El gobierno de Estados Unidos descarta que el narcotráfico amenace la seguridad interna y la estabilidad de los países del continente americano, señaló en Perú el director de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca, R. Gil Kerlikowske.
Su visita formó parte de una gira por los países comprometidos con la política antidrogas de Estados Unidos.
Kerlikowske, un veterano jefe policial, precisó, sin embargo, que la mejor fórmula para combatir al delito organizado vinculado con el narcotráfico internacional es la responsabilidad compartida entre los países productores y consumidores de drogas.
"Tenemos un fuerte compromiso con la disminución del consumo de drogas y esperamos similares esfuerzos de los países productores de narcóticos, esfuerzos a los que contribuimos vigorosamente con nuestros programas de cooperación internacional", explicó Kerlikowske, quien el viernes por la noche culminó una agenda relámpago de 24 horas.
El presupuesto de cooperación de Estados Unidos con Perú para el año fiscal 2010, actualmente en ejecución, alcanza 166 millones de dólares. De esta cifra, 70,3 millones se destinan a programas contra el narcotráfico (38 millones para apoyar las operaciones policiales de interdicción y 32,3 millones dirigidos al financiamiento al desarrollo de cultivos alternativos a la hoja de coca).
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También se han previsto 27,8 millones como ayuda militar, pero los fondos no están vinculados con la lucha antidrogas porque las Fuerzas Armadas peruanas oficialmente no combaten a las organizaciones del narcotráfico.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas ha planteado que Estados Unidos incremente la ayuda militar porque los militares peruanos enfrentan a dos remanentes del grupo insurgente maoísta Sendero Luminoso, que despliegan sus acciones en las cuencas del valle de los ríos Apurimac y Ene (Vrae) y Huallaga, los más importantes centros de producción de hoja de coca y cocaína en todo el país.
Sin embargo, el zar antidrogas estadounidense señaló que de momento no se prevé aumentar la cooperación antidrogas en general y la ayuda militar en particular para Perú.
"Antes que incrementar los fondos dirigidos a combatir el narcotráfico, más relevante es el intercambio de información y la aplicación conjunta de operaciones antinarcóticos entre países consumidores y productores de estupefacientes", contestó Kerlikowske cuando IPS le preguntó sobre el reclamo de los militares peruanos y otras autoridades gubernamentales.
"Así como Estados Unidos está empeñado en disminuir el consumo de drogas, nosotros esperamos que los países productores también cumplan con su parte. Como lo ha dicho la secretaria de Estado (canciller), Hillary (Rodham) Clinton, la lucha contra las drogas es una responsabilidad compartida y cada uno debe cumplir con su parte. El narcotráfico no respeta países ni fronteras; en consecuencia, nuestra respuesta debe ser conjunta y nuestro aporte, que no es sólo económico, es muy significativo", declaró a IPS.
"El presupuesto de 70,3 millones para Perú en materia de cooperación antidrogas es importante. Después de haber sostenido reuniones con las autoridades peruanas relacionadas con el combate al narcotráfico, he sentido que existe un fuerte compromiso para trabajar juntos", continuó Kerlikowske.
En diciembre, el portal de Internet Wikileaks filtró cables secretos de la Embajada de Estados Unidos en Lima fechados en 2009 en los que funcionarios de la delegación diplomática recomiendan al Departamento de Estado disponer de mayores fondos para los militares peruanos que enfrentan a Sendero Luminoso, en particular en el valle de los ríos Apurimac y Ene.
Incluso se refieren a la "creciente amenaza" senderista debido a su estrecha relación con el narcotráfico y a las dificultades logísticas de las tropas peruanas para sortear los explosivos caseros que había causado serias bajas de personal militar.
Pero Kerlikowske dejó en claro que no comparte la misma visión.
"Una parte significativa de la estrategia del gobierno de (el presidente estadounidense Barack) Obama es forjar alianzas internacionales entre países consumidores, productores y de tránsito de las drogas. Debemos fortalecer las voluntades de los países que de alguna u otra forma son afectados por el narcotráfico", expresó.
Según la organización no gubernamental estadounidense Just the Facts, la cooperación de Estados Unidos con Perú en materia de acciones policiales contra el narcotráfico se redujo de 54,9 millones de dólares en 2006 a 38 millones en 2010. Pero en el mismo periodo se elevó de 38,5 millones a 124 millones de dólares en el caso de México.
Kerlikowske se reunió con dos importantes analistas del narcotráfico en Perú, Jaime Antezana y Juan Velit Granda, este último ex director del Consejo Nacional de Inteligencia (2002).
Ambos coincidieron en señalar que la guerra contra el narcotráfico en Perú no puede desvincularse de las acciones de las dos agrupaciones de Sendero Luminoso, y que es evidente que la violencia relacionada con el tráfico de drogas ha crecido considerablemente.
Velit le dijo a Kerliwoske que en Perú se podría reproducir lo que sucede en México y que se está a tiempo de coordinar acciones para reducir la posibilidad de que el narcotráfico aumente su influencia.
"Yo he visitado México al menos tres veces y he recorrido la frontera con este país unas siete ocasiones, y conozco de cerca la situación. He hablado con el presidente (Felipe) Calderón y con las autoridades mexicanas y no encontré la sensación de que el narcotráfico represente una amenaza para la seguridad interna. Por el contrario, hay un enorme despliegue de esfuerzos para reducir la influencia y la violencia del crimen organizado y en ese sentido México tiene nuestro decidido respaldo", señaló el zar antidrogas.
Por su parte, Antezana destacó que entre 2006 y 2009 los cultivos de hoja de coca crecieron de 51.400 hectáreas a 59.900.
"Durante 2010 se registraron 108 asesinatos relacionados con el narcotráfico, y de ese total 80 casos fueron asesinatos por ajustes de cuentas cometidos por sicarios. Estos hechos ocurrieron en diversas regiones del país, no sólo en las zonas cocaleras, de modo que sí existe un incremento notable de la violencia vinculada con las drogas", señaló Antezana.
Kerlikowske respondió que estaba informado sobre las cifras del narcotráfico en Perú. "Yo me he reunido con autoridades del Ministerio del Interior, de la Policía Nacional y la Fiscalía de la Nación, y no vi que entre las autoridades peruanas exista la percepción de que el narcotráfico es una amenaza para la estabilidad del país", dijo.
Sin embargo, Velit dijo a IPS que, "a diferencia de lo que dice el señor Kerlikowske, hay estudios de Inteligencia que advierten que el narcotráfico podría convertirse en un problema de seguridad interna".
Antezana declaró a IPS que "los hechos demuestran que lo que está sucediendo en Perú ocurrió en Colombia y México antes de que se desatara la ola de violencia del narcotráfico que todos conocemos".
"Es una lástima que no lo entienda así el zar antidrogas", opinó.