La defensa del primer ministro de Pakistán, Yousaf Raza Gilani, a los servicios de inteligencia de su país (ISI) frente a las acusaciones de haber protegido a Osama bin Laden fue más débil de lo que muchos esperaban.
"Los ISI son un bien de la nación", dijo Gilani en un discurso ante el parlamento el lunes, en medio de una decepción pública en este país por no haber detenido las críticas internacionales. El primer ministro habló en inglés, una señal de que su mensaje iba destinado a la comunidad mundial.
Aparte de anunciar que el jefe del Estado Mayor del Ejército, Ashfaq Pervez Kayani, presentaría un informe en una sesión conjunta de la Asamblea Nacional y el Senado el próximo día 13, Gilani reiteró sus afirmaciones de que las fuerzas especiales estadounidenses llegaron al complejo de Abbottabad, donde se refugiaba Bin Laden, gracias a la ayuda de los ISI.
El propio presidente estadounidense Barack Obama anunció el 1 de este mes que sus fuerzas abatieron al líder de la red terrorista Al Qaeda en un complejo de esa ciudad pakistaní, cerca de una academia militar y a pocos kilómetros de Islamabad.
Gilani subrayó que toda la nación tenía confianza en los servicios de inteligencia y en sus líderes políticos.
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No obstante, el público esperaba del primer ministro declaraciones más fuertes, similares a las hechas por el ejército, que calificó de "acción unilateral no autorizada" la incursión estadounidense en Abbottabad, y advirtiendo que no sería permitida otra vez.
"El argumento del primer ministro de que la política nacional fue consistente con los deseos del pueblo no tiene lógica, ya que la nación ha sido severamente dañada por un ataque no autorizado de Estados Unidos. El pueblo quiere que el gobierno haga una fuerte declaración", sostuvo el analista político Rohul Amin, profesor en el Colegio Gubernamental de Peshawar.
La política exterior de Pakistán nunca ha estado en línea con los deseos del pueblo, sino que ha servido a los intereses de Estados Unidos a un punto inaceptable, sostuvo.
Por su parte, el líder opositor Chaudhry Nisar Ali Khan dijo en un discurso que tenía confianza en el profesionalismo del ejército y de los ISI. Pero "queremos una explicación de cómo ocurrió la historia de Abbottabad", añadió.
"Queremos que el primer ministro emule las declaraciones del comando general del Ejército advirtiendo sobre ataques no provocados en el futuro", dijo Khan.
Por un lado, Gilani admitió el fracaso de los ISI para seguir el rastro hasta Abbattobad del terrorista más buscado del mundo. Pero, por otro, subrayó que la agencia facilitó el acceso estadounidense al complejo.
Ordenó una investigación sobre lo ocurrido y aseguró que los responsables de que Bin Laden se encontrara allí serían castigados.
Mientras, el gobierno de Obama exigió a Pakistán que revelara quién entre sus funcionarios daba amparo a Bin Laden.
Pakistán ha sido el principal frente de la guerra contra el terrorismo y ha perdido más de 3.500 soldados y 10.000 civiles en ataques suicidas y con bomba desde 2003, según una estimación.
Muchos pakistaníes se decepcionaron con el discurso de Gilani. "Sabemos que nuestro gobierno es débil porque recibe una enorme asistencia financiera de Estados Unidos", indicó a IPS Javid Ali, maestro de profesión. Ali dijo que escuchó todo el discurso esperando una declaración más fuerte para contrarrestar las acusaciones de Washington.
El primer ministro sólo "quería decirle a Estados Unidos que estaba dispuesto a convertir en chivos expiatorios a los ISI y a los militares para complacerlo", dijo a IPS Muhammad Farooq, estudiante de relaciones internacionales en la Universidad de Peshawar.
Sostuvo que el primer ministro debía responder de igual a igual a las acusaciones de Washington, pero no lo hizo.