muchos asesores creían que "la difusión pública de la película en la ONU, seguida de una conferencia, era contraproducente y contribuiría a agrandar su impacto".
"Prefieren minimizar el filme y preparar respuestas por las dudas que pregunten", remarcó Kondracki.
La posibilidad de salir impunes fue un factor importante a la hora de perpetrar los abusos, indicó.
"La inmunidad internacional hace que actúen como nunca lo harían en su país", observó.
"En esas misiones entran en un mundo de fantasía y los pies no les quedan en la tierra", añadió.
"No quiere decir que haya que poner fin a las misiones de paz de la ONU", subrayó. "El foro mundial es fantástico y mucha gente trabaja bien. Pero hay que reflexionar sobre el asunto con seriedad", remarcó.
El ejemplo de los disparos efectuados por mercenarios de la compañía de seguridad privada Blackwater en la capital de Iraq, en la que murieron 14 civiles en 2007, muestra que no desapareció esa sensación de ser invencible.
"The Whistleblower" fue mencionado al otro día de su presentación por el portavoz del secretario general de la ONU en su conferencia de prensa diaria.
"Le damos la bienvenida al filme por los importantes asuntos que plantea y que ocupan un lugar destacado en la agenda de las Naciones Unidas, incluida la lucha contra la trata de personas, el crimen organizado, y en especial en zonas de conflicto", señaló Martin Nesirky.
"También es importante porque se concentra en el papel de las mujeres en las operaciones de paz, sobre todo en el ejército y en la policía", remarcó.
"Les informo que en unas semanas se realizará una discusión aquí en la ONU sobre algunos de los temas que plantea el filme", añadió.
La película, a la que mucha gente llama "el filme que la ONU nunca querría que vieras" se estrenará este viernes 5 en Estados Unidos.