ECUADOR: La economía oculta sale a la luz

La actividad económica de Ecuador sumó 82.000 millones de dólares en 2009 y no 42.000 millones, informó este jueves el ministro de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, René Ramírez, al adelantar los primeros resultados del censo nacional en la materia.

"La diferencia entre el valor agregado producido por los 511.130 establecimientos económicos en 2009 frente al valor agregado bruto publicado por el Banco Central del Ecuador demuestra un subregistro de 50 por ciento", dijo Ramírez en un desayuno al que invitó a los editores económicos de la prensa nacional.

Realizado entre septiembre y noviembre del año pasado, se trató del primer censo económico en los últimos 30 años en el país.

"No es cuestión de echar la culpa a nadie: simplemente los registros del Banco Central, que indicaban la cifra menor, se basaron en la actividad económica reportada por la Superintendencia de Compañías", explicó a IPS Juana Ordóñez, gerente de la consultora económica Multiplica, con amplia experiencia en el manejo de estadísticas.

"La verdad es que la informalidad de la economía ecuatoriana es muy grande, y hay miles de pequeños comercios y talleres que jamás habían sido registrados", detalló por su parte a IPS la economista María de la Paz Vela, editora económica de la revista Gestión.
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El censo, un conteo de todas las unidades económicas que conforman el sector productivo, su ubicación, así como el registro de sus características principales, no se había vuelto a hacer desde 1980.

"Durante tres décadas, los insumos para el cálculo de toda la estadística económica han sido los que se obtuvo en el censo anterior, información que, conforme avanzaba el tiempo, resultaba cada vez más distorsionada", indicó Ramírez.

Ahora será este censo el que dará toda la información de base al Sistema de Cuentas Nacionales, que venía usando información proyectada a partir de 1980. "Otra de las conclusiones del censo es que la economía ecuatoriana es hiperconcentrada", aseveró el funcionario.

Un ejemplo es la concentración de las ventas: 95,8 por cierto de las que se realizan en el país corresponden al grupo de establecimientos de mayor comercialización, es decir en los 51.113 del decil más alto, mientras los otros 460.017 solo venden 4,2 por ciento del total.

"Son las tiendas de barrio, las panaderías, los pequeños puestos de comida, que pululan en todo el país, donde se concentra la masa de subempleados", dijo Ordóñez.

Pero la concentración es incluso más aguda, pues dentro del decil más alto, 90 por ciento de las ventas son acaparadas por el grupo de establecimientos de más movimiento comercial, es decir en el percentil 99, en las 5.111 empresas comercializadoras más grandes, como cadenas de supermercados, bancos e incluso empresas públicas.

Por contraste, no son los grandes comercios ni la gran industria los mayores proveedores de empleos. Al contrario, son los establecimientos pequeños los que dan trabajo a mayor número de personas.

En los establecimientos que tienen de uno a nueve ocupados trabajan 911.146 personas, lo cual representa 44 por ciento de la población ocupada del país, mientras que 32 por ciento de los ocupados (642.010 personas) trabajan en establecimientos con plantillas que van de 10 a 199 personas y solo 24 por ciento (500.266) en aquellos de 200 o más.

También el nuevo censo permitió comprobar la concentración territorial: las provincias de Pichincha y Guayas, cuyas capitales respectivamente son Quito y Guayaquil, se reparten 72 por ciento del volumen en ventas de bienes y servicios, y 45 por ciento de establecimientos económicos a nivel nacional.

Solo en Pichincha se vende el 46,8 por ciento del total de ventas del país.

Por cierto, esas son también las provincias más pobladas, pues Guayas tiene 3,57 millones de habitantes y Pichincha 2,57 millones, lo cual representa 43 por ciento de los habitantes del país, según los resultados preliminares del censo poblacional de 2010.

El censo económico nacional tomó en cuenta a los establecimientos visibles, es decir a aquellas unidades económicas bajo una sola dirección o control, que combinan actividades y recursos con la finalidad de producir bienes y servicios y están ubicadas en un lugar determinado, así como a las empresas propiamente dichas.

Desde septiembre a noviembre de 2010, cerca de 2.000 personas participaron como personal operativo y administrativo del proceso. Se censó las áreas amanzanadas en poblaciones de por lo menos 2.000 habitantes, los corredores viales principales y las zonas de actividad económica especial.

Así se visitaron 572.335 establecimientos, de los que se registraron 511.130, lo cual en un país de 14,3 millones de habitantes es un número muy alto y confirma la alta informalidad de la economía, dijo Ordóñez.

Esta información podrá unirse con los datos del censo de población y vivienda realizado en noviembre pasado y que estarán disponibles en agosto.

Como resultado de este censo se conformará por primera vez un directorio de empresas, primer paso para prescindir de operativos censales masivos en el futuro, pues ya podrá actualizarse en tiempo real la información de los establecimientos, vía fuentes administrativas (cruzando datos de rentas, seguridad social y otros) así como por encuestas propias del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

"El tener un directorio actualizado de empresas permitirá que no tengamos censos en el futuro", dijo Ramírez.

El INEC empezará a difundir la información a través de su página web y otros mecanismos informáticos.

"La manera cómo podremos obtener cifras desagregadas, nos va a dar meses de sorpresas. Una de las primeras cosas que quiero averiguar es cuántos establecimientos económicos están dirigidos por mujeres", apuntó Ordóñez.

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