El presidente Hugo Chávez comenzó 2011 investido de poderes para implantar en Venezuela su proyecto de «socialismo del siglo XXI», en tanto la oposición, después de progresos electorales, regresó este miércoles al parlamento en busca de recuperar el gobierno dentro de dos años.
El parlamento aprobó en diciembre leyes para habilitar y dotar de recursos a consejos comunales y comunas comprometidas con el gobierno y con la "construcción del socialismo", y para que además les sean transferidas, desde gobernaciones regionales y alcaldías, competencias en salud, educación u otros servicios.
Otras de la treintena de leyes aprobadas en cuatro semanas, con sesiones extras de mañana, tarde, noche y aún de madrugada, incrementaron los poderes centrales sobre el conjunto de la administración pública, así como los controles y limitaciones sobre bancos, medios de comunicación, organizaciones no gubernamentales y partidos políticos.
Un par de leyes limitan las sesiones, los tiempos de debate y la forma de elaborar leyes en el nuevo periodo parlamentario, que se instaló este miércoles con 40 por ciento de diputados opositores al gobierno de Chávez, cuya tercera presidencia consecutiva desde 1999 finalizará en enero de 2013.
Entre las normas promulgadas en diciembre se cuenta una que sanciona casi como a delincuentes a los parlamentarios que cambien de bando o voten en contra del partido por el que fueron elegidos para integrar la unicameral Asamblea Nacional, de 165 escaños.
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Entre el paquete aprobado se destaca la llamada Ley Habilitante, que permite a Chávez legislar por decreto en los próximos 18 meses sobre ocho vastos conjuntos de materias, desde economía y asuntos sociales hasta comunicaciones y cuestiones militares y de policía.
La ley fue justificada por Chávez y los diputados de su partido como una respuesta necesaria ante la emergencia creada por las lluvias de noviembre, que dejaron 132.000 damnificados, sobre todo en el norte de este país con 28 millones de habitantes.
"Es una burla al pueblo, un atentado severo a la institucionalidad democrática. Una vez más el gobierno demuestra su carácter autoritario, arbitrario y antidemocrático", dijo a IPS Ramón Guillermo Aveledo, coordinador de la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD).
Líderes políticos, empresariales, religiosos y de organizaciones no gubernamentales (ONG) opositores del gobierno catalogaron las leyes como un "golpe de Estado por entregas" o el comienzo de "la implantación de un sistema comunista" en Venezuela.
"No estamos viviendo una dictadura, sino que las leyes aprobadas ensanchan no sólo el control de los poderes públicos, que ya Chávez los tiene, sino sobre la sociedad, sean los medios, el deporte, la cultura, la economía o las ONG", señaló Teodoro Petkoff, un antiguo líder socialista que edita el diario opositor Tal Cual.
Los opositores coinciden, sin embargo, en que si se conducen acertadamente y el gobierno yerra en su manejo de la economía y de los servicios a cargo del Estado, Chávez fracasaría en su intento de reelegirse en los comicios presidenciales previstos para fines de 2012.
¿Qué ha ocurrido? Una respuesta pudiera buscarse en dos frases del líder cubano Fidel Castro, a quien Chávez reconoce como mentor político, y las cuales públicamente ha invocado y repetido. Una, dicha por Castro a su entrevistador Ignacio Ramonet: "no existe una guía para construir el socialismo". Así Chávez justifica su constante formulación e incluso improvisación de propuestas.
La otra es que el presidente venezolano "es bueno en la defensa y en el ataque, pero es mucho mejor en el contraataque".
Contraataque fue el aluvión de leyes de diciembre después de la inflexión que representó en la política venezolana de 2010 las elecciones del 26 de septiembre que conformaron la Asamblea Nacional que entró en funciones este miércoles.
El resultado de esos comicios fue bastante parejo. El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo 5,4 millones de votos, que representaron 48,1 por ciento, la MUD sumó 5,3 millones o 47,2 por ciento y el Patria Para Todos (PPT), el grupo izquierdista que rompió con Chávez este año, 354.000 sufragios o 3,1 por ciento.
Pero las bancas marcan una mayor diferencia debido a la distribución de escaños por circuitos y listas regionales. Así, 98 fueron para el PSUV, 65 para la MUD y dos para el PPT.
En la saliente legislatura (2006-2010), los partidarios de Chávez habían ocupado todos los escaños debido a que la oposición se retiró de la competencia electoral de hace cinco años alegando falta de garantías. Posteriormente, una docena de diputados rompieron con el gobierno.
En septiembre de 2010, "la voluntad popular se expresó por una Asamblea plural, pero el presidente decidió de otro modo: él va a gobernar por decreto", dijo a IPS el psicólogo social Ángel Oropeza.
Apenas se aprobó la Ley Habilitante, Chávez anunció que tenía lista "una batería de 20 leyes" para el estreno de sus nuevos poderes.
Para el politólogo John Magdalena, "el primer propósito del conjunto de leyes es desmoralizar a la oposición, y mostrar al país que el gobierno seguirá avanzando sin detenerse hacia la construcción del socialismo".
"Hay señores que todo el tiempo dicen que aquí hay una dictadura. Díganme lo que les dé la gana; yo estoy para servirle a mi pueblo y a los más necesitados", dijo Chávez para desestimar las críticas y reivindicar las nuevas leyes como necesarias para "atacar las causas estructurales" de los daños causados por las lluvias de fin de año.
Grupos de estudiantes salieron a las calles en los días festivos de Navidad y de Fin de Año para protestar por una nueva Ley de Universidades que, entienden, liquida la autonomía de esas casas de estudio, y la MUD convocó a una manifestación en el centro de Caracas para acompañar el retorno de la oposición al parlamento.
Chávez anunció el martes por la noche que vetará la ley universitaria que había presentado a la Asamblea, y desechó su anuncio previo de elevar en dos o tres puntos el Impuesto al Valor Agregado, que es de 11 por ciento. Venezuela presenta hoy una inflación anual que llega hasta 27 por ciento.
Sorpresivamente, frenó el contraataque.