Twitter fue una de las primeras víctimas. Luego le siguió Facebook. Pero cuando se cancelaron todos los accesos a Internet, los activistas por la democracia en Egipto supieron que sus protestas estaban teniendo efecto.
Este informe fue dictado por teléfono de línea desde El Cairo a la oficina de IPS en Londres.
"El gobierno canceló Interent para impedirnos contarle al mundo qué está ocurriendo realmente aquí", dijo Sherif Gomaa, un empleado de una cafetería que protestaba en el centro de la capital egipcia.
Las manifestaciones reclamando el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak ingresaron este viernes en su cuarto día, y no dan señales de amainar. Por lo menos cuatro personas murieron y cientos resultaron heridas desde que se iniciaron las protestas, el 25 de este mes, en el llamado "Día de ira".
Estas manifestaciones contra el gobierno, que tienen lugar en todo el país, se inspiraron en el levantamiento popular que a mediados de este mes derrocó en Túnez al dictador Zine el Abidine Ben Ali. También son las más grandes que Mubarak ha enfrentado durante su régimen de tres décadas.
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Más de 1.200 manifestantes fueron arrestados, según organizaciones egipcias de derechos humanos.
Las autoridades nacionales negaron antes haber interferido con los servicios de comunicaciones.
"El gobierno no recurrirá a esos métodos", dijo el miércoles el portavoz del gabinete Magdy Rady a las agencias de noticias. El gobierno egipcio respeta la libertad de expresión y garantizaría la apertura de las distintas vías de comunicación, agregó.
Los activistas sostienen que el gobierno comenzó a alterar los servicios de Internet el día 25 para impedir que los opositores usaran las redes sociales para coordinar manifestaciones contra el régimen e informaran sobre los enfrentamientos con la policía.
Las alteraciones en el servicio aumentaron en tamaño y alcance a medida que las protestas continuaban.
El gobierno, que controla todos los accesos a Internet, bloqueó varios sitios periodísticos egipcios privados conocidos por criticar al régimen.
Twitter, una popular herramienta de comunicaciones para activistas jóvenes, y Bambuser, un sitio sueco de transmisión de vídeos en vivo, confirmaron que sus portales estaban bloqueados en Egipto desde el martes.
Facebook dijo inicialmente que no había notado ningún cambio importante en el tráfico desde Egipto, pero luego confirmó que su servicio también había sido bloqueado.
Un activista dijo que se había anticipado esta censura, y los egipcios estaban usando "apoderados" para eludir los sitios web bloqueados. En la mañana del jueves, mientras las protestas continuaban en todo el país, los suscriptores a servicios digitales empezaron a reportar "apagones" de Internet.
Algunos proveedores de servicios web continuaron operando con conexiones muy lentas, pero para las 23 horas (21 GMT) todo el tráfico de la red se había paralizado.
Un técnico de una de las firmas proveedoras dijo que el gobierno había ordenado interrumpir el servicio en todo el país, y no anunció cuándo se lo reanudaría.
Es la primera vez que el gobierno egipcio corta todo el tráfico de Internet en respuesta al malestar social.
El experto en derechos digitales Ramy Raouf dijo en noviembre a IPS que el gobierno había posicionado con éxito a Egipto como centro regional de tecnologías de la información y que había desarrollado sus operaciones de centrales de llamadas, así como la publicidad de empresas en la red de redes.
"El gobierno ha sido reticente a censurar sitios web o a cortar los servicios de Internet porque al hacerlo transmitiría un mensaje negativo y perdería mucho dinero", explicó.
El momento en que se interrumpió Internet fue crucial. Ocurrió cuando los activistas intentaban difundir del vídeo de una brutal acción policial contra los manifestantes, y coordinar planes para una protesta en todo el país tras los rezos de este viernes.
Varias organizaciones opositoras, entre ellas la prohibida Hermandad Musulmana, se proponían participar en las manifestaciones.
Los activistas declararon a 25 de este mes "Día de la ira" a través de Facebook y Twitter, utilizando estas redes sociales para obtener apoyo. Más de 80.000 personas se unieron al grupo de Facebook diciendo que participarían en las protestas.
El ministro del Interior, Habib el-Adly, desestimó inicialmente la campaña por Internet por considerarla inefectiva, pero el gobierno pareció sorprendido por las decenas de miles de egipcios que salieron a las calles, pese a la fuerte presencia policial.
"Hemos demostrado que el activismo en línea puede convertirse en acción callejera", se vanaglorió Mohammad Abdel Moneim, uno de los alrededor de 15.000 manifestantes que el día 25 se congregaron en la plaza Tahrir de El Cairo.
"Esto comenzó en Facebook, pero luego se convirtió en algo mucho más grande", añadió.
A primera hora de este viernes, todos los servicios de telefonía celular y televisión satelital fueron cortados. Solamente se mantuvieron los teléfonos de línea y las comunicaciones por fax.
"Lo que enfrenta el régimen no es el resultado de la revolución de las redes sociales, sino más bien los resultados de sus estúpidas políticas corruptas de los últimos 30 años", escribió la bloguera egipcia Zeinobia.
Horas después, su blog fue silenciado.