La situación laboral en el sector pesquero de Chile se deteriorará este año, advierten expertos y trabajadores, debido a la reducción de las cuotas de captura derivada de la sobreexplotación de los recursos marinos, principalmente del jurel.
"Chile es un país pesquero, uno de los más importantes del mundo, pero lamentablemente no ha administrado sus recursos marinos de manera de hacer sustentable la actividad", cuestionó ante la consulta de IPS el director ejecutivo de la organización no gubernamental internacional Oceana, Alex Muñoz.
El mayor problema es en relación con el jurel (Trachurus murphyi), la principal pesquería de este país austral con 17 millones de habitantes.
El jurel se emplea principalmente para la elaboración de harina y aceite, aunque también se exporta congelado y en conserva.
El Consejo Nacional de Pesca, integrado por autoridades y representantes de la industria, había asignado para 2010 una cuota de captura de 1,3 millones de toneladas de jurel. Pero hasta noviembre se habían pescado apenas 450.000 toneladas, según la Subsecretaría de Pesca del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.
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En agosto, Oceana denunció que desde 2003 este organismo asignaba cuotas globales de captura de jurel superiores a lo recomendado por los científicos del Instituto de Fomento Pesquero.
"Afortunadamente el Consejo Nacional de Pesca aprobó una reducción de 76 por ciento de la cuota para este año, lo cual en parte va a contribuir a solucionar el problema, pero obviamente hay que hacer reformas legales de fondo para evitar que esto vuelva a ocurrir", dijo Muñoz.
En concreto, en 2011 solo se podrán pescar 315.000 toneladas de jurel.
Chile pretende con ello dar una señal contundente a los países que integran la Organización Regional de Administración de Pesca (ORP) del Pacífico Sur, que entre el 24 y 28 de enero se reunirán en la ciudad colombiana de Cali con el objetivo de definir medidas para la conservación de este recurso en aguas internacionales.
El presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros de Chile, Roberto Izquierdo, afirmó a la prensa que "2011 será un año tan complejo como 2010", especialmente por la merma del jurel.
Si en otros tiempos las plantas de proceso para conservas y congelados de la zona centro-sur tenían 100 días de actividad al año, para 2011 se esperan solo 44 días, graficó.
La industria del jurel, entre flotas y plantas de proceso, genera más de 10.000 empleos directos.
Según Muñoz, es necesario que se reforme la Ley General de Pesca y Acuicultura, que data de 1991, para que se obligue al Consejo Nacional de Pesca o a cualquier otro ente que fije las cuotas de captura, respetar las recomendaciones científicas. Hoy no es obligación.
"Nos preocupa no solamente la situación del jurel sino de muchas otras pesquerías comerciales, como la merluza, importante para el país y en un estado de sobreexplotación bastante alarmante, así como la anchoveta, que también presenta igual problema", dijo el activista.
El propio subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, indicó que "de las 22 pesquerías más importantes del país, nueve están sobreexplotadas y cuatro en riesgo de sobreexplotación".
El Consejo Nacional de Pesca aprobó para este año una cuota de 48.000 toneladas de merluza común (Merluccius gayi gayi), lo que representa una disminución de 13 por ciento respecto de 2010.
Además, se podrán capturar solo 24.000 toneladas de merluza del sur (Merluccius Australis), ocho por ciento menos que en 2010, y 123.000 toneladas de merluza de cola (Macruronus magellanicus), una reducción de 20 por ciento. La cuota del congrio dorado (Genypterus blacodes) cayó 22 por ciento, a 2.900 toneladas.
La cuota de la anchoveta (Engraulis ringens) y la sardina común (Strangomera bentinki), en conjunto, será de 650.000 toneladas.
La presidenta de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales (Conapach), Zoila Bustamante, proyectó un aumento importante del desempleo en el sector, debido principalmente a la reducción de las cuotas del jurel y de la merluza.
En el norte del país, "los artesanales no van a poder pescar jurel más de uno o dos días", aseguró a IPS la dirigente, quien considera que los costos de la merma de los recursos marinos no están siendo repartidos de forma justa entre los distintos actores.
"Se han buscado bastantes maneras para hacernos desaparecer. Hoy día están intentando la opción de las cuotas", cuestionó Bustamante. Actualmente son cerca de 120.000 los pescadores artesanales que faenan en todo el país, estimó.
"Se bajó la cuota de la sardina común y la anchoveta, siendo que los científicos dijeron que la sardina común no tenía problemas. En la octava región (del Biobío) los pescadores artesanales tenemos 75 por ciento de esa pesquería, la única sana en el país", argumentó.
Por ello exigen que se "sincere" el estado real de cada pesquería y a partir de ello se decidan medidas específicas.
Según la dirigente, la Conapach está "conversando con el gobierno" sobre las dificultades que enfrenta el sector. "Nosotros tenemos una reunión nacional en enero donde veremos cómo enfrentar todo este problema terrible que se nos viene", comentó.
"Nosotros no queremos que nos ayuden con canastas familiares o dineros mensuales como ocurre en otras partes. Nosotros queremos trabajo porque el trabajo dignifica", dijo Bustamante.
Para Muñoz, "lamentablemente la ciencia no fue considerada durante muchos años, lo que derivó en stock sobreexplotados". "Esto evidentemente va a traer un perjuicio en el empleo del sector pesquero, tanto en el mar como en la tierra", apuntó.
El director ejecutivo de Oceana cree que el país aún está a tiempo de recuperar sus recursos marinos "si se toman medidas drásticas".
"Chile debe avanzar en una regulación que permita tener cuotas globales de captura sustentables, eliminar técnicas de pesca como el arrastre, para proteger el fondo marino, y tener más observadores científicos para saber con certeza qué está ocurriendo en el mar", concluyó.