«Las personas con discapacidad sufren toda clase de discriminación. Cada día es una lucha para mantenerse positiva frente a un mundo que nos desprecia porque no cumplimos con lo que se considera normal», dijo Mishi Juma, líder de una comunidad de mujeres con limitaciones físicas en la región costera de Kenia.
Antes, Juma no encontraba un espacio seguro para hablar sobre estos temas. Ahora ella y muchas otras mujeres pueden hacer sus demandas ante el flamante Ministerio de Género y Desarrollo Social.
La creación de esa cartera hace dos años fue un hito en Kenia. Inició un proceso clave para mejorar la vida de los discapacitados en este país africano.
Además, se creó el Fondo de Mujeres y Juventud y se adoptaron varias políticas de igualdad de género en todos los sectores de la economía.
Mientras, crecen los llamados para la realización de un censo que cuantifique el número de personas con discapacidades y la naturaleza de éstas. La idea fue originalmente lanzada por la ex ministra Esther Murugi.
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No obstante, muchos insisten en que se debe hacer más. La discriminación es incluso más fuerte para las mujeres con ambiciones políticas.
"Fui desechada incluso antes de que se me diera la oportunidad de hablar, primero por ser mujer y segundo por no estar físicamente bien", dijo Kanini Mugambi, aspirante a política en Kenia oriental.
Este país todavía no ha tenido a una mujer discapacitada en el Parlamento. "Ante la violencia que sufrieron las mujeres políticas en las últimas elecciones generales de 2007, muchas discapacitadas con ambiciones políticas pueden sentirse amenazadas porque su movilidad está limitada y no pueden correr en caso de una escaramuza, que suelen ocurrir", explicó Mishi Juma.
Todo esto sucede a pesar de que, según Murugi, Kenia es uno de los pocos países de África con una Ley de Discapacidad "que claramente enumera los derechos de las personas lisiadas, incluyendo el de rehabilitación para obtener iguales oportunidades".
Además, señaló que Kenia era considerado un país vanguardia de la Secretaría Africana para la Década de las Personas con Discapacidades, con sede en Sudáfrica.
El gobierno keniano se había comprometido a crear un fondo multimillonario para ayudar a personas con limitaciones físicas.
Murugi consideró el fondo un buen comienzo y señaló que incluso podría ser duplicado en el próximo año fiscal para permitir a las personas con discapacidades acceder a financiamiento que les permita abrir sus propias empresas, como lo hace el Fondo de Mujeres y Juventud.
Por otro lado, Juma lamentó que "la mayoría de los servicios en este país carecen de infraestructura para ayudar a personas con discapacidades".
Esto sucede a pesar de que la Ley de Discapacidad y la propia Constitución exigen que todas las personas con problemas físicos tengan un "acceso razonable a todos los lugares, al transporte público y a la información".
Además, según la carta magna, "el Estado debe asegurar la progresiva implementación del principio de que al menos cinco por ciento de los miembros en organismos públicos electivos sean personas con discapacidades" físicas.
El gobierno también prepara la creación de una comisión especial para desarrollar una estrategia general a favor de las personas inválidas, no sólo tomando medidas contra la discriminación en lugares públicos, sino también asegurando acceso a todos los servicios.
Aunque existen marcos normativos para proteger y promover los derechos de las personas con discapacidades, se necesita aún que el sistema legal funcione en colaboración con la sociedad, señalaron activistas.
"Es la misma sociedad la que oculta del mundo a los niños que nacen con limitaciones, negándoles la oportunidad de crecer junto a otros pequeños. Y para cuando son expuestos a la sociedad, el choque cultural los abruma", explicó Hamisa Zaja, presidenta de los grupos de discapacitados en la región costera.
Zaja además instó a las mujeres con discapacidades a no alejarse de la política y postularse ante el electorado cada vez que tengan la oportunidad.
Mientras, llamó a los líderes del país a sensibilizar al público sobre la necesidad de crear un mejor ambiente para los discapacitados, permitiéndoles tener las mismas oportunidades que otros kenianos, en especial en el campo político.