Gran Bretaña reconoció oficialmente al principal grupo opositor de Libia como el legítimo gobierno de ese país africano, y pidió a todos los diplomáticos leales al régimen de Muammar Gadafi que abandonaran Londres.
El ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, dijo este miércoles que su país estaba descongelando 150 millones de dólares de cuentas libias para ayudar al Consejo de Transición Nacional, al que reconoce como «única autoridad gubernamental» de ese país.
«Trataremos al Consejo de Transición Nacional de la misma forma que lo hacemos con otros gobiernos del mundo», aseguró Hague.
«En línea con esta decisión, convocamos al encargado de negocios libio aquí esta mañana y le informamos que él y otros diplomáticos del régimen de Gadafi debían abandonar Gran Bretaña», añadió.
«Ya no los reconocemos como representantes del gobierno de Libia, e invitamos al Consejo de Transición Nacional a que designe a nuevos diplomáticos para encargarse de la embajada libia en Londres», indicó.
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Anita McNaught, corresponsal de la cadena Al Jazeera en el baluarte rebelde de la nororiental ciudad libia de Bengasi, señaló que la noticia del descongelamiento de las cuentas fue bien recibida por los insurgentes, que se han quedado sin fondos.
El jefe del Consejo, Mustafa Abdul Jalil, dijo en conferencia de prensa en Bengasi este miércoles que la decisión de Gran Bretaña les daba un fuerte «impulso político y económico».
«Esto significa que Gadafi y sus seguidores ya no son legítimos», afirmó, mientras que anunció que el nuevo embajador de Libia en Londres sería Mahmud Nacua, a quien describió como un exiliado libio en Gran Bretaña.
Hague implementó de esta manera una decisión tomada en una reciente reunión celebrada en Estambul, durante la cual Estados Unidos, Gran Bretaña y otras 30 naciones reconocieron a la oposición libia como el legítimo gobierno de ese país.
Rusia ha criticado estas medidas señalando que siguen una «política de aislamiento», van más allá del mandato de la Organización de las Naciones Unidas y significan tomar parte en una guerra civil.
Gran Bretaña ha sido uno de los principales participantes de la campaña militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero Londres es presionado por no haber logrado aun sacar a Gadafi del poder.
Hague les dio al encargado de negocios y a otros ocho funcionarios de la embajada tres días para abandonar Gran Bretaña.
Esta semana, Hague dijo por primera vez que Gadafi podría permanecer en Libia, aunque no ocupando la Presidencia.
Señaló que «Gadafi debía abandonar el poder y toda responsabilidad civil y militar», pero indicó que lo que su destino personal era «cuestión de los libios».
Francia y Estados Unidos han hechos similares declaraciones.
Este miércoles, sin embargo, el jefe del Consejo, Mustafa Abdul Jalil, dijo que el plazo fijado para que Gadafi abandonara el poder había expirado.
«Hicimos una propuesta. El plazo venció. La propuesta expiró», señaló durante una conferencia de prensa en Bengasi. Según la iniciativa, Gadafi debía renunciar a todos su poderes pero podría permanecer en Libia, aunque bajo «estrecha vigilancia» y en un lugar elegido por el pueblo».
La propuesta marcó un cambio importante en las demandas de la oposición, que exigía la renuncia sin condiciones del mandatario y su juzgamiento en la Corte Penal Internacional con sede en La Haya.
* Publicado en acuerdo con Al Jazeera.