Desde la designación del belga Camille Gutt como primer director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 1946, los europeos han seguido reclamando ese cargo como derecho propio.
La renuncia este jueves del francés Dominique Strauss- Kahn, tras ser acusado la semana pasada de intentar violar a una empleada en un hotel de Nueva York, disparó de inmediato especulaciones de que otro europeo ocuparía uno de los puestos más poderosos en las finanzas internacionales.
Al tope de la lista de candidatos figura la actual ministra de Finanzas de Francia, Christine Lagarde, quien bien podría convertirse en la primera mujer en dirigir el organismo de crédito con sede en Washington.
El director ejecutivo del Global Policy Forum, James A. Paul, dijo a IPS que la renuncia de Strauss-Kahn ofrecía una importante oportunidad.
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"Al menos existe la posibilidad de que el jefe del FMI pueda salir de algún otro lado que no sea Europa y elegido en forma transparente", indicó.
Las instituciones financieras internacionales han estado siempre bajo el control de Estados Unidos y Europa, cuyos candidatos son elegidos lejos de la mirada pública.
"Al igual que en el Consejo de Seguridad (de la Organización de las Naciones Unidas), las instituciones financieras internacionales reflejan hoy una desgastada geopolítica", sostuvo.
En los años 40, Estados Unidos y Europa llegaron a un "acuerdo de caballeros" para que el director gerente del FMI fuera europeo y el presidente del Banco Mundial estadounidense.
En contraste, el puesto de secretario general de la ONU ha rotado entre los diferentes grupos regionales: Europa (Austria, Noruega y Suecia estuvieron representados desde 1946), África (Egipto y Ghana), Asia (Birmania y Corea del Sur) y América Latina y el Caribe (Perú).
Paul indicó que habían circulado nombres de India y Turquía y Sudáfrica, prometiendo un nuevo liderazgo en el FMI. "Sin embargo, sorpresivamente se nos dijo que Christine Legarde, la ministra de Finanzas de Francia, era la principal candidata", afirmó.
Reconoció que significaba un paso importante tener a una mujer al frente del FMI, sobre todo en contraste con el escándalo que rodeó a Strauss-Khan y su historial en materia de igualdad de género.
"Pero sin duda es tiempo de iniciar un serio proceso de selección, un proceso que tenga en debida consideración a candidatos de todas las regiones del mundo, no sólo a los pre-cocinados de la misma forma que siempre", sostuvo.
La Junta del organismo debería tomar en serio un proceso democrático en el que las candidatas mujeres fueran consideradas. "Pero no volvamos a las viejas fórmulas de dominación occidental en un mundo que ha avanzado", dijo.
Los europeos insisten en que el FMI necesita líderes europeos para resolver la crisis económica que atraviesa ese continente.
Strauss-Kahn supervisaba planes de rescate financiero en Grecia, Irlanda y Portugal por 141.000 millones de dólares.
Chakravarthi Raghavan, veterano periodista en la ONU, criticó ese argumento.
Justamente, sostuvo, "es una razón valida para no tener a un europeo al frente del FMI",
En los años 80, dijo, cuando la reestructura y democratización de las institucionales financieras internacionales estaba en la agenda, Estados Unidos y Europa argumentaban que los países del Sur en desarrollo no podían controlarlas ya que eran acreedores.
"Aquí se aplica la lógica. A ningún europeo se le debería permitir dirigir el FMI", dijo Raghavan, ex editor en jefe del South-North Development Monitor, publicada en Ginebra, y editor de Third World Economics.
De hecho, los paquetes de rescate para Europa resultaron ser esfuerzos para proteger los intereses de bancos franceses y alemanes, que son los principales prestamistas y portadores de bonos de Grecia, España y Portugal, subrayó.
"No estoy seguro de que sus candidatos tengan posibilidades, pero los países del Sur deberían estar unidos", dijo Raghavan.
Un diplomático de la ONU que pidió mantener el anonimato dijo a IPS: "Los europeos han indicado que les gustaría conservar el cargo. Así que no tienen planes de abandonar su control del FMI".
Le será difícil al mundo emergente reclamar liderazgo si los europeos mantienen esta postura, señaló.
Europa, Estados Unidos y Japón cuentan con la mayoría de los votos en el organismo.
Esto no quiere decir que no haya candidatos capaces en las economías emergentes, señaló. "Estoy seguro de que el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y otros pueden presentar buenos postulantes si lo desean", afirmó.
No obstante, si Europa se propone mantener el control sobre el máximo cargo para resolver sus crisis, necesitará a un candidato dispuesto a solidarizarse, y difícilmente se encuentre en África, América Latina o Asia.
Tradicionalmente, el director gerente del FMI es elegido por los 187 miembros de la institución. Debe obtener 85 por ciento de los sufragios.
Pero el poder de voto está concentrado en los principales contribuyentes del Fondo: Estados Unidos (16,7 por ciento), Japón (6,0), Alemania (5,8), Gran Bretaña (4,8), Francia (4,8), China (3,6) e Italia (3,2)
Mientras, una coalición global de organizaciones no gubernamentales llamó a un proceso abierto y transparente en la elección del nuevo director gerente del FMI y un fin al monopolio europeo.
Los grupos, entre ellos Bretton Woods Project, ActionAid, Oxfam y Eurodad, quieren "un proceso justo, transparente y basado en méritos".
Elizabeth Stuart, portavoz de Oxfam, señaló: "La única forma de darle al nuevo jefe del FMI legitimidad y autoridad es a través de una votación abierta, y que el ganador sea respaldado por una mayoría de países".
