Mientras en el Norte se reunían los ministros del Grupo de los 20 (G-20) para discutir sobre la seguridad nuclear, en otro encuentro, 6.000 kilómetros al sur, se estudiaba el crecimiento de empresas verdes.
Ambientalistas, políticos y empresarios inauguraron el martes en Brazzaville el Segundo Foro de Empresas Verdes en África, una conferencia de cuatro días para buscar oportunidades de desarrollo sustentable.
Ambas reuniones se realizan en un momento importante.
El Norte industrializado repasa sus políticas sobre energía nuclear tras el desastre de marzo en el complejo japonés de Fukushima. Por su parte, muchos gobernantes africanos se dieron cuenta de que el futuro del continente es verde.
La conferencia de Brazzaville responde a "preocupaciones actuales" y apunta a "sensibilizar" al público sobre la importancia de empresas sustentables, de conservar los bosques en la cuenca del río Congo y de luchar por la seguridad alimentaria, según Sylvestre Didier Mavuenzela, presidente de la Cámara de Comercio de la ciudad de Pointe-Noire.
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"El Foro ofrece una oportunidad a inversores de África central, Europa, Asia y América para, por un lado, ofrecer negocios ecológicos en la región y, por otro, enfatizar la necesidad de desarrollar y mejorar las condiciones de la población", indicó.
Los organizadores, entre los que está el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Congo, son conscientes del auge de los negocios verdes, declaró a la prensa Mavuenzela en París antes de la conferencia.
"Si África central no participa ni avanza en el sector no podrá beneficiarse de las ventajas que acompañan a los negocios verdes, como permitir reducir su vulnerabilidad económica", señaló.
"Los gobiernos deben volverse hacia la economía verde para encontrar nuevas fuentes de crecimiento y de empleo", recomendó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con sede en París. Los países deben "implementar políticas que aprovechen la innovación, la inversión y el movimiento empresarial que encabeza el cambio", añadió.
La OCDE elaboró un marco práctico para que los gobiernos impulsen el crecimiento económico y protejan el ambiente que figura en el informe "Towards Green Growth" ("Hacia un crecimiento verde"), publicado en mayo.
"Muchos países africanos tienen una gran cantidad de riquezas naturales y necesitan tener políticas específicas para desarrollarlas de forma sostenible y organizada", dijo Nathalie Girouard, del equipo de Estrategia de Crecimiento Verde, de la OCDE.
"El crecimiento verde tiene sentido económico y ambiental", según la especialista. "Sólo en el sector de recursos naturales, las oportunidades comerciales relacionadas con las inversiones sostenibles pueden ascender a billones de dólares para 2050", añadió.
Con vistas a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, Río +20, que se realizará en 2012, varios países africanos y de otras regiones comprendieron la importancia del desarrollo verde, realizaron nuevas inversiones y formaron asociaciones, señalaron expertos.
En la Estrategia de Reducción de la Pobreza y Desarrollo Económico de Ruanda, por ejemplo, "el ambiente figura como un asunto trascendental", dijo Girouard a IPS.
"En materia de crecimiento verde, Ruanda tiene necesidades diferentes de Alemania o Canadá. La idea es elaborar políticas para distintas etapas de desarrollo", explicó.
Ese país también identificó varios sectores con un fuerte "contenido de recursos naturales y ambientales" como importantes para lograr sus objetivos de desarrollo, indicó la OCDE.
Las medidas adoptadas por Ruanda para preservar el hábitat de los gorilas de montaña promovieron el turismo, que ahora representa la mayor participación en el producto interno bruto nacional, añadió.
Empresarios africanos tienen un papel cada vez más activo en la industria verde, algunos mediante asociaciones con entidades de otros países en desarrollo o europeos. Para muchos es una oportunidad de mejorar las condiciones de vida del continente.
La Asociación Beninesa para el Despertar y el Desarrollo instala paneles solares en aldeas de ese país y se dedica a "crear un modelo replicable para fomentar esa fuente de energía", indicó Christèle Adedjoumon, gerente de proyecto.
"La iniciativa consiste en la electrificación solar de zonas rurales por las propias campesinas", explicó.
Las mujeres reciben una capacitación de seis meses en tecnología fotovoltaica en el Barefoot College, en India, para electrificar sus aldeas, dijo a IPS.
La intención es "promover el desarrollo social sostenible" mediante efectos sobre la educación, la salud, la vida familiar, el empleo y la protección del ambiente, señaló Adedjoumon.
Alrededor de 1.400 millones de personas no tienen electricidad, la mayoría se encuentra en África subsahariana, donde el servicio llega a 30 por ciento de la población y a 12 por ciento en zonas rurales.
Si no se toman medidas específicas, la cantidad de personas sin electricidad se mantendrá en unas 1.200 millones de personas para 2030.
Francia, este año al frente de la presidencia del Grupo de los Ocho países más poderosos y del G-20, subrayó que el acceso a la energía y el desarrollo en África eran prioritarios.
La ministra de Ambiente de Francia, Nathalie Kosciusko-Morizet, y el primer ministro de Kenia, Raila Odinga, lanzaron en abril la Iniciativa Climática París-Nairobi, que pretender contribuir al acceso universal a la energía limpia para 2030.
"Las personas más pobres del mundo pagan la energía más cara, menos efectiva y menos sostenible", señala un informe franco-keniata.
La importancia de la iniciativa se reflejó en la presencia en París de 90 delegaciones africanas, de miembros del G-20, de Europa, de agencias de la Organización de las Naciones Unidas, de instituciones de desarrollo y de empresas del sector, incluidas la francesa EDF y la centroafricana Enerca.
En la declaración final del encuentro, los participantes coincidieron en la "urgencia de lograr el acceso universal a la energía, al desarrollo económico y de la lucha contra el cambio climático", añadió.
Kenia será el anfitrión de la próxima conferencia de la Iniciativa de Nairobi, en febrero de 2012. En esa oportunidad se evaluarán "acciones tomadas para mejorar el clima de inversiones, crear nuevos mecanismos financieros y lanzar Proyectos de Energía Limpia", declararon.