Concepción González nunca fue a la escuela. A los 42 años aún recuerda con desazón cuando debía estampar su huella digital en vez de firmar y acudía al incómodo «no se» ante las consultas escolares de sus hijos. Cuando en 2010 por fin derrotó al analfabetismo, abrió la puerta de su superación.
"Antes no había facilidades, los papás le decían a uno que por gusto estudiaba. Con el tiempo uno se da cuenta que lo necesita", admitió.
Pero después de aprender a leer y escribir, las puertas del aprendizaje y la superación comienzan a abrírsele a esta guatemalteca, madre de cuatro hijos y cuyo sustento familiar son las remesas que su esposo envía desde Estados Unidos, donde emigró hace pocos años.
"Ahora va a comenzar un curso de belleza en la comunidad y voy a aprovecharlo para seguir aprendiendo" e intentar en el futuro con un negocio propio, dijo ilusionada tras ser alfabetizada durante tres meses en su natal Morazán, a 102 kilómetros al noreste de Ciudad de Guatemala, en el departamento de El Progreso.
Al igual que González, más de 65.000 personas aprendieron a leer y escribir desde 2007 con la ayuda del programa de alfabetización cubano "Yo sí puedo", cuyo método ha sido utilizado en más de 28 países en el mundo, entre ellos 13 latinoamericanos con Guatemala.
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Gracias al programa, de los 333 municipios de Guatemala 11 fueron declarados libres de analfabetismo, lo que significa que en ellos se redujo el índice de iletrados a menos de cinco por ciento de la población de más de 15 años, según los parámetros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En Guatemala, con 14 millones de habitantes, 18,46 por ciento de la población adulta no sabe leer ni escribir, de acuerdo con el gubernamental Comité Nacional de Alfabetización.
Un porcentaje que más que duplica el promedio de analfabetismo de América Latina y el Caribe. El Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo 2011, lanzado el martes 1 por la Unesco en Nueva York, indicó que en 2008 había en la región 36 millones de analfabetos, lo que equivalía a nueve por ciento de su población adulta.
El cubano Osmany Justis, de "Yo sí puedo" Guatemala, dijo a IPS que el programa trabaja, en coordinación con el comité oficial de alfabetización, en 254 municipios de los 22 departamentos del país.
En la alfabetización se utiliza lo que se denomina una "metodología contextualizada", explicó.
"Los términos que se utilizan en su mayoría son de uso cotidiano en Guatemala, se habla de la marimba, de los bailes tradicionales y de las dificultades presentes en la planificación familiar, la violencia y la higiene de los alimentos", detalló Justis.
El programa "Yo sí puedo" se imparte en 65 clases con el apoyo de 16 videos, que fueron grabados en Guatemala por especialistas cubanos con la participación de actores guatemaltecos. La alfabetización dura entre ocho y 10 semanas.
"Este año el programa tiene previsto comenzar la contextualización de la metodología al idioma mam y al kiché", pertenecientes a dos de las etnias indígenas mayoritarias de las 22 existentes en el país, después que hasta ahora ha sido impartido solo a castellano hablantes, amplió Justis.
El programa de alfabetización se basa en una pequeña cartilla que combina números y letras para enseñar a leer y escribir con métodos audiovisuales y fue creado en 2001 por la pedagoga cubana Leonela Relys, a solicitud del gobierno de La Habana.
El método, utilizado en África, Europa y América Latina, fue premiado por la Unesco en 2006.
Justis dijo que en Guatemala el programa, abierto a la participación de hombres y mujeres por igual, ha captado el interés de los alcaldes municipales y más recientemente del sector privado.
"Los productores de banano están haciendo una valoración al igual que el Fondo Nacional de Tierras, para traer asesores nuestros y declarar las fincas libres de analfabetismo", dijo.
Rigoberto Salazar, alcalde municipal de Morazán, dijo a IPS que "todos los guatemaltecos debemos cooperar para que le llegue la luz a la gente que no sabe leer y escribir y qué mejor que la municipalidad que tiene el contacto con la gente".
Por eso el año pasado no dudó en ayudar con 37.500 dólares para cofinanciar el programa, en una inversión que ayudará a que en los próximos días Morazán se convierta en el duodécimo municipio guatemalteco libre de analfabetismo.
"En adelante la gente tendrá la capacidad de comunicarse y mayores oportunidades en la vida", dijo Salazar.
Rudy García, del Comité Nacional de Alfabetización, dijo a IPS que con el método "Yo sí puedo" se atenderá este año a 49.900 personas, lo que representa 32 por ciento de las 156.258 personas que está previsto alfabetizar en 2011.
El funcionario acusó a la miseria como la principal causa del analfabetismo en el país. La mitad de la población guatemalteca vive en pobreza y 17 por ciento en la indigencia, según datos de la Organización de Naciones Unidas.
García consideró muy difícil saber con exactitud cuándo Guatemala podría declararse libre de analfabetismo, dado que "no solo depende de nuestra labor sino de otros factores como la cobertura y la calidad educativa".
Pero "en 2016 o 2017 podríamos tener resultados significativos", confió.