América Central espera cautelosa que la visita a El Salvador del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el 22 y 23 de marzo, materialice el apoyo de Washington para proteger a los migrantes y combatir el crimen organizado en el área, coincidieron analistas del istmo consultados por IPS.
"El presidente Obama podría reducir las deportaciones o bajarles el tono", como una muestra de buena voluntad, dijo Marta Altolaguirre, exvicecanciller guatemalteca y expresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
En su segundo viaje al subcontinente, Obama visitará Brasil, Chile y El Salvador del 19 al 23 de marzo, con el objetivo de dialogar "con los máximos líderes" temas de interés mutuo como economía, empleo y seguridad, informó la Casa Blanca.
A América Central le interesa en particular este último pero también las migraciones.
De hecho, Altolaguirre reconoció que con la llegada de Obama al poder, en enero de 2009, se generaron muchas expectativas en el istmo, entre ellas, la de poder acceder a un mejor trato para alrededor de 12 millones de inmigrantes centroamericanos y mexicanos que viven en Estados Unidos, y otros miles que a diario intentan cruzar la frontera.
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"Se esperaba más esfuerzos (de la administración Obama) para aprobar una reforma migratoria" que ayude a regularizar su situación, dijo. Pero para Guatemala "ha sido decepcionante la discriminación. ¿Por qué a otros países centroamericanos les han dado el TPS (Estatuto de Protección Temporal) y a los guatemaltecos no?".
En 1998, tras el devastador paso del huracán Mitch por los países del área, Estados Unidos otorgó el TPS y permiso de trabajo a ciudadanos nicaragüenses y hondureños. En 2001 concedió el mismo beneficio a los salvadoreños tras un mortal terremoto.
En total, más de 300.000 inmigrantes de los tres países se beneficiaron del estatus de protección y de sucesivas renovaciones del instrumento, por lo general de 18 meses.
Sin embargo, Guatemala, con miles de afectados por catástrofes naturales y con cerca de un millón de ciudadanos que viven en Estados Unidos como inmigrantes indocumentados, sigue a la espera de su solicitud de ser incorporada al TIPS, realizada en junio de 2010.
Mientras tanto, se multiplican en aquel país las leyes y medidas contra los inmigrantes y miles de centroamericanos han sido deportados por la administración estadounidense.
Guatemala, por ejemplo, rompió en 2010 su record histórico de deportaciones de sus ciudadanos desde Estados. La cifra superó las 29.000 personas, al menos mil más que las de 2008, cuando se produjo el récord anterior.
En el encuentro que sostendrá Obama con el presidente salvadoreño, el izquierdista moderado Mauricio Funes, también tendrá un peso protagónico la dramática situación en que la inseguridad ciudadana y el crimen organizado han colocado a la región, según Altolaguirre. Y no es para menos.
El llamado Triángulo Norte de América Central, conformado por El Salvador, Honduras y Nicaragua, tiene "la mayor tasa de homicidios del mundo", según el reporte de 2010 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
El estudio indica que la tasa de asesinatos en el periodo 2003-2008 fue de 61 por cada 100.000 habitantes en Honduras, de 52 por 100.000 en El Salvador y de 49 por 100.000 en Guatemala, mientras que en su vecino al norte, México, fue de 12 por 100.000.
"Somos el país más cercano a la frontera norte y con más problemas de crimen organizado y quienes más fuerte recibimos el embate", derivado de la brutal y militarizada guerra del gobierno mexicano contra los carteles del tráfico de drogas, dijo Altolaguirre.
El diputado salvadoreño al Parlamento Centroamericano por la derechista y opositora Alianza Republicana Nacionalista, Julio César Grijalva, dijo que la región espera respuestas concretas en apoyo a la seguridad y las migraciones en la reunión de Funes y Obama.
"Estados Unidos siempre se lava las manos diciendo que la delincuencia y la migración son problemas nuestros", se quejó.
"Pero la región solo sirve de corredor para llevar la droga a Estados Unidos y un gran porcentaje del desarrollo en la productividad de ese país se debe al trabajo de nuestra gente allá ¿entonces?", se preguntó.
El analista político costarricense Claudio Alpízar consideró que la visita de Obama a El Salvador no pasará de lo "simbólico".
"El foco de atención estará puesto en Brasil y Chile por lo que representan en el concierto económico mundial y porque pueden tener mayor grado de afinidad con la estrategia política norteamericana", precisó.
Alpízar recordó la visita realizada a Costa Rica por el vicepresidente Joe Biden, en marzo de 2009. "No pasó de una señal, de una cortesía", dijo.
"Históricamente América Latina le resiente a los Estados Unidos su poca preocupación por apoyar un desarrollo más integral del continente de ambos, ya que su preocupación siempre ha estado más enfocada en Europa y Asia", explicó.
Aún así "el hecho que Obama se reúna, al menos, con uno de los cinco gobernantes centroamericanos, indica que el istmo no está siendo totalmente olvidado o ignorado por Washington", dijo a IPS el historiador hondureño, Mario Argueta.
A la escala en San Salvador no fueron invitados otros mandatarios centroamericanos, pero Funes, quien ya se encontró con Obama en Washington en marzo de 2009, ha dicho que actuará como portavoz de los intereses comunes del istmo.
Además, el canciller salvadoreño, Hugo Martínez, adelantó que aprovechará una reunión con sus colegas centroamericanos, a realizarse el 14 de marzo en Ciudad de Guatemala, para escuchar "sugerencias" sobre temas a abordar durante la visita.
Para Argueta, uno de los temas que más preocupa a Washington sobre el área es el de la seguridad. "Estados Unidos ve con alarma cómo el narcotráfico mexicano ha abierto sucursales en América Central y ve que el flujo de drogas va en aumento", dijo.
Pero no solo de migraciones y seguridad se hablará en San Salvador. En total, hay cinco temas en la agenda prevista, informó la cancillería salvadoreña: lucha contra la pobreza, seguridad, migraciones, comercio y cambio climático y energía limpia.