De pie ante un tribunal en las afueras de la capital de Camboya, un anciano líder del Jemer Rojo acusado de genocidio pidió este lunes su liberación inmediata con pocas palabras: «Sólo tengo una sugerencia. Por favor, acaten la ley», dijo Khieu Samphan.
Más de tres años después de sus arrestos, tres líderes jemeres acusados de genocidio y crímenes contra la humanidad solicitaron ser liberados por excederse el plazo de detención provisional de cuatro meses.
Los abogados de Khieu Samphan, jefe de Estado del régimen, Nuon Chea, líder ideológico, y Ieng Thirith, ex ministra de Asuntos de la Mujer, afirmaron que sus clientes debían recuperar la libertad tras haber estado en prisión desde 2007. Un cuarto acusado, el ex canciller Ieng Sary, no se presentó en el tribunal.
Observadores alertaron que liberar a los jefe del Jemer Rojo podría desatar la furia pública en este país de Asia sudoriental. El Jemer Rojo fue responsable de la muerte de unas 1,7 millones de personas entre 1975 y 1979. Más de 30 años después, sus líderes aún no han sido juzgados.
Los abogados señalaron que las Cámaras Extraordinarias de las Cortes de Camboya, como se llama oficialmente al tribunal apoyado por la Organización de las Naciones Unidas, están obligadas por sus propias reglas a liberar a los acusados antes de su juicio.
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El tribunal acusó formalmente a los líderes jemeres en septiembre pasado. Los abogados señalan que cualquier detención que exceda los cuatro meses sin juicio es ilegal.
Funcionarios de la corte no especificaron aun fecha para juzgar a los jemeres, pero aseguraron que sería este año. Sa Sovan, abogado de Khieu Samphan, señaló que el tribunal ya extendió el periodo de arresto de su cliente varias veces desde 2007.
"No hay base para continuar más su detención", dijo.
Por su parte, Son Arun, abogado de Nuon Chea, dijo que su cliente no tenía intenciones de abandonar el país si era liberado. Por el contrario, aseguró, está dispuesto a testificar.
"Nuan Chea ha indicado una y otra vez que desea participar y cooperar con la corte", afirmó Arun. "Le gustaría vivir con su familia. No tiene la intención de huir".
Sin embargo, los fiscales se expresaron en contra de liberar a los acusados, señalando que estos tenían muchas razones para escapar del país. Además, indicaron que las autoridades no podían garantizar su seguridad fuera del complejo de reclusión del tribunal.
Los cuatro detenidos son acusados de conformar un grupo de liderazgo que supervisaba los crímenes. Ahora son ancianos y su salud es débil. La más joven es Ieng Thirith, que cumplirá 79 este año.
Thirith abandonó tranquilamente el lunes el tribunal. "Apenas puede caminar", dijo su abogado, Phat Pouv Seang, "mucho menos perturbar el orden público".
Por su parte, Nuon Chea, de 84, pidió asistencia médica luego de sentir mareos.
En enero, el abogado Ieng Sary solicitó al tribunal que permitiera sesiones más cortas cuando comience el juicio, arguyendo la "edad y mala salud" de los acusados.
El jefe de programas de la Iniciativa por Justicia y una Sociedad Abierta, Panhavuth Long, reconoció que los acusados actuaban según sus derechos al exigir ser liberados, y opinó que el tribunal no debería postergar más el juicio considerando la edad de los líderes jemeres.
"El testimonio de los acusados puede echar luz sobre la historia", dijo. "Podría permitirnos entender más sobre el régimen y también comprender la personalidad de los acusados".
Para muchas víctimas del régimen, el testimonio de los jemeres determinará el valor del tribunal.
"Realmente queremos que el juicio comience muy pronto. Si mueren, se llevarán con ellos la verdad", dijo Long.
Si el tribunal los deja libres antes del juicio, sería un impacto para el público camboyano, deseoso de justicia, opinó otro observador.
"Si son liberados, sería un impacto para toda la nación", opinó el director del Centro de Documentación de Camboya, Youk Chhang.
El tribunal debe expedirse dentro de 30 días.