Con la liberación de los últimos dos de los 75 opositores arrestados en 2003 culmina una importante etapa del diálogo entre la Iglesia Católica y el gobierno de Cuba, pero el proceso continúa, precisaron fuentes de la institución religiosa.
"El proceso de diálogo con el gobierno de Raúl Castro iniciado en mayo pasado no ha concluido", aclaró a IPS Orlando Márquez, portavoz del Arzobispado de La Habana.
Félix Navarro y José Daniel Ferrer, ambos sentenciados a 25 años de privación de libertad bajo cargos de conspirar con Estados Unidos con fines subversivos en Cuba, se encuentran en sus hogares desde este miércoles, confirmó a IPS Elizardo Sánchez, de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
El Arzobispado de la Habana había anunciado estas liberaciones el martes, en un comunicado difundido poco después de otro similar en el cual informó de la próxima excarcelación de 11 prisioneros que aceptaron viajar a España, país que acompaña a la Iglesia en estas gestiones que hasta el momento lograron la libertad de más de cien reclusos.
Navarro y Ferrer decidieron rechazar esa opción ofrecida por el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero y que permitió a los demás liberados salir del país con sus familiares.
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Detenidos y sometidos a juicios sumarios entre marzo y abril de 2003, los 75 disidentes fueron calificados de "prisioneros de conciencia" por la organización humanitaria Amnistía Internacional, con sede en Londres.
Las libertades comenzaron a mediados del pasado año, luego de un inédito diálogo entre el presidente Castro y el arzobispo de la Habana, cardenal Jaime Ortega, quien pidió una mejoría de las condiciones de encarcelamiento y el cese de actos de repudio realizados contra familiares de disidentes presos frente a la parroquia donde acuden cada domingo.
Para analistas, el proceso abierto desde entonces ha tenido entre sus grandes logros el reconocimiento de la Iglesia Católica como un interlocutor válido del Estado en el contexto nacional y la búsqueda "entre cubanos" de una solución a los problemas de la nación, sin interferencias ni condicionamientos externos,
"El papel de la Iglesia ha sido determinante en todo esto", comentó a IPS Oscar Espinosa Chepe, del grupo de los 75 y bajo libertad condicional por razones de salud desde noviembre de 2004. "Quisiera además que continúe en este diálogo porque no hay otra institución con el peso, la sensatez y la responsabilidad para seguir siendo interlocutora entre todos los cubanos", añadió.
A su vez, Sánchez afirmó que su organización ve "con buenos ojos" todo lo que signifique liberación de presos y confirmó que a partir de estas excarcelaciones deja de haber "prisioneros de conciencia" en el país. Según sus cuentas, otros 40 reclusos ya fueron avisados de su próxima liberación y esperan su salida hacia España
Este opositor también dijo esperar que prosiga el diálogo entre la Iglesia y el Estado, aunque lo calificó de asimétrico, porque es "el gobierno cubano quien lleva la voz cantante". En su opinión, "a todas luces ni la Iglesia ni España tienen capacidad de proponer, pero ambos actúan de buena fe".
El arresto y condena de los 75 disidentes se produjo en medio de fuertes tensiones en esta isla, coincidentes con una ola de secuestros de naves por parte de personas deseosas de emigrar y matizadas por la doctrina de la "guerra preventiva" del entonces presidente estadounidense George W. Bush (2001-2009).
En ese entorno, el gobierno de Castro acusó a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana de promover la subversión y usar a disidentes para crear las condiciones para justificar una agresión militar a Cuba, como la iniciada en ese entonces contra Iraq.
Pero el caso provocó especial irritación en la Unión Europea (UE) e interrumpió el proceso de acercamiento entre ese bloque y el gobierno cubano. Tras algunos años de tensas relaciones, en 2008 comenzó un diálogo político aún incompleto debido a que el bloque aún mantiene una postura considerada injerencista por La Habana.
Esa política se expresa en la llamada posición común, impuesta por la UE en 1996 para fomentar una "transición hacia el pluralismo democrático y el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales en Cuba, así como el aumento y la mejora del nivel de vida del pueblo cubano".
El avance en este proceso de excarcelaciones antecede a la realización a mediados de abril del sexto Congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), encargado de decidir los cambios necesarios para enderezar la economía del país, en un proceso definido por las autoridades como de "actualización" del modelo cubano.
Esa cita, aplazada desde 2002, será la primera que se realizará tras el nombramiento de Raúl Castro como presidente en febrero de 2008.
En artículos difundidos en las últimas 48 horas, el ex mandatario Fidel Castro, hermano de Raúl, aclaró que desde su enfermedad en julio de 2006 ya no ejerce cargo alguno, incluido el de primer secretario del PCC.