El gobierno de la noroccidental provincia pakistaní de Khyber Pakhtunkhwa, sumida en la violencia, pidió ayuda a eruditos religiosos en un intento desesperado por restaurar la paz.
"El país está plagado de gérmenes terroristas", dijo a IPS el ministro de Información de Khyber Pakhtunkhwa, Mian Iftikhar Hussain. "Se aplicaron todos los métodos y estrategias, pero es inútil. Recurrimos a los religiosos como último recurso para mantener la paz en la sociedad", apuntó.
Los "ulamas", o eruditos religiosos, pueden desempeñar un papel significativo frenando el terrorismo porque la gente los respeta y los escucha, dijo Hussain. "Les pedimos que se acercaran y ayudaran al gobierno a frenar el terrorismo", añadió.
El exjefe del partido Jamaat-e-Islami, Qazi Hussain Ahmad, que terminó hace poco una gira de paz, armonía y tolerancia por el país, coincidió con el llamado.
"Creemos que el Islam puede servir a la paz, pues aboga definitivamente por la paz y la tranquilidad, y prohíbe a la gente involucrarse en actividades criminales como terrorismo, robo y otros delitos", dijo a IPS.
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El líder Dost Mohammad Jan, del partido Jamaat-e-Islami, fue asesinado el 20 de abril de 2010 en un atentado con bomba en Peshawar, donde perdieron la vida otras 27 personas.
Pakistán era un país pacífico antes de que llegara el movimiento islamista afgano Talibán, tras su expulsión del gobierno de Afganistán a fines de 2001 por fuerzas encabezadas por Estados Unidos, y se asentara en las pakistaníes Áreas Tribales Administradas Federalmente (FATA), cerca de la frontera entre ambos países.
Combatientes del Talibán se dispersaron de las áreas tribales hacia otras partes del país lanzando ataques en la vecina Khyber Pakhtunkhwa.
Maulana Fazlur Rehman, jefe del partido Jamiat Ulema-e-Islam, no se guarda palabras para condenar el terrorismo tras sobrevivir a dos atentados suicidas, el 30 y el 31 de marzo. En esa oportunidad también lanzaron ataques contra varias mezquitas y ceremonias funerarias.
"En esta situación es muy importante el papel de los religiosos para mantener la paz, pues tienen raíces sociales y la gente los escucha con atención", dijo Maulana Abdul Baqi a IPS, quien organiza oraciones en la Universidad Town, de Peshawar.
Baqi y otros eruditos musulmanes urgieron a estudiantes y colegas a que predicaran el mensaje del Islam para que la gente rechace el terrorismo y realice actividades para promover la paz.
Los propios terroristas recurren a la religión para ganar partidarios a su causa emitiendo fatwas (decretos religiosos) y llamando a sus seguidores a atacar al ejército y a la policía de Pakistán por su alianza con Estados Unidos.
"Varios religiosos emitieron otros decretos condenando el terrorismo y los ataques contra mezquitas y escuelas. Algunos otros también declararon los ataques suicidas como haram (contra el Islam)", indicó Baqi, quien agregó que los atentados disminuían gracias a la actividad de esas personas.
El gobierno comenzó en enero realizando llamados en las principales mezquitas de diferentes ciudades en busca de apoyo público contra los atentados terroristas.
El Islam es una religión de paz que no aprueba el asesinato de personas inocentes, señaló Maulvi Shabbir Alam, del distrito de Mardan. "Ataques terroristas y atentados suicidas están prohibidos en el Islam", añadió.
Ahora se necesita armonía religiosa, señaló el oficial de la policía local, Irshad Jan, quien coincidió en que los religiosos pueden contribuir a crear conciencia sobre la violencia terrorista.
"Alertamos a los oficiales a que mantengan una estricta vigilancia de personas sospechosas cerca de las mezquitas y de otros lugares sagrados para evitar atentados terroristas", remarcó.
Los eruditos religiosos pueden mostrar a la gente el camino correcto con su conocimiento y comprensión del Islam.
Maulana Amin ul Hap, del distrito de Charsadda, en Khyber Pakhtunkhwa, comenzó a dar sermones contra la violencia. "Siempre utilizamos las mezquitas para profesar contra la amenaza terrorista y continuaremos con el esfuerzo hasta que prevalezca la paz", indicó.
Tahseenullah Jan, director de la Fundación Nacional para el Desarrollo y la Investigación, dijo a IPS que ellos organizan seminarios y talleres para sensibilizar a los religiosos sobre el asunto.
"El año pasado organizamos 20 talleres para 600 eruditos pues creemos que 90 por ciento de la gente les obedece y los escuchan", indicó.
La Fundación está comprometida a promover la paz y la tolerancia entre el público en general y obtener el apoyo de dirigentes políticos, añadió. La campaña de la organización incluye capacitar profesores y distribuir folletos a favor de la paz.
Los rebeldes mataron en los últimos cinco años a varios religiosos, entre ellos a Mohammad Farooq Jan, Maulana Hassan Jan y Mufti Sarfraz Naeemi, por oponerse a los atentados suicidas.