El nororiental puerto brasileño de Pecém recibió un pedido para desembarcar y depositar los componentes de una fábrica de cemento importada de China, que fue imposible de aceptar tal cual llegó. Es que el cargamento ocuparía 40.000 metros cuadrados, casi la mitad del área de almacenaje del lugar.
La solicitud enviada hace un mes, empero, sigue a estudio porque al director de Implantación y Expansión de Pecém, Hernani de Carvalho Junior, se le ocurrió una solución práctica. Sugirió acoger los equipos en un "pulmón", es decir divididos en dos partes de manera que la segunda entre al puerto después que haya sido sacada la primera, reduciendo así a la mitad el sector ocupado.
El pedido es tan inusual como emblemático del proceso de industrialización que vive el Nordeste, la región más pobre de Brasil. Buena parte de esas inversiones fueron atraídas por la instalación de puertos diseñados también como complejos manufactureros y de energía.
Pecém comprende un polo industrial y energético en proceso de instalación en un área de 330 kilómetros cuadrados en torno al puerto en la costa del océano Atlántico inaugurado en 2002, ubicado a 60 kilómetros de Fortaleza, la capital del estado de Ceará.
Fue concebido como "un instrumento" de atracción de industrias, contando con dos grandes proyectos de arranque, una planta siderúrgica y una refinería de petróleo. Aunque finalmente "no ocurrió en ese orden, igual el puerto se construyó" tras modificarse su diseño original para ser adaptado a "cargas generales y contenedores", explicó Carvalho Junior.
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Las industrias van llegando. Una veintena de empresas de servicios, energéticas, de producción de cemento y equipos de energía eólica ya se instalaron en el Complejo Industrial y Portuario de Pecém, administrado por el gobierno de Ceará.
La construcción de la planta siderúrgica ahora sí está en marcha y su inauguración está prevista para 2015, cuando podrá producir hasta tres millones de placas de acero al año, mientras que la firma estatal Petrobrás aportará una refinería con capacidad para procesar 300.000 barriles diarios de combustible a partir de 2017.
A esos proyectos se suman dos centrales termoeléctricas, también en construcción, que sumarán 1.080 megavatios, casi el doble de la generación actual del estado de Ceará. Debido a que serán alimentadas con carbón mineral importado de Colombia, es clave su ubicación contigua al puerto.
Dudas que erosionan
Pero todo ese progreso no es inmune a las críticas. Un flanco atacado es el estudio en que se basó la construcción del puerto. João Alfredo Melo, concejal de Fortaleza por el izquierdista Partido Socialismo y Libertad, afirmó que no fue adecuada la medición de las corrientes marítimas y de los vientos, que son "muy fuertes en agosto y septiembre".
A modo de ejemplo, recordó que, apenas iniciadas las operaciones del puerto, un buque chino no logró atracar a causa de los vientos, "una vergüenza" que se trató de corregir construyendo un rompeolas en forma de ele.
Melo añadió que, tras la instalación de la terminal comenzó la erosión de las playas al oeste de Pecém, un fenómeno similar al observado en Fortaleza tras construirse otro puerto hace 60 años.
También cuestiona los efectos sociales que provoca la abrupta caída de los empleos, cuando comienzan a operar las industrias, luego de la gran demanda generada al memento de levantar los edificios del polo.
"Sin cadenas productivas" como podría ser el desarrollo de la siderurgia con un polo metalmecánico, los emprendimientos anunciados generarán una limitada cantidad de puestos de trabajo, sostuvo.
Carvalho Junior responde a esta inquietud señalando que, detrás de la siderurgia, vendrá la industria de laminados y quizás una fábrica de vehículos, mientras que la refinería de combustibles atraerá la petroquímica. Tampoco acepta que el puerto cause problemas ambientales.
Pecém está a "siete días de la costa de España y seis de Nueva Jersey, en Estados Unidos", y su profundidad de 18 metros en el recién inaugurado Terminal de Múltiplo Uso permite atracar los mayores navíos, "sin necesidad de dragado", todo contribuyendo a los bajos costos que atraen las empresas de transporte, detalló, entusiasmado.
Mediciones batimétricas comprobaron que entre 1997 y 2009 no hubo alteraciones en la profundidad local, indicando ausencia de sedimentación y, por lo tanto, dispensando el dragado que encarece el mantenimiento de otros puertos, explicó a IPS. Además aseguró que Pecém cuenta con equipos de última generación.
Por esas razones su movimiento de cargas tuvo "un crecimiento exponencial" en los últimos años, confirmando su vocación de futuro "Hub", sostuvo el director, refiriéndose a un puerto que opera como un cubo, para ser el centro de muchas rutas marítimas.
La esperanza del Nordeste
El puerto de Pecém es "off shore", como se les llama a los que tienen atracaderos alejados de la costa, en este caso protegidos por un rompeolas de 1.768 metros de largo y unidos a los almacenes en tierra por puentes ferroviarios y ductos. Ahora está en fase de ampliación, con la meta de recibir 5,6 millones de toneladas de carga en 2012, casi el doble de lo operado en 2010.
Su gran ventaja logística es geográfica, al situarse 3.000 kilómetros más cerca de Europa y de Estados Unidos que Santos, el principal puerto brasileño, situado en el sudeste del país. Pero su objetivo principal es impulsar el desarrollo de Ceará, para que, además, se replique en toda la región del Nordeste, al integrar el polo industrial y actividades portuarias.
Las industrias instaladas y proyectadas están separadas del puerto por seis kilómetros, espacio destinado a preservar dunas y la fauna y flora naturales, en un sistema de reserva ambiental.
La proyección de carreteras, un ferrocarril y los ductos, además de las exenciones impositivas diseñadas para empresas exportadoras, aseguran las condiciones atractivas para las inversiones.
A eso se suman otros factores a favor de la industrialización del Nordeste, como un mercado en expansión carente de producción local en muchos rubros, como por ejemplo el acero y derivados petroleros, y una mano de obra más barata que en el centro y sur desarrollados de Brasil, aunque con escasa capacitación.
La economía del estado de Ceará creció 7,9 por ciento el año pasado, pero igual ocupó solo el tercer lugar entre los estados del Nordeste, superado por Pernambuco y Bahia. Sin embargo, esa región registra promedios superiores al crecimiento nacional en los últimos años.
Pernambuco fue el campeón nacional en 2010, al crecer su producto 9,3 por ciento, en gran parte debido a lo aportado por otro complejo portuario e industrial, el de Suape, ubicado en la región metropolitana de Recife, la capital del estado. Es el espejo en el que se mira Pecém.
Suape, "superporto" pionero concebido en los años 70, solo maduró efectivamente en la década pasada. Ahora cuenta con más de 100 empresas instaladas y 130 proyectos en marcha con inversiones estimadas en 25.000 millones de dólares y cerca de 50.000 empleados en la construcción.
Petrobrás construye en ese lugar una refinería, que se espera esté pronta en 2014, y una enorme planta petroquímica. También funciona un astillero, al cual están asociados capitales de Corea del Sur, que emplea a 7.400 trabajadores desde 2008, y son numerosas las industrias de bebidas, cerámica y alimentos ya instaladas.
Pecém y Suape estarán unidos dentro de algunos años por la vía ferroviaria Transnordestina en construcción, que avanza al interior semiárido del Nordeste.
Toda una infraestructura que compondrá, con muchas carreteras en ampliación o reparación, un sistema de transporte para una industrialización que lleva medio siglo de rezago en relación al sudeste de Brasil.