Aunque nuevas investigaciones señalan que los suicidios se han reducido en las últimas dos décadas en China, algunos segmentos de la población —como los hombres de zonas urbanas y los ancianos— tienen cada vez más probabilidades de quitarse la vida.
Esto es consecuencia de un vertiginoso cambio social en el país más poblado del mundo.
Hace apenas una década, los suicidios entre habitantes de áreas rurales eran muy superiores a los de pobladores urbanos, y los protagonizaban más mujeres que hombres, según el Ministerio de Salud e informes publicados el año pasado en medios estatales.
Sin embargo, desde entonces se redujeron 30 por ciento los suicidios rurales, y ahora hay más hombres que mujeres que se quitan la vida. No fue posible acceder a cifras precisas.
Los suicidios entre ancianos que viven en áreas urbanas también treparon en los últimos años, acompasando el envejecimiento de la población china. La proporción de autoeliminaciones de personas de entre 70 y 74 años residentes en ciudades pasó a 33,76 por cada 100.000 en el periodo 2000-2008, lo que implicó un aumento en relación a 13,39 por cada 100.000 de los años 90, según cifras divulgadas en septiembre y publicadas en medios estatales.
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El aumento de los costos médicos y las dificultades de reubicación han contribuido a elevar la depresión entre los ancianos, dijo el profesor Jing Jun, del Departamento de Sociología de la Universidad de Tsinghua, a la Agencia de Noticias Xinhua.
A medida que el país experimenta un rápido desarrollo, muchos ancianos son obligados a mudarse de sus tradicionales viviendas en los centros urbanos a apartamentos ubicados en las afueras.
Algunos adultos mayores también se sienten abandonados por hijos que no asumen el tradicional rol filial de mantener a sus padres ancianos, dijo Jing.
Aunque la proporción de suicidios parece ir en aumento en algunos sectores de la sociedad, nuevos estudios señalan que, en términos generales, se han reducido.
Debido a que en los últimos 20 años se registró una significativa disminución de suicidios de mujeres en las áreas rurales, la proporción nacional de autoeliminaciones bajó de 17,65 por cada 100.000 personas en 1987 a 6,6 por cada 100.000 en 2008, muy por debajo del total mundial ese año, de 14,5 por cada 100.000, según una investigación de Jing.
La reciente caída de los suicidios entre la población femenina rural se atribuye a las migraciones masivas hacia centros urbanos, lo que ha permitido a muchas mujeres dejar atrás sus roles de subordinación dentro de las familias.
Investigaciones previas señalaron que China tenía una de las mayores proporciones mundiales de suicidios, especialmente entre las mujeres rurales. Un estudio de 2007 publicado en los medios estatales indicó que más de 287.000 personas ponían fin a sus vidas cada año en el territorio continental.
Los datos, divulgados por el Centro de Investigación y Prevención de Suicidios de Beijing, revelaron que el estrés y la depresión causaban entre 70 y 80 por ciento de las autoeliminaciones en áreas urbanas.
La mitad de los suicidios en China eran protagonizados por mujeres de zonas rurales, y el método más común era la ingesta de pesticidas, concluyó el estudio. También halló que el suicidio era la principal causa de muerte en la población de entre 15 y 34 años, y más de 20 por ciento de 140.000 estudiantes de secundaria entrevistados por la Universidad de Peking dijeron haber considerado la posibilidad de quitarse la vida.
El año pasado tuvo lugar una ola de suicidios en fábricas chinas. Esto incluyó varios de alto perfil en las plantas de Foxconn Technology en la sureña localidad de Shenzhen.
Estos casos se atribuyeron a malas condiciones laborales, incluidas extensas jornadas de trabajo en esa firma, que es la principal contratista mundial de productos de tecnologías de la información.
Según los expertos, las enormes transformaciones sociales que ha experimentado China han hecho que muchos jóvenes padezcan aislamiento y depresión.
Wu Fei, profesor adjunto del Departamento de Filosofía de la Universidad de Peking, dijo que el suicidio no ha sido tradicionalmente un problema en China, pero que muchos chinos no han podido adaptarse a los rápidos cambios sociales de las últimas tres décadas.
Wu dijo a IPS que mientras el país convirtió al desarrollo económico en su principal prioridad, muchos problemas sociales fueron ignorados. Entre ellos, "los conflictos al interior de las familias, las peleas entre parejas y los padres que golpean a sus hijos. Estos aspectos nunca llaman la atención, pero en realidad son problemas fundamentales", destacó.
Zhan Chunyun, de la línea telefónica psicológica Kangning, con sede en la meridional ciudad de Guangzhou, sostuvo que la política de tener un solo hijo, que ya lleva tres décadas, ha contribuido con los suicidios entre la juventud china.
Según él, los jóvenes tienen más probabilidades de autoeliminarse a causa de las intensas presiones que enfrentan por ser hijos únicos.
"Es una tendencia clara: cada vez se matan más jóvenes", dijo Zhan.
"Las familias depositan todas sus esperanzas en un solo hijo. El motivo por el que cada vez más jóvenes, e incluso niños, cometen suicidio es que no pueden asumir esa carga. Es demasiado pesada", agregó.
Según Zhang, el gobierno ha creado muchas clínicas psicológicas, pero buena parte de quienes atienden allí carecen de una formación adecuada.
La mayoría de los hospitales ofrecen medicinas por prescripción, cuando muchos pacientes necesitan ayuda psicológica, agregó.
Yan Jun, funcionario del Ministerio de Salud, dijo al Diario del Pueblo que esa cartera está mejorando el manejo de los tratamientos de enfermedades mentales y expandiendo la disponibilidad de los mismos.
Las instituciones de atención a la salud trabajan para prevenir y tratar la depresión a fin de reducir la proporción de suicidios, dijo Yan.
