El gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC) divulgó este lunes su programa de desarrollo económico y social para los próximos cinco años, con reformas al sistema de propiedad de viviendas y automóviles y la posible apertura al turismo internacional para los habitantes de la isla, entre otras novedades.
"Al fin se acabará la burocracia", dijo a IPS un hombre de mediana edad, tras comprar su ejemplar de los llamados "Lineamientos de la política económica y social", aprobados en el sexto congreso del PCC realizado en abril. "Vine muy temprano y me salvé ( ) pues los 300 (ejemplares) que pusieron a la venta aquí volaron", añadió.
El documento que comenzó a ser vendido en todo el país propone "establecer la compraventa de medios automotores entre particulares", así como de viviendas, dos demandas muy extendidas entre la población cubana. "Ojalá que esto se pueda hacer pronto", afirmó la fuente que no quiso dar su nombre.
Hasta ahora, las personas son dueñas de un automóvil o de una casa, pero solo puede vender estos bienes al Estado.
En cuanto a la vivienda también se decidió "flexibilizar otras formas de transmisión de la propiedad (permuta, donación y otras) entre personas naturales" y agilizar los trámites para la transferencia de la propiedad, construcción o remodelación.
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La decisión apunta a facilitar la solución de las demandas habitacionales de los habitantes de la isla. El agudo déficit de viviendas, estimado en unas 600.000 unidades, es uno de los problemas sociales graves que impacta sobre la población cubana de 11,2 millones, agravado por los frecuentes huracanes.
Entre otras líneas de trabajo, el PCC acordó prestar especial atención a los programas de vivienda a nivel municipal, a partir de materias primas y tecnologías disponibles en cada lugar, así como promover la construcción de casas mediante modalidades diversas, que incluyen el esfuerzo propio y otras vías no estatales.
En el área de turismo, se decidió entre otras medidas "estudiar una política que facilite a los cubanos residentes en el país viajar al exterior como turistas", posibilidad inédita después de 1959, salvo los viajes de estímulo hacia la hoy desaparecida Unión Soviética y el campo socialista europeo, organizados en los años 70 y 80 por entidades oficiales para trabajadores destacados.
El programa o plataforma de trabajo acordado por el PCC para sacar a flote y actualizar el modelo económico contiene 313 "lineamientos" o acuerdos sobre la estrategia a seguir en materia de gestión económica, macroeconomía y la política externa, que incluye el comercio exterior, deuda y créditos, inversión extranjera, colaboración e integración.
En este último caso, se dará prioridad a la participación en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), impulsada por Cuba y Venezuela, e integrada además por Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas.
También continuará su integración económica con América Latina y el Caribe, "como objetivo estratégico".
El documento diseña además la política integral de ciencia, tecnología y ambiente, así como la estrategia a seguir en el sector agropecuario y en el industrial y energético, en el cual se prevé prestar atención prioritaria al impacto ambiental asociado al desarrollo, en particular en las ramas de la química, el petróleo, petroquímica y la minería, entre otros.
En materia social, se propone continuar preservando "las conquistas de la Revolución", incluido el acceso gratuito a la atención médica, educación, cultura, deporte, recreación, seguridad social y "la protección mediante la asistencia social a las personas que lo necesiten".
De otro lado, continuará el proceso de eliminación de "gratuidades indebidas y subsidios excesivos, bajo el principio de compensar a las personas necesitadas y no hacerlo con productos de manera general".
En ese sentido, seguirá adelante la decisión de "implementar la eliminación ordenada y gradual de la libreta de abastecimiento", que distribuye una canasta básica a precios subsidiados a toda la población.
En las consultas populares a que fueron sometidos los lineamientos, previo al congreso partidario, el más debatido fue el relativo a la posibilidad de perder este sistema de normado de distribución introducido en la década del 60 como fórmula para enfrentar "la especulación y el acaparamiento" en los inicios del proceso revolucionario.
Los delegados al VI Congreso del PCC aprobaron añadir al enunciado del tema que el proceso no solo será ordenado, sino "gradual", lo cual se espera lograr a partir de la creación de condiciones que garanticen estabilidad en los niveles de producción y oferta de productos básicos a precios no subsidiados y accesibles a todos los ciudadanos.
Ante la inquietud de sectores menos favorecidos económicamente, el presidente de Cuba, Raúl Castro, aclaró en su informe central a esta instancia que en "Cuba, bajo el socialismo", no hay espacio para terapias de choque en contra de los más necesitados y que el sistema de atención social se está reorganizando para asegurar el sostenimiento diferenciado y racional de quienes "realmente lo requieran".
En su introducción, el documento aclara que el modelo económico continuará basándose en la propiedad socialista de los medios fundamentales de producción y en su actualización primará la planificación y no el mercado. Pero, a la vez, el modelo de gestión admitirá las cooperativas, los usufructuarios, arrendatarios y trabajadores por cuenta propia, entre otras formas.