La «actualización del modelo económico» se mantiene como un asunto de máxima prioridad para el gobierno de Cuba, que este martes celebró una de sus fiestas nacionales más importantes con la mira puesta en la Conferencia Nacional del Partido Comunista, prevista para enero.
"Al pueblo le hablamos claro, puede tener la seguridad de que vamos como se ha dicho, sin prisa pero sin pausa", aseguró el primer vicepresidente de Cuba, José Ramón Machado Ventura, encargado por segundo año consecutivo del discurso de clausura del acto central por el Día de la Rebeldía Nacional, realizado en la ciudad de Ciego de Ávila, a 423 kilómetros de La Habana.
El usual recuento del acontecer político y económico interno y de las relaciones internacionales del país suele cerrar las actividades en homenaje al asalto en 1953 a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo, momento que marcó el inicio del movimiento insurreccional que desembocó en el triunfo de la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959.
Sentado en primera fila, con su guayabera blanca, el mandatario de Cuba, Raúl Castro, presenció el acto, rompiendo sin justificación aparente una tradición implantada desde los primeros años de la Revolución: la identificación del discurso del 26 de julio como la alocución anual y de carácter interno más importante del presidente del país.
"Se está reservando para la Asamblea Nacional", dijo vía telefónica a IPS una analista en referencia a la importancia que le otorga Raúl Castro a la separación de determinadas funciones y la cercanía de la sesión ordinaria del parlamento cubano, que se realizara el 1 de agosto.
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Personas consultadas la víspera por IPS en calles de La Habana esperaban "nuevas medidas", "detalles sobre las reformas", "más facilidades para el trabajo por cuenta propia", entre otros posibles temas que encontraron un reflejo en el discurso oficial sólo en la declaración de determinados principios y política.
En ese sentido, Machado Ventura aseguró que, entre los aspectos que analizará la Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba (PCC), aparece la necesidad de dejar atrás "los prejuicios hacia el sector no estatal de la economía", una tendencia que se arrastra de décadas de predominio casi absoluto del Estado en la producción y los servicios.
Asimismo, el también segundo secretario del PCC aseguró que los documentos sobre el funcionamiento interno del partido, que serán llevados a la Conferencia, serán debatidos previamente por la militancia y por organismos de dirección, así como por otras estructuras cuando sea pertinente.
Temas de máxima prioridad en el debate del país, como la discriminación por motivos raciales o las propuestas de leyes a favor de la libre identidad de género y orientación sexual, no fueron mencionados por el orador, pese a que fuentes de la sociedad civil y autoridades anunciaron que se incluirán de alguna manera en la agenda del encuentro.
Sobre el ritmo de implementación de la llamada oficialmente "actualización del modelo económico", el vicepresidente cubano aseguró que "se trabaja sistemáticamente", sin poner "parches, ni improvisando sino buscando soluciones definitivas a viejos problemas", teniendo en cuenta la opinión de la población y preparados para rectificar y adoptar nuevas decisiones.
En el área agrícola, Machado Ventura se detuvo en el proceso de entrega de tierras ociosas en usufructo a personas interesadas en hacerlas producir y las limitaciones que se afrontan por la demora en los trámites, la "morosidad" de los beneficiarios, las insuficientes opciones de capacitación y las "debilidades" en la contratación y comercialización de las producciones.
"La dirección del país continúa dando prioridad al cumplimiento del plan de la economía y producción de alimentos, bajo las graves consecuencias que produce el incremento de sus precios en el mercado internacional", aseguró, para luego llamar a romper la inercia que conduce a "sentarse a esperar" mirando lo que "cae de arriba".
En el año transcurrido desde el 26 de julio pasado, esta isla, con más de 11,2 millones de habitantes, vivió la ampliación del trabajo por cuenta propia como alternativa a la reducción del empleo estatal y no pocos anuncios que, vinculados a la política aprobada por el VI Congreso del PCC, podrían flexibilizar mecanismos y eliminar prohibiciones.
Como respuesta a una de las demandas más importantes, expresadas reiteradamente en consultas populares realizadas por el gobierno, figura la aprobación en junio por el Consejo de Ministros de la política para la flexibilización y eliminación de trámites asociados a la transmisión de la propiedad de viviendas y vehículos de motor entre personas naturales.
Aunque las normativas jurídicas aún no están disponibles para hacer efectivas las medidas, la información aparecida en el diario oficial Granma se unió a la decisión del pasado año de abrir más espacio a la construcción de viviendas por esfuerzo propio para dar respuesta a uno de los problemas sociales más agudos que afronta el gobierno de Castro.
"Hay muchas cosas pendientes, como la flexibilización de las normas migratorias que obligan a los cubanos a pedir permiso para viajar fuera del país, pero al menos uno ve que las cosas empiezan a moverse", dijo un trabajador de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana que no ocultó su recelo con que "el economicismo se imponga en todo".
Tras reiterar el llamado de Raúl Castro de que los acuerdos del pasado congreso del PCC no pueden convertirse en un papel que duerme "el sueño eterno de un buró", Machado Ventura recordó la necesidad actuar bajo el denominador común del "orden, la disciplina y la exigencia".
Cada trabajador y dirigente debe sumarse "al combate por la eficiencia económica, contra la indisciplina social y laboral, la deficiente contabilidad, el mal aprovechamiento de los recursos, las actitudes burocráticas generadoras de rutina, indolencia o esquematismo y contra procedimientos absurdos que nada tienen que ver con el socialismo", aseguró.